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Que tan malo sería que un Omega este solo?

Katsuki sufrió aquel dolor cuando su alfa y quién creyó su mejor amigo lo dejo por alguien más, aquello casi lo mata y sobrevivió solo por el cachorro que sostenía en ese momento en sus brazo, miraba al pequeño llevar su manita a su boca, era un cachorro hermoso era cierto, pero no podía amarlo, su lado humano le decía que era suyo, que lo llevo dentro, que lo sintió y lo dio a luz, su parte animal lo rechazaba, su cuerpo no produce leche, su corazón se rompía tratando de amarlo y alejándose al mismo tiempo.

Katsuki se odiaba y odiaba a Suichi por marcarlo, por amarlo y por destrozarlo.

—Katsuki debes saber que es necesario que formes un vínculo con tu bebé, si no lo haces morirá— habló el doctor— está muy débil, lleva un mes de nacido y no aguantará más si no tiene ningún aroma que lo rodee.

Sus lágrimas bajaron lentamente, le dolió saberlo ¿pero como lo hacía?, ¿como formaba un vínculo si no podía?.

—Yo...— llevo su mano a su cuello donde la marca se había tornado negra, pasaría mucho para que se perdiera por completo.

Siempre fue un Omega dominante, nunca bajó la cabeza ante ningún alfa, incluso su aroma no era ni siquiera dulce cómo el de un Omega normal, su aroma imponía y era capaz de doblegar a un alfa de casta baja.

Salió del consultorio con el portabebé en su mano y la pañalera en su hombro, era más fácil luchar con villanos que luchar con el mismo.

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Izuku era un dulce Omega que no entendía cómo su vida se arruinó de la nada, su alfa lo había terminado abandonando, Keigo era un héroe prometedor y dulce al que conoció una tarde por casualidad a sus 18, el rubio se encargó de llevarlo al cielo, incluso lo marcó.

Estaba feliz, claro que sí, tenía lo que un Omega podría desear, un alfa amoroso, un futuro que se abría paso lentamente. En un par de años consiguió aquello que había esperado, por fin obtuvo aquel ascenso en la empresa donde trabajaba, era uno de los mejores científicos encargado del estudio de los quirks para mejorar de equipo de apoyo, con el ascenso llegaron contratos importantes y gente interesada, y el cambio de su alfa.

Keigo dejó de ser dulce a un mar de inseguridades, celos y obstáculos, comenzó a prohibir muchas cosas hasta que Izuku se vio obligado a abandonar su sueño. Aún así, los maltratos, las palabras hirientes y el rechazo siguieron en aumento, la gota que derramó el vaso fue cuando Izuku quedó en cinta, creyó que Keigo cambiaría, que inocente fue, todo se vino bajado cuando a unos días de nacido el pequeño falleció, una complicación en su pequeño corazón, Izuku quedó destrozado y Keigo de manera cruel le dijo lo inservible que era, lo mucho que lo odiaba y sin miramientos lo abandonó haciendo la mayor de las crueldades, marcando a otro Omega.

Mirko, la alfa amiga de Keigo le tomó mucho aprecio a Izuku, lo acogió en su hogar y lo animó a seguir adelante.

—Hay una vacante en la agencia de Dynamigth para soporte técnico— le dijo una tarde— Izuku,Keigo fue un idiota pero no soporto verte así, eres un Omega hermoso e inteligente, no dejes que ese idiota te lleve a la tumba.

Izuku la miró saltando a sus brazos y llorando amargamente, suspiro y asintió.

—Gracias Rumi— soltó con cariño.

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—uno de los mejores en soporte técnico esta aquí— informo Uraraka viendo a su amigo— lo dejo pasar?

—Si— gruño Katsuki.

Poco después entró Izuku, el cenizo alzó la vista observando al peliverde, lo había visto unas veces antes en un par de reuniones en i-island,se sorprendió de verlo ahí.

—Kats tenemos un problema— entró Eijiro— villanos.

Katsuki se levantó de golpe e Izuku los miró confuso, Katsuki suspiro y miro al peliverde.

—cuida a ese cachorro y espérame hasta que vuelva— y salió de ahí. Izuku al verse solo en la oficina se acercó con cuidado al bambineto, vio al cachorro más hermoso y le dolió el corazón que el pequeño olía a enfermedad, no estaba en él ningún aroma, ni de su padre, ni ningún otro que no fuera artificial.

Lo tomó con suavidad, estaba tan quieto y tan solo que su alma dolió. De pronto el pequeño comenzó a llorar cuando sintió a Izuku,el peliverde recordó que su cuerpo aún estaba produciendo leche, pues apenas  había pasado un mes desde su pérdida.

El pequeño lloraba desesperado, intentó darle mamila, pasearlo, pero nada, con pena, se abrió la camisa y ofreció su pecho al que el pequeño se aferró con desesperación.

—Tranquilo bebé, lamento que estés pasando por esto— susurro sin darse cuenta que Katsuki lo escucho y lo vio.

Lazos (BkDk) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora