𝗘𝘅𝘁𝗿𝗮:32.5 𝗞𝗲𝗶𝗴𝗼

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—Keigo, 17 años UA—

Ser parte del programa de acogida de la comisión de héroes era un peso grande para todos los que estaban ahí.

Keigo era parte de ese grupo, entrenados desde pequeños, sentían que eran mucho más importantes que los héroes comunes, ellos eran la élite de los buenos.

Para Keigo era algo presumible, nadie podía estar por encima de él, como desde el inicio de su vida en la comisión al entrar a la UA fue sin duda el mejor de los estudiantes.

Ahí conoció a un joven Omega, fuerte y perfecto, le costó dos años que lo mirara, aún así el chico constantemente era competencia suya, así fue como Keigo confundió su competitividad con amor, que iba a saber él de este último si en la comisión podrían enseñarte los secretos del mundo, convertirte en una perfecta máquina de lucha, el mejor en todo, pero jamás de amor

Así que confuso como estaba enredó sus sentimientos y decidió cortejarlo.

❦༒︎❦

Furota Río hijo menor de uno de los políticos más importantes de su tiempo comenzó a estudiar en la UA, su padre como la mayoría de gente poderosa entrenó a su hijo desde pequeño, Río un chico dulce y siempre feliz que tenía el deseo de ser una luz para los desamparados.

En la UA mantuvo aquella vibra suave que atraía a las personas, siempre dispuesto a ayudar, comenzó a sentirse un poco atacado con la constante competitividad de Keigo.

Para su último año de la UA, Keigo había cambiado, y él lo noto, fue extraño al inicio de ese último año cuando Keigo lo comenzó a cortejar, aún así le agrado, era un alfa que siempre sonreía y parecía bueno, tarde descubriría que las apariencias engañan.

Para mitades de aquel año eran pareja, al inicio era feliz hasta que noto que Keigo no abandonó aquella competitividad y era ahora peor, como si quisiera que dejara de brillar para que la única luz fuera él.

Fue una tarde, un mes antes de finalizar el tercer año que se entregó a Keigo creyendo que era amor, que estaba bien.

Nunca fue así, Keigo no podía amar cuando no sabía ni quería saber qué significaba aquello.

Unos meses después de su graduación, mientras iba de vuelta a casa vio a Keigo tomado de la mano de aquel bonito Omega.

Lo confrontó unos días más tarde.

—Shiro es mucho mejor que tú en todos los sentidos incluso en la cama, solo fuiste una época y ya Río, entiendelo— el cinismo en la voz de Keigo y la forma tan fría de hablarle hundió a Río.

Con los días aquello lo hizo sentir mal, entendió que los rumores en la UA de Keigo y sus encuentros casuales eran reales, se sintió usado, un chiste mal contado y la depresión lo comenzó a consumir.

Su hermano mayor a diferencia de él estaba en la universidad, se veían muy poco, y cuando ese verano volvió encontró con un cascarón vacío, Río no le dijo nombre, solo le contó su historia.

Volver a la universidad con el vacío de la pérdida en su pecho tan fresca y dolorosa era agónico para aquel Omega llamado Naoko. Fue él quien encontró aquella tarde lo que una vez fue su hermano sobre las baldosas frías y húmedas del baño, la mancha roja a su alrededor aún era parte de sus pesadillas y el rostro pálido y tranquilo de Río era una estaca en su alma que se negaba a abandonarlo.

Pasaron años para que al fin alguien le diera un nombre, entonces cuando lo obtuvo la ira era más fuerte pues con descaro Keigo había estado en el funeral.

Lo único que mantuvo a Naoko en las sombras fue el dolor de la venganza, por ello cuando vio a ese pajarraco no dudó en coquetear con el, hacer que lo marcará, y cuando las cosas salieron a la luz fingió creerle por ello Keigo estaba tan confiado en el juicio, pensando que saldría de ahí por sus influencias.

Elegante y altivo, Naoko avanzó por los sucios pasillos de la cárcel hasta el área de visita.

—Hola cachorrito— sonrió Keigo al verlo— y cuando saldré de aquí

—Arregle las cosas, un par de días mi amor, lamento que tengas que pasar por esto— sonrió suave y dulce.

Keigo seguía creyendo que lo tenía en sus manos— gracias dulzura, eres lo mejor en mi vida.

Naoko sonrió estirando su mano, sacó de sus ropas un sobre — ábrelo más tarde cielo, son las indicaciones.

Se levantó saliendo de ahí, al fin conseguiría un pago, sangre por sangre.

Al fin Río descansaría en paz.

Lazos (BkDk) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora