Lazos (BkDk)

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Izuku le hablo haciendo que reaccionara al momento.

—Si?— pregunto acercándose al peliverde

—Darán de alta a Takeshi— anunció— dónde vivirá?— preguntó con pena.

Katsuki ya había pensado en ello, sabía que tarde o temprano saldrá a la luz que tiene un cachorro y las personas comenzarán a preguntar, no quería ponerlo en la mira, sería riesgoso, aún así prefería tenerlo cerca en donde pudiera protegerlos a ambos.

—Supondría un problema si te mudas a mi casa?— pregunto tratando de sonar indiferente

Izuku lo miro buscando algún indicio de que no estaba contento con ello pero por suerte no había nada ahí al menos no que le molestará.

—Yo…— miro a Katsuki y luego al bebé— creo que estará bien, quizá luego necesitaremos ajustar nuestra forma de convivencia para que no suponga un problema.

Katsuki asintió, tenía una pequeña sensación curiosa en su cuerpo, una emoción que desconocía pero el mero hecho de conocer más al peliverde se le hacía algo antojable.

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Izuku caminaba por las calles esa tarde, al día siguiente darían de alta al pequeño, Katsuki le había entregado las llaves de su hogar y la dirección por petición suya, quería tener listas las cosas de su cachorro.

Lo primero era ir al departamento de Rumi, por suerte ella estaba ahí cuando él llegó.

—Te vas en serio?— pregunto ella curiosa y el asintio.

—Takeshi no debe estar alejado de mi— susurro

—Izuku me gustaría hablar contigo precisamente sobre eso— le dijo sentándose en la orilla de la cama del peliverde— sabes que esto es permanente verdad? El vínculo que estás formando con ese cachorrito, no es algo de lo puedas prescindir fácilmente.

—Lo se Rumi— susurro deteniéndose para mirarla— sé que eventualmente quizá pierda, cuando Katsuki pueda tener un vínculo con su hijo yo saldré sobrando, pero estoy dispuesto a ello, mientras Takeshi viva yo estaré feliz— le susurro, su Omega veía ya a ese pequeño como suyo, pero ambos también eran conscientes de que no era así.

—Seguro que estarás bien?— pregunto ella levantándose para quedar frente a Izuku— sea lo que sea llama, estaré a un brinco de ti, tarde o temprano se darán cuenta de que estás en la casa del #1 y estarás en la mira no solo de la prensa, te conocen, y podrán tratar de usarte los villanos— le dijo ella.

Izuku era consciente de eso, sabía que tarde o temprano la prensa y los villanos lo relacionaran de alguna manera con Katsuki y el bebé estara en medio, también la preocupación de Rumi era linda y le agradecía.

—Estaré bien, ya había pensado en eso, mientras los demás sigan creyendo que tengo un quirk y sepan quién soy creo que podré estar medianamente a salvo— suspiro continuando con su labor— te llamaré lo prometo.

Estaba más allá de agradecido con todo lo que ella había hecho por él, fue su mayor soporte cuando más lo necesito y eso le había hecho un lugar especial en su corazón.

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Llegar a la casa del héroe lo hizo sentir extraño, era grande y lujosa por fuera y por dentro, pero se sentía tan fría, sola.

Avanzó buscando la habitación de invitados, Katsuki le había dicho que se sintiera en casa, después de todo sería así.

Encontró la habitación dejando ahi sus maletas, su siguiente parada era la habitación de Takeshi.

Abrió despacio viendo el hermoso lugar, las paredes de celeste suave eran adornadas por pinturas de animalitos, los muebles blancos y peluches y juguetes repartidos en todos lados, era hermoso, pero igualmente se sentía vacío, como si algo faltará.

Limpio un poco descubriendo lamparitas que proyectaban sombras de animales y que el techo tenía toda una constelación de estrellas fosforescente, el suelo de alfombra y el suave reposet para comodidad del Omega eran bellísimos, con lágrimas en sus ojos recordó la habitación de su hermosa cachorra en la que una vez fue su casa. Sacudió los recuerdo y camino al clóset.

La mayoría de ropa tenía etiquetas aún, parecía que lo único que Katsuki le ponía al bebé eran ropas neutras y básicas, las cosas coloridas y bellas estaban aún ahí.

El baño de la habitación estaba preparado con todo para el pequeño, Izuku revisó cada cosa desechando lo que estuviera caducado o ya no servía.

Y por último estaba la cuna, con cuidado acomodo las mantas y los pequeños peluches uno o dos no más, fue hasta que terminó que se dio cuenta que había hecho un pequeño nido.

De camino al hospital paso por una pequeña tienda de artículos de bebé, en ella vio un tierno mameluco con motivos de osito, quedó enamorado y no dudo en comprarlo junto a varias cosas más, fue directo a una lavandería y espero a que la ropita estuviera limpia.

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El pequeño Takeshi salio del hospital vistiendo aquel hermoso mameluco de osito, Izuku estaba encantado con él pequeño, y Katsuki solo cargaba sus cosas a su espalda.

El viaje en el auto del cenizo fue silencioso, el pequeño dormía en la silla para coche y a su lado izuku lo admiraba dormir.

—Oye Izuku?— habló Katsuki al final rompiendo el silencio, estaban varados en un embotellamiento así que no había mucho que hacer ahí dentro— a qué te dedicas exactamente?

—Oh, bueno siempre he sido un fanático de los héroes, así que comencé a escribir analisis de cada uno desde muy pequeño, conforme creci fue más obvio que no podría ser uno de ellos, no solo por mi casta, así que opte por estudiar algo que me gustará y eso fue soporte heroico en Shiketsu, una vez termine ahí fui a la universidad y me especialice en investigacion de quirks, una rama de la medicina por así decirle que se dedica a evaluar los distintos quirks y los cambios en el cuerpo de cada individuo.

—pelos de mierda se refirió a ti como doctor una vez— recordó el día que lo conoció y como Eijiro preguntó por él

—Pues si, tengo un doctorado en investigación— le dijo con tranquilidad

—Eres un nerd entonces— bromeo viendo por el retrovisor el sonrojo de Izuku — me preguntó si yo también tengo un apartado en esas libretas de análisis.

—Todo un capítulo dedicado a Dynamigth, también vi cada festival deportivo de la UA siendo sincero, eres asombroso— susurro ofreciendo su pecho a Takeshi que había despertado al inicio de la conversación y que ahora tenía fijos sus ojitos en él mientras comía tranquilo.

—Vaya, me gustaría leer ese capítulo— sonrió. Se giro viendo a Izuku observar embelesado a Takeshi, la imagen que ofrecía era algo que Katsuki guardaría fielmente en sus recuerdos, era hermoso ver cómo ambos parecían tener un lenguaje propio tan íntimo, fue la primera vez que su lobo solo se mantuvo quieto, quizá Izuku tenía razón y podría lograr ver al pequeño como suyo, como de ellos dos.