Lazos (BkDk)

𝗘𝘅𝘁𝗿𝗮:37.5 𝗜𝗻𝗮𝘀𝘀𝗮

—𝗜𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀—

Le gustaba ver su cabello largo, creía que sus rizos castaños se veían bien en el, que suavizan sus rasgos, eso creía ese verano de su primer año en secundaria, para ese momento ya sabía que su casta era omega, estaba bien con ello, su madre era dulce y le había enseñado que una casta no definía el valor de las personas.

Su padre a pesar de ser estricto nunca fue grosero, lo consentía tanto como podía y por ello no tenía nada en contra de la otra casta, pues sus progenitores le enseñaron que podían ser un equipo equilibrado.

Pero la vida cruel para su casta le enseño que pocos son los que piensan de ellos los omegas de la misma forma en que su padre lo hacía.

Ese primer año de secundaria marcó su vida de forma cruel, sabía que no era como un Omega común, no era fino ni elegante, ni sus facciones era suaves y angelicales, su cuerpo era grande y tosco y no podía lucir de manera adecuada la ropa de omega, sus compañeros siempre se burlaron de ello y terminó apagándose esa parte de él que anhelaba amor y un cuento de hadas.

Cortó su cabello tanto como pudo,comenzó a usar esa máscara de indiferencia, se mantuvo en ese carril de la vida donde debes aparentar que nada te duele pero mientras avanzas solo vas tratando de no caerte a pedazos.

Cuando entro a Shiketsu después de que aquel alfa que parecía dulce le hablara de aquella forma durante el examen de admisión a la UA le hizo sentir aún peor, se castigaba el mismo al no poder sacar a aquellos ojos dispares fríos y enigmáticos de su cabeza.

Fue ahí donde conoció a Izuku, el peliverde le sonrió cuando sus ojos conectaron, sabía que era Omega era evidente, su pequeña figura con curvas suaves y aquel rostro fino y hermoso, un alfa nunca parecería un ángel como él.

Al inicio creyó que como los omegas hermosos que conocía sería superficial y banal, adoro conocerlo, Izuku fue esa parte buena de la vida que te dice "ok este es un descanso de tanta mierda disfrútalo" y es que el Omega nunca lo dejo solo, siempre estuvo ahí.

—Volví a ver a ese chico— soltó sentándose al lado de Izuku en la cafetería haciendo que él peliverde levantará la vista del libro que sostenía —oh volvieron las gafas, me encantan como te quedan.

—Gracias Ina— sonrió Izuku mirándolo entonces con la pregunta en su rostro— entonces a ese chico que no sabes cómo se llama pero que te gustó

—Shoto Todoroki, es hijo de Endeavor— soltó Inassa— yo, peleé contra el hoy olvidándome del entrenamiento, fue hasta que un cenizo de mal carácter nos separó que me di cuenta de mi error. Creo que fue más miedo que rencor— soltó el castaño

—Vaya, eso fue malo, no te lastimaste?— vio al castaño negar y suspiro— Ina tener sentimientos por alguien más no está mal, eres un chico joven, carismático y hermoso, afortunado del que logré que te fijes en él.

—No se si quiero algo, muchos alfa me han dicho que no tengo nada de atractivo—conto con tristeza

—y son idiotas— soltó Izuku con una cálida sonrisa.

No entendía, realmente Izuku creía todo lo que le decía o lo hacía solo para que estuviera bien. Vio entonces al peliverde responderle un comentario a uno de sus amigos y se dio cuenta que el peliverde siempre era sincero y transparente.

Quizá Izuku tenía razón pero no quería tener un alfa, no en ese momento.

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Inassa realmente creía que el mundo era pequeño, cuando Izuku le llamo diciéndole que había pasado y le dio aquella dirección, no creyó que sería el hogar de aquel cenizo amigo de Shoto.

Claro con el tiempo se dio cuenta de la presencia del bicolor y de la amistad que tenía con izuku, estaba, bien, sabía que pocos podían luchar contra lo encantos naturales del peliverde.

Uno siempre terminaba queriendo más de esas sonrisas.

—Ina, en serio que ustedes dos son ugh— Izuku lo veía con el pequeño cachorro pegado a su pecho— te voy a atar a Shoto y no los soltare hasta que hablen o mejor terminen en la cama, tu le gustas y el te gusta y ambos se alejan, en verdad no los entiendo.

—Tengo miedo ok— soltó y su amigo lo vio con dulzura.

—Lo se cariño pero si quieres encontrar a alguien que te haga sentir bien debes perder el miedo y experimentar, mira yo no soy la mejor persona para darte algún consejo, mira como termine con Keigo, pero si algo aprendí es que no todo en la vida es tan cruel.—le dijo en tono maternal.

—A ti te gusta Katsuki y no le has dicho nada solo lo evitas después de ese beso— le refutó Inasaa.

—Si, yo quiero más de eso sabes? Y creo que le diré pero no encuentro un buen momento— soltó de pronto antes de sonreir— estoy dispuesto a ir contra todos por él, no me importa si es Omega como yo, no soltare lo mejor que me ha pasado en mi patética existencia

Inassa lo miro entendiendo que quizá Izuku tenía razón, si no lo intentas no sabrás de lo que te pierdes.

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— ¿Qué caja?— preguntó a su amigo que acariciaba su vientre enorme— pareces cansado estás bien?

—Oh solo creo que los cachorros están usando mis costillas como trampolines, dios duele,mira— tomo la mano de Inassa y la coloco en la parte superior de su vientre ahí se sentía el pequeño cachorro empujando con fuerza

—Parece que serán como su papá, pobre de ti si los tres cachorros terminan siendo explosivos, mal hablados y territoriales, esto será un caos— bromeo haciendo reír a Izuku que suspiro cuando al fin dejaron de intentar romper sus costillas.

Escucho ruidos en la habitación y vio el brillo en los ojos de su amigo en que salió de la habitación

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—Te luce bien el cabello más largo— escuchó que decía Shoto.

Lo miro nervioso llevando su mano a uno de los rizos de su cabello.

—Tambien te luce bien el cabello largo— dijo sin saber que hacer, quizá lanzarse por la ventana, lo descarto por qué no quería hacer enojar a Izuku, hormonal como estaba podría ser peligroso y vaya que lo sabía.