Lazos (BkDk)

❦26

Katsuki había estado guardando todo el odio que sentía por Keigo tratando de llevar las cosas de manera tranquila, sin embargo la última noticia y el anuncio de Shoto lo lanzaron de lleno a una espiral de furia.

Salto directo a Keigo todos se quedaron en silencio asustados ante la furia con la que Katsuki golpeaba al contrario, Shoto había congelado las alas de Keigo en una forma de ayudar a su amigo.

Entendía bien lo que estaba sintiendo, Izuku era para Katsuki lo más importante,el daño que Keigo le causó de forma deliberada era más que obvio que haría reaccionar a Katsuki.

El gruñido casi más parecido a un rugido que broto del pecho de Katsuki levantó un silencio en el foro.

—Vi llorar a mi Omega por su cachorra, lo vi sufrir por ella, y tú, maldito imbécil fuiste quien se la arrebató, y ahora mi omega está en el hospital te juro Keigo que si algo le pasa a Izuku no habrá piedra en el mundo que te oculte, te arrancaré pluma por pluma y te haré pagar— gruño Katsuki.

El rostro de Keigo estaba lleno de sangre y apenas respiraba bien cuando Shoto tiro de Katsuki — Izuku—le recordo— ve anda, me ocuparé que esté idiota no salga de la cárcel— prometio el bicolor y Katsuki asintió saliendo de ahí casi a la carrera con Kirishima esperándolo en el auto

—La policía tiene copia de todas las pruebas, Katsuki es el número uno, si el entabla la demanda a nombre de su pareja tendría todo a su favor— explico Mirko y Shoto asintió.

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Katsuki entró en la sala de espera buscando con la vista a Shinso, el malva estaba sentado al fondo,se levantó de golpe al verlo y suspiró.

—Los doctores lo están revisando, Melissa está en casa con Keshi, Izuku miro la entrevista y luego se desmayó— le dijo omitiendo la parte del recién descubierto embarazó.

El doctor salió media hora más tarde, se dirigió directo a Shinso que fue el que había llevado a Izuku, el malva señaló a Katsuki y el doctor lo miró.

—Eres el alfa del joven Izuku?— pregunto y Katsuki asintió— bien, está estable, fue un desmayo quizá provocado por estrés, tanto él como el cachorro están bien, aunque le recomiendo que su Omega esté en reposo estos meses para que no vaya a perder al producto, es todo señor Dynamigth, puede pasar a ver a su Omega, sigue durmiendo pero no tardará en despertar

Katsuki estaba en shock, miro a Shinso y a Eijiro.

—Lo descubrió esta tarde— dijo Shinso— me alegra que el cachorro esté bien, aunque no creo que sea la manera en que le hubiera gustado que te enterarás, parecía alterado con la noticia y la forma en que podrías reaccionar.

—Hoy lo descubrió?—pregunto aún procesando todo

—Si, Melissa sugirió unas pruebas, en fin, iré a tu casa con Melissa, seguro ella querrá estar al pendiente de Izuku y el bebé, nos quedaremos con Takeshi, tu ocúpate de Izuku— palmeó el hombro de Katsuki y se despidió de Eijiro.

Al menos con Izuku fuera de peligro podía ir a ayudar a Melissa. De camino llamo a su novia que entendió la situación asegurando que les llevaría comida más tarde y les ayudaría con el pequeño bebé.

Katsuki encontró a Izuku en la camilla, su cabeza estaba ladeada dejando ver el lugar donde había estado su marca, aún conservaba una cicatriz que quizá nunca se iría pero ya no se veía de buenas a primeras.

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Despertó con la luz artificial de las farolas rompiendo la oscuridad afuera del hospital, un tenue brillo se colaba por el ventanal y por el pasillo, miro a Katsuki dormitando en el sofá al lado de la camilla.

Lo observó por varios minutos admirando el porte del alfa, por qué hace mucho que Katsuki ya no olía a Omega y prueba de ello estaba en su vientre.

Entonces jadeó con lágrimas en los ojos descubriendo su cuerpo viendo su vientre.

—Oye, Izuku amor— Katsuki había despertado de golpe al escucharlo, se había acercado rápidamente, sostuvo el rostro de Izuku entre sus manos y lo obligó a verlo, Izuku lloraba y Katsuki sintió su corazón doler— mi amor está todo bien, ambos lo están.

—¿Sigue ahí?— susurro con miedo de saber la respuesta.

—Si amor, sigue ahi— acepto Katsuki con media sonrisa— está ahí sano y salvo, nuestro pequeño

Izuku sonrió feliz llevando sus manos a su vientre, Katsuki se acercó dejando un beso en la frente de Izuku.

—¿Estás bien con él?— pregunto bajito Izuku

—Estoy feliz, muy feliz, no tienes idea de la emoción que siento, seré papá de nuevo— susurro Katsuki.

Después de eso, Izuku bajo su vista a sus piernas, se había quedado sentado en pose de indio a mitad de la cama, su llanto comenzó a aflorar lentamente hasta convertirse en algo amargo y Katsuki lo entendió, había vivido con la idea de que su pequeña se había ido, con la culpa y la angustia y ahora sabía que la habían arrebatado de su lado de manera cruel.

Sintio las manos del peliverde aferrarse a él buscando sostén y él se lo dio, escucho como ahogaba los gritos en su hombro y solo lo abrazó con más fuerza.

—Me la quitó, mi niña, me la quito— soltó al fin haciendo que el corazón de Katsuki se encogiera— mi cachorra Kacchan, mi pequeñita no tenía la culpa,no debía. Quiero que pague, quiero que sufra por todo lo que hizo.

Katsuki asintió, dejó que Izuku sacará todo el dolor que pudo, y sostuvo su mano cuando el peliverde se quedó dormido.

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Rumi y Shoto llegaron a la mañana siguiente a casa de Katsuki para ayudar a Melissa y Shinso, Uraraka le había dicho al malva que pasaría a dejarle comida a Katsuki y ropa antes de ir a la agencia.

La albina entro encontrando a una rubia Omega en la habitación de Keshi, la miro aspirando con suavidad el aroma a mantequilla y canela.

Ambas intercambiaron una larga mirada sabiendo lo que aquello significaba. Aún así ambas dejaron eso un poco de lado centrándose en el pequeño

—Tienes noticias de Izuku?— pregunto la rubia y Rumi nego— estoy preocupada Shinso me dijo que el cachorro está bien, pero la noticia fue muy fuerte

—Cachorro?

Melissa asintió sonriendo antes de explicarle lo que había pasado, la albina estaba encantada con la noticia aunque también preocupada.

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— hola kats— saludo Uraraka entrando a la habitación, Izuku dormía aún—como están?

—Afectado por la noticia de Keigo pero estarán bien, lo se— respondió Katsuki viendo a la castaña.

—Ve a cambiarte me quedaré con él— le dijo ella alzando la maleta que llevaba— y luego vienes a comer, no te puedes descuidar tú o lo preocuparas a él.

Katsuki lo pensó un poco antes de asentir y salir de ahí, Uraraka se acercó a Izuku peinando sus cabellos con cuidado, no entendía cómo la maldad era tan grande como para lastimar a inocentes como él.

Izuku abrió los ojos ante el toque mirando a la castaña que le devolvió la vista antes de sonreírle— Shinso estará feliz de que estés bien— soltó ella e Izuku sonrió, reconoció el aroma del malva en la castaña— creo que nunca nos hemos presentado formalmente soy Uraraka Ochaco un gusto conocerte Izuku y mini bebé— señaló el vientre del peliverde haciéndolo reír un poco.

—Hola Uraraka— saludo Izuku con suavidad.