El juicio comenzó con las declaraciones de Keigo quién se mantenía firme ante su inocencia, alegaba que todo era una treta para perjudicar su imagen y que aquello solo lastimara a su Omega que aún estaba en cinta y a poco tiempo de dar a luz.
Izuku había pensado en ello y de cierta manera se sentía mal pensando en esa persona, no conocía al actual Omega de Keigo pero entendía el estrés y cómo afectaba el embarazo
—Señor Midoriya— Izuku alzó la vista, el juicio se dividió en cuatro días, el primero y el segundo fueron para las declaraciones de Keigo e Izuku, ese momento era su turno de contar su historia.
Izuku tomó asiento y miro a las personas ahí reunidas, el jurado, los que habían llegado a escuchar y la prensa al fondo
—Cuéntenos su historia, de inicio a fin— pidió el abogado e Izuku asintió.
Comenzó a relatar aquellos inicios, una historia muy parecida a la que Shiro había contado en el foro durante la entrevista.
—Cuando me ascendieron en la empresa Shield comenzaron a surgir más contratos y con ello comencé a relacionarme con más personas, a Keigo le molestó eso, fui criado en un hogar donde los omegas pueden tener su propia vida pero aún así debíamos cumplir las exigencias de nuestro alfa cuando lo encontremos, así que trate de hacer que Keigo no estuviera molesto conmigo, y entonces él comenzó a golpearme, primero fueron apretones fuertes en los brazos que dejaban marcas, y después cachetadas, empujones hasta que se volvieron golpes como tal, Keigo tiene entrenamiento, es un héroe fuerte, sus golpes lastimaban mucho, pero era mi alfa, yo solo debía pedir perdón, así que deje mi trabajo y me concentré en mi deber con el hogar y mi alfa, cuando quede en cinta Keigo se calmó un poco y creí que las cosas mejorarían, no habían golpes pero sí insultos y comentarios dolorosos, hasta ese día — Izuku suspiro y bajó la vista — tenía siete meses cuando me golpeó otra vez, estaba molesto por qué le sonreí al repartidor que nos llevó comida a domicilio, fue la foto que Mirko enseño en el programa, me golpeó en el costado pero el moretón abarcó parte de mi vientre. Lo siguiente fue a los 8 meses y medio.
—Puede describir el momento?— corto el abogado e Izuku trago fuerte y asintió temblando.
—Estábamos en casa, Keigo encontró un mensaje de un amigo de mis tiempos en Shiketsu, me pidió que le ayudará con sus aditamentos nuevos, cabe mencionar que es un Omega, un héroe, Keigo se molestó creyendo que regresaría a trabajar y me dio una cachetada, yo estaba mal parado y el golpe me hizo caer, eso lo molestó más y me levanto del brazo….
❈—Flashback—❈
—Me duele, por favor basta, Keigo me lastimas— gimoteo mientras el rubio solo lo sangoloteaba, sentía que su brazo se safaria en cualquier momento, sus lágrimas bajaban por sus mejillasKeigo lo empujó sin importarle su avanzada gestación, sus pies no pudieron sostenerlo adecuadamente, resbaló y cayó con fuerza al suelo, el golpe envío una corriente de dolor que se elevó desde su cadera y lo resintió en su vientre.
Sintió el movimiento de su pequeña en su interior, sobo su vientre aún llorando creyendo que sería todo, pero no fue así, vio a Keigo acercarse y el golpe en la parte superior de su vientre casi en sus costillas, el grito que salió de su garganta apenas fue registrado por su cerebro, fueron en total cuatro golpes antes de que se desmayara.
Despertó cuando llegó al hospital, Keigo decía que se había caído de las escaleras en su hogar, tenía tan pocas energías como para refutar aquello
Indujeron el parto, apenas vio a su pequeña y luego se sumergió en la oscuridad de la inconsciencia.
—Lo siento mucho — escucho del médico, despertó solo en la habitación sin saber que pasaba, tenía pánico, su corazón le decía que algo estaba mal, su vientre se sentía extrañamente vacío, su alma también, el llanto llegó lleno de angustia, miedo e ira.
Le informaron la condición de su pequeña antes de dejarlo entrar al área de cuneros, la vio ahí, llena de cables, era tan pequeña, tan frágil.
Aún así era hermosa, lo más bello que sus ojos habían visto hasta ese momento, su piel tan blanca como la porcelana, su cabello del mismo tono que Keigo y su pequeña naricita salpicada de toda una constelación de pecas, Kaori era una pequeña muñeca.
Estuvo ahí, esa tarde dos días después de que nacio cuando las máquinas sonaron, su mundo se derrumbó cuando lo sacaron del lugar, Rumi llegó poco después, vio como su cuerpo tan pequeño se rendía, y cuando los médicos salieron simplemente lo supo, ella se había ido.
Su llanto fue desgarrador, su alma se rompía lentamente, lo dejaron ver a su pequeña cuando habían retirado todo el equipo, la sostuvo, tan pequeña, la pego a su pecho y lloro, ya no habría un mañana, nunca vería el color de sus ojos o festejaría un cumpleaños, su niña no crecería y sería una belleza llena de vida y luz.
—Mi niña— sollozo— mi pequeña, no puedo seguir sin ti.
Keigo llegó unas horas más tarde, él lo esperaba con la cachorra en brazos y lágrimas en los ojos, esperaba calor y contención, no lo que recibió.
—Eres un estúpido Omega inservible, no pudiste ni siquiera tener con vida a nuestra cachorra, debiste morir tu en vez de ella— gruño sin remordimiento.
—Keigo yo…
—Eres un chiste, no sirves como Omega— fue todo lo que dijo Keigo antes de marcharse.
Pasaron dos días para volver a verlo, miraba el pequeño cajón blanco que descendía en la tierra. No habían lágrimas, su cuerpo se sentía adormecido, como si todo fuera una broma de la vida o un sueño.
Recordaba el lindo mameluco rosa con que habían vestido a su pequeña y la mantita de conejitos en la que la arroparon.
Keigo se presentó al funeral pero jamás se acercó a él, solo le dijo que tenía dos días para sacar sus cosas de su casa y largarse. Lloro claro que sí pero fue por sus cosas y por suerte Rumi fue su ángel
Estaba con ella comiendo en su hogar unos días después cuando sintió su alma romperse nuevamente, un dolor diferente, su marca ardió como si fuego la cubriera y luego de ello el corazón le dolió tanto, grito y se rasguño como si necesitara sacar algo de su pecho y por último nada, no quedó nada.
Su lazo había sido roto.
❈—Fin del flashback—❈La audiencia en el tribunal estaba en silencio, el relato de Izuku era tan desgarrador, tan fuerte, los omegas presentes lloraban solo de imaginar aquello que había pasado el pequeño, afuera quienes veían el juicio desde su hogar sentían el vacío en su pecho.
Perder un cachorro era una cosa, que su padre lo asesinara deliberadamente era un hecho atroz, algo que necesitaba justicia.
—Gracias— soltó el abogado
Izuku bajó temblando y pidió que lo dejaran salir, sentía el peso de sus propias palabras en su cuerpo.
༻༒༺
El tercer día del juicio comenzó con la llegada dos testigos particulares
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Lazos (BkDk)
RomanceEllos están rotos, fueron traicionados y abandonados, la vida los junto. Aprenderán a sanar juntos y quizá algo más se desarrolle entre ellos. -Sigma x omega-