Lazos (BkDk)

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Volvieron a la manta que aún seguía colocada sobre la arena, disfrutaban el hecho de que era su primer noche como esposos, había cierta chispa flotando a su alrededor.

Lentamente el ambiente comenzó a cambiar, Katsuki lo recostó en la manta colocándose sobre él, llenó de besos a su esposo, lentamente la ropa comenzó a sobrar y la temperatura a subir.

Katsuki beso cada rincón del cuerpo de Izuku con adoración, se tomó su tiempo para tomarlo bajo la luna, los jadeos de Izuku eran opacados por el ruido de las olas bañando la playa, y aún así para el cenizo era como si todo formará una sinfonía única, un recuerdo magnífico.

La luz plata de la luna baño el pálido cuerpo desnudo de Izuku dándole una aspecto espectral, cada vez Katsuki sentía con más fuerza que Izuku no era un ser de esa dimensión.

—Kacchan— jadeo Izuku cuando los dedos de Katsuki en su interior ya no eran suficientes, vio el brillo en los ojos carmín y sonrió suavemente

Katsuki se abrió paso al interior de Izuku en una embestida suave, quería hacerle el amor a Izuku con lentitud y calma, quería dejar que su cuerpo hablará expresando aquello que su alma no encontraba cómo poner en palabras.

Las embestidas cobraron algo más de fuerza mientras más cerca estaba el clímax de ambos, los gemidos de Izuku eran constantes y fuertes, eran esos momentos en que agradece que Izuku había decidido un tratamiento hormonal para evitar embarazos.

—Kacchan— grito Izuku antes de alzar su cuerpo y morderlo en el cuello a tiempo que su orgasmo manchaba sus abdomens, la descarga que aquella mordida envío en el cuerpo de Katsuki le hizo tener el mejor orgasmo que había sentido.

—Mierda Izuku— jadeo cuando se corrió en el interior de su pareja.

—Lo siento— susurro Izuku riendo mientras limpiaba la herida con su lengua.

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Volvió a la agencia a la semana siguiente, sus amigos vieron lo extrañamente feliz que parecía, incluso creyeron que eso era solo por la marca en su cuello.

Fue hasta que Katsuki regresó de una misión y decidió hacer papeleo que los chicos se dieron cuenta del anillo en su dedo.

—Desde cuando usas anillos— cuestionó Denki

—Desde que soy un hombre casado— respondió con simpleza.

—Pero tú…. ¡Se casaron y no nos invitaron!?— Grito Denki molesto haciendo reír a Katsuki —creía que haríamos una gran boda.

—No tengo problema si Izuku quiere hacer fiesta, pagaré por todo si eso lo hace feliz, pero no quería a nadie más ahí en nuestro momento, solo fuimos mi esposo y mis hijos, con eso fue suficiente— anuncio Katsuki

El resto de los chicos también se sintieron un poco apartados pero entendían que era decisión de sus amigos.

Aún así sentían que ellos merecían festejar su unión por todo lo alto, después de todo lo que habían pasado.

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Quizá no fue una boda como tal, pero fue una gran fiesta entre amigos y familia la que organizaron, querían celebrar la felicidad de dos personas tan fuertes como ellos así que a escondidas organizaron aquella reunión.

Lo que la pareja creía solo era una cena entre amigos fue en realidad para ellos dos, Izuku no podía parar de llorar, aquella muestra de cariño le conmovía tanto.

Disfrutaron aquella noche, festejando que no solo ellos habían logrado mantenerse firmes un con tanta inclemencia, también celebraron que en el proceso encontraron personas que valían tanto la pena.

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—Mamá?— Megumi se acercó a Izuku sosteniendo en su mano un lindo peluche que Shoto le había regalado en su cumpleaños número tres

—Si mi amor?— Izuku cerró su portátil, el trabajo podría esperar un poco.

— Keshi está llorando, su quirk salió de control otra vez y quemó su pelota— el pequeño era muy unido a su hermano mayor, y desde hacía un año que el quirk de Keshi se había manifestado, heredó por completo el de Katsuki, y sus explosiones se salían de control constantemente.

Izuku beso la frente de su pequeño y fue al jardín donde encontró a Hoshi acurrucada contra Keshi que lloraba apartando sus manitas de su hermana.

—Mamá— Keshi lo miro y estiró sus manos rojas por su quirk— rompí otra pelota, no quiero lastimar a Hoshi o Megu— lloraba el pequeño

—Tranquilo mi cielo— alzó al pequeño en brazos y lo cubrió con su aroma sintiendo como se relajaba— cuando venga papá le diremos que te enseñe a manejarlo si mi amor.

—Mamá?

—Si mi amor?— Izuku se sentó en el césped sintió a Hoshi y a Megumi acercarse, ambos venían a su hermano llorar y estaban preocupados, los tres cachorros eran muy unidos, además de que tanto Hoshi cómo Keshi daban señales claras de su casta, Megumi por otro lado era la réplica de Izuku en cuanto a personalidad, suave y lindo, era el pequeño de papá.

—¿Un día podré ser héroe como papá?— preguntó el pequeño alejándose para ver el rostro de su madre.

—Claro mi cielo, si eso quieres podrás serlo— sonrió Izuku

—Yo quiero ser héroe también— grito Hoshi sonriendo y corriendo por el lugar.

—Yo quiero ser como mamá— dijo Megumi.

Katsuki veía todo desde el marco de la puerta, eran esas cosas las que amaba al volver a casa, ver a su esposo con sus cachorros.

Los pequeños eran un sol único cada uno, Hoshi era muy extrovertida y constantemente hacía travesuras, le gustaba robar los antifaces de Katsuki y usarlos, mientras que Megumi era introvertido y calmado, Hoshi buscaba siempre a su mamá haciendo miles de preguntas, sobre héroes, sobre las cosas que hacía Izuku, mientras Megumi prefería acurrucarse en los brazos de Katsuki, adoraba ser mimado por su papá y el cenizo mayor no podía decirle que no a su dulce bebé.

Keshi era más independiente al ser más grande, pero Katsuki jamás podría competir con la conexión que tenía con Izuku, era un lazo tan único, a Keshi le gustaba ver a su mamá hacer cosas, como cocinar o los gestos de Izuku cuando está muy concentrado en algo.

Claro con él también le gustaba pasar tiempo, pero prefería a su mamá.

—Estoy en casa— anunció Katsuki que sonrió feliz viendo como sus tres niños corrían a él.

Los recibió en brazos feliz de tenerlos ahí, cuando conectó su vista con la de Izuku sonrió, todo lo que habían pasado valió la pena.

El lazo que los unía solo se fortalecía y así sería por siempre y ellos lo sabían con total seguridad.