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Katsuki dejó las flores sobre el sofá y con cuidado se acercó a ellos.

Olisqueo en dirección al pequeño sintiendo el aroma a menta y fresas.

Con cuidado Izuku dejo al pequeño en los brazos contrarios, vio a Katsuki recibirlo de forma tensa, decidió ayudarlo un poco dejando que su aroma fuera más fuerte.

Katsuki miro al pequeño que se removió en sus brazos algo inquieto. Sus lágrimas bajaron antes de negar.

—Sostenlo— pidió con voz entrecortada, desde que sintió el pequeño cuerpo en sus brazos tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no gruñirle al pequeño.

Izuku lo tomo acunandolo con cariño— tranquilo Katsuki, lo hiciste bien, creo que poco a poco lo lograrás— sonrió Izuku cuidando que los cables no estuvieran muy tensos, volvió a la cómoda y se sentó comenzando a cantarle al pequeño

—Izuku?— Katsuki interrumpió la segunda canción que Izuku cantaba

—si?— pregunto bajito decidiendo que era buen momento para dejar a Takeshi en el cunero.

Katsuki espero a que Izuku dejará al pequeño para acercarse con el ramo de flores.

—quería pedirte una disculpa— susurro— dije cosas que no debía y aún así te quedaste, sigues aquí con él. Lo que dije era más para mí, no sabes cuánto me mata verlo, saber que está vivo de milagro, si no hubieses llegado ese día, él… no quiero pensar en ello, pero quizá no estaría aquí, y yo quiero amarlo, quiero que mi Omega desaparezca y quererlo.

Izuku miro las flores y las tomó con cuidado, las dejo en la cómoda y abrazo al cenizo, lo entendía de cierta forma. Katsuki sintió un nudo en la garganta al sentir al contrario rodearlo.

Izuku era pequeño y fino comparado con él, era cálido y suave con una sonrisa y bondad que él no entendía, era un Omega hermoso, todo lo que él nunca pudo ni quiso ser.

—No es tu culpa, ni de tu omega, ambos están rotos, es una manera de protegerse, es difícil lo sé y lo siento tanto— susurró Izuku

—Por que eres tan bueno?—pregunto de pronto.

—por que yo también estoy roto, de diferente manera pero roto al fin de cuentas, tu eres un Omega que está acostumbrado a ganar, y no se que pasó con el padre de Takeshi pero ahí perdiste, y el recordatorio de ello es el bebé— Izuku lo miro dejando una caricia en la mejilla de Katsuki

Para Izuku fue un toque inocente, para Katsuki algo extraño, su piel quemó ahí donde la pequeña mano del contrario tocó.

—Puedo saber que paso entre Keigo y tú?— pregunto con miedo de romper el momento.

Izuku se tenso brevemente antes de asentir.

—Nos conocimos cuando él me salvó, poco después coincidimos en una reunión en i-island, comenzó a cortejarme, fue muy dulce al inicio, un alfa maravilloso y así duramos unos años, hasta que me ascendieron en la empresa de David shield, al fin había conseguido lo que tanto soñaba, pero ello trajo gente nueva a mi vida y Keigo no estaba contento, cuando quede en cinta él se relajo un poco, no éramos lo mismo que antes pero funcionamos brevemente, Kaori nació— Izuku se giro y clavo sus ojos en Takeshi— no lloró cuando nació, no la vi, solo se la llevaron, su corazón tenía una malformación, estuvo solo dos días conectada, y cuando pude sostenerla ella ya no tenía vida— sus lágrimas bajaban lentamente— era una belleza de pequeño cabello rubio y piel blanca, tenía pequitas cómo yo— Izuku ya no podía detener su llanto en ese momento— ese día Keigo me gritó tanto, me culpo de todo y se fue, una semana después marcó a alguien más, de no ser por Rumi, yo no…. A veces aún es difícil, está cosa en mi cuello duele, me mata esa sensación de soledad, por qué debemos sufrir nosotros?

Katsuki escucho a Izuku en silencio, sus casos no eran tan distintos o eso creyó, había mucho más en el fondo que Izuku no dijo, y que pasaría tiempo para que él se enterará.

Avanzo hasta el peliverde y lo abrazo, Izuku se refugió en él llorando ante el recuerdo.

—No merece tus lágrimas, no te dejes caer por él, tienes a Takeshi, él te necesita— susurro sintiendo las manos de Izuku cerrarse a su camisa en la espalda.

Izuku se dejó consolar, no contó los minutos que estuvo abrazado, solo agradeció que el aroma a caramelo quemado le diera paz.

—Gracias— murmuró al fin alejandose y Katsuki solo negó— puedo preguntar cómo es que tú?

—No es muy diferente a lo tuyo sabes— se alejo sentandose en el sofá— éramos amigos dede la secundaria, comenzamos una relación y todo estaba bien, creo que era por qué nos veíamos poco,un año después de graduarme de la UA me pidió vivir con él y acepte, con el tiempo ambos caímos en la cuenta de los defectos del contrario y que no estábamos dispuestos a ceder ante el otro, un día lo encontré en mi cama con otra, intentamos solucionar algo que ya estaba roto y al poco tiempo descubrí mi embarazo, en ese momento me ilusionaba ante su llegada— señaló con su mandíbula la cuna— nació a inicios de los ocho meses, cuando él marco a alguien más, cuando desperté en el hospital habían tantas emociones pero ya no estaba el amor a él— suspiro negando— odio a ese bastardo, y a mi mismo por no poder hacer nada para querer a mi hijo

— lo siento, creo que no supo manejar a un Omega como tú, fue un cobarde— susurró Izuku

Katsuki lo miró sin saber que responder a eso, se quedaron ahí en silencio tratando de comprender mejor al contrario, dándose cuenta que ambos necesitaban sanar profundamente y que por cosas de la vida el destino los ligo a un pequeño bebé.

༻༒༺

—Katsuki— Izuku llamó la atención del cenizo que había llegado unos minutos atrás.

El doctor paso esa mañana dejando buenas noticias, para ese momento Takeshi ya no tenía ningún aparato conectado, tenía dos semanas en el hospital y al fin le darían el alta, cosa maravillosa pero que llevó a Izuku a un asunto más delicado

Cómo le harían? El doctor fue claro, el primer año de vida del pequeño era importante, Izuku debía estar ahí, con él o volvería a enfermar

Lazos (BkDk) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora