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Las palabras aún lo habían dejado impactado. Fue una noticia repentina e inesperada. Siempre pensó que sería el único en la familia.

Como el único heredero, por así decirlo.

—Entonces, ¿que dices? ¿Estas feliz, Katsuki?

El rubio frunció el ceño. Ahora entendía porque sus padres redecoraban la habitación vacía junto a la suya. Por esa razón había muchas cajas, cosas suyas viejas que usaba de bebe.

—Serás hermano mayor, Katsuki. —hablo su padre— Al fin tendrás a alguien más con quien jugar.

Él simplemente regreso a su habitación, sin decir palabras, solo subió de nuevo. Ambos adultos se vieron entre ellos. Su reacción era posible que pasara, era cuestión de tiempo para que su hijo se acostumbrará. No había vuelta atrás.

Un par de días después Katsuki volvió a como era antes. No feliz, pero si actuaba normal. Y cuando los tres estaban creando, él se atrevió a sacar el tema de nuevo.

—¿Será varón o niña?

—Bueno... —Masaru miro a su esposa.

—Con tu padre decidimos que fuera sorpresa. Tenemos un nombre por si es niño, pero queríamos saber si tu quisieras darle un nombre si es niña.

Katsuki dejo de comer.

—¿Que dices? ¿Te gustaría intentarlo? —pidió el castaño.

—No tengo idea, viejo. No ando por la vida pensando nombre para niñas.

Luego de eso la cena siguió callada.

(...)

Siete meses y medio. Mitsuki guardaba la ropa de bebé en su respectivo mueble. Pronto daría a luz. El doctor le dio un adelanto de la fecha, según él, nacería a principio de año.

—Que color más horrible para una habitación.

—Katsuki. Ya volviste de la escuela.

—Mira la hora. Siempre salgo a esta hora. Y repito, que color más feo para una habitación. Tuvieron que pintarlo de negro.

—¡No sería nada lindo! ¡Mi bebe estará rodeado de muchos colores! Y espero que ustedes se lleven bien.

Resoplo y siguió ordenando un poco la habitación. Intenta ver como dejar los muñecos de felpa en la cuna.

—Suki.

—¿Que? —la rubia volteo cuando no lo escucho bien.

—No creas que lo pensé desde que lo pidieron. Es lo primero que se vino a mi mente ahora. —justifico el rubio ceniza.

Mitsuki sonrío.

—Pensaba ponerte Natsuki o Naomi. Pero viendo que diste tu esfuerzo.

—¡Claro que no!

—Le pondrá el nombre que escogiste, Katsuki. Gracias por querer participar en esto del bebé. —su madre camino hacia su hijo y lo sujeto de sus hombros— De verdad espero que se lleven bien, no importa si es niño o niña. Solo no peleen todo el tiempo.

—Tsk. No prometo nada, bruja.

—¡No me digas bruja, mocoso!

(...)

¿Que si empezaron bien?

Por supuesto que no. Ella a cada rato lloraba y ninguno de los tres sabía el por qué. Su pañal siempre estaba limpio, la alimentaban cada dos horas y estaban al tanto de si quería jugar.

𝐻𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝐵𝑎𝑘𝑢𝑔𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora