Lazos (BkDk)

❦24

—Mejor recibamos a nuestro otro invitado — soltó de pronto esperando algo que lo sacara de aquello.

Katsuki se acomodo en el sofá mirando a la puerta del lado contrario a la que él entró.

No perdió su sonrisa cuando vio a Keigo entrar, aunque su aroma se intensificó en una clara señal de hostilidad y advertencia

—Katsuki— saludo Keigo

Katsuki solo asintió, estaba regodeándose en su suerte, justo la noche anterior Rumi le había dicho sobre la asistencia de Keigo a ese programa, y también le entregó una joyita que abriría las puertas, no solo eso, le consiguió al invitado perfecto.

Lo que había sido un poco complicado para Katsuki fue convencer a Izuku de darle permiso de contar su historia, la real.

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❈—𝓕𝓵𝓪𝓼𝓱𝓫𝓪𝓬𝓴—❈
—Vamos Izu, se que es difícil y quizá es incorrecto exponerte de esa forma, pero sin pruebas es mi palabra contra la suya si es que algo pasa— le dijo, Izuku estaba sentado en el suelo de la habitación de Keshi acomodando la ropa del pequeño

Izuku llevo un pequeño enterizo a su pecho y suspiro— todos sabrán lo inútil que fui como Omega entonces

—Que? No, para nada, Izuku, sabrán lo deplorable que es él como alfa, hoy en día existen omegas en puestos altos, en rangos que antes jamás serían permitidos, saber tu historia y el cómo quiere agarrarse de ello quedando como víctima hará que su popularidad no baje, incluso puede ir a la cárcel, la violencia debe ser castigada, y para ello el violentado debe alzar la voz.—Katsuki se arrodilló frente a Izuku que mantenía la vista en el montón de ropa que tenía al frente.

—No quiero sufrir más con eso, quiero ser feliz contigo y nuestro cachorro, tengo miedo— susurro dejando que sus lágrimas cayeran, últimamente estaba muy sensible y lo atribuyó al estrés.

—Entonces déjame darle su merecido a Keigo de la manera en que más le dolerá, que vean el monstruo que es— pidió Katsuki tomando la mano de Izuku y besando uno por uno cada punta de los dedos del peliverde

Lo pensó un poco, no podía perder más de lo que Keigo ya le había arrebatado.

—Esta bien Kacchan— aceptó al final confiando en su pareja.
❈—𝓕𝓲𝓷 𝓭𝓮𝓵 𝓕𝓵𝓪𝓼𝓱𝓫𝓪𝓬𝓴—❈

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— bueno por qué no hablamos de el joven de soporte técnico— soltó el conductor con tono despectivo y Keigo río ante ello

—Primer y último aviso amigo, habla de nuevo de esa forma de mi Omega y te prometo que conocerás por qué los villanos huyen de mi— sisieo Katsuki bajo y amenazante dejando salir su aroma con intensidad

El conductor un alfa claramente identificó la casta de Katsuki y tembló bajo, Keigo también miro confuso al cenizo al sentir el aroma a alfa dominante.

—Que mentira dirás de él ahora gorrioncito?— pregunto con burla, no dejaría hablar a Hawks— pero mejor hablemos de un tema más interesante, conoces a Shiro? Cómo se llamaba Shiro Hazami? Así era el nombre del Omega verdad?— Katsuki se deleitó al ver el horror dibujado en Keigo— oh bueno, resulta que lo conozco y estuvo tan feliz de hablar conmigo.

—No conozco a nadie con ese nombre— soltó entre gruñidos Keigo

Katsuki soltó una risita y asintió— creo que está en el público, por qué no vienes Shiro?— miro a la audiencia y de ahí se levantó un lindo Omega de cabellos dorados e hipnóticos ojos lilas, era fino y elegante, camino con la gracia distintiva de los omegas y sonrió al llegar al lado de Katsuki

El cenizo se levantó para saludarlo con cortesía y ofrecerle asiento a su lado en el sofá.

—Por que no nos cuentas quien es Keigo Takami en tu vida?— pregunto Katsuki.

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Shiro Hazami es el nombre de un Omega de sociedad, hermoso pero criado a la antigua que realmente odiaba el mundo de reglas sobre todo aquellas que lo ponían como un adorno en la sociedad solo para ser presumido por alfas estúpidos

Quería una vida, amar, una familia, estudiar, tener un hogar, con esa idea salió de casa sin mirar atrás, solo ante el extenso mundo se sintió perdido sin saber que rumbo tomar, entre sus constantes tropiezos y aciertos Keigo apareció como el príncipe azul que todos amaban, un joven dulce y bueno, hermoso.

Y el inicio de su historia fue un cuento de hadas que terminó en una historia de terror.

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—Cuando conocí a Keigo todo fue justo como lo imaginé al tener un alfa perfecto— comenzó a hablar el Omega que ahora lucía una marca en su cuello y su aroma delataba su maternidad— pero con el paso del tiempo las cosas fueron cambiando, Keigo comenzó a dejar de ser Romeo y convertirse en un verdugo, comenzó con críticas a mi cuerpo y siguió con golpes y abuso psicológico, en dos años todo se había destruido, era tan doloroso, todo acabó cuando termine en el hospital con un par de costillas rotas, ahí conocí a mi alfa, me salvó de volver a caer en las garras de él.

El foro estaba en silencio esperando la respuesta del héroe. Keigo soltó una carcajada nerviosa antes de negar.

—Que buena historia— comenzó a reírse.

El Omega se encogió y Katsuki palmeó su hombro para tranquilizarlo

—Es curioso, dices que no lo conoces pero él tiene fotos contigo, y de sus heridas las guardo con la intención de un día cerrarte el pico. La producción tiene las imágenes por qué no las vemos, Shiro nos ha dado su permiso— Katsuki señalo al conducto y este sin más remedio dio la señal.

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Izuku sostenía las pruebas con manos temblorosas, sus piernas se aflojaron y gracias a Shinso no cayó al suelo

—Cómo es posible?— susurro Izuku llevando su mano a su vientre aún plano, la noticia fue mucha y no soporto más, se safo del agarre de Shinso y corrió al baño más cercano.

Melissa fue tras él dejando a Shinso con las pruebas y Keshi.

Parecía que Katsuki sería papá otra vez