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Cada paso era intimidante para todos. No tardó mucho en salir de la cápsula totalmente cambiada. Era mucho más alta, su cuerpo era de un tono violáceo y grandes garras.

Ya no era una persona.

—¡Es perfecta! ¿Tiene todo lo que te dije?

—Si. Mantiene su kosei, más las otras habilidades que pediste.

Tachibana sonrío al ver su plan avanzar. Los tres presentes vieron a la criatura dar el primero paso, seguido de otro y otro.

—Esta modificada para seguir tus ordenes. Quiero que sepas que también me seguirá a mi y a Shigaraki si la necesita. No te creas especial.

—¿Que? ¡Te dije que solo sería mía, anciano!

—¿Crees que estás en posición de pedir algo así como así? Los Nomus fueron creados para destruir sus objetivos y seguir ordenes. Así que Shigaraki Tomura también tendrá poder sobre ella.

—Pero... ¿Como rayos supo de esto? Dijiste que no dirías una sola palabra.

—No tengo tiempo para hablar contigo. Tengo muchas cosas que hacer.

El moreno apretó los dientes, observo al Nomu frente a él. Dio varios pasos quedando a centímetros de su rostro. Sabía que lo observaba.

—Escúchame bien, monstruo. Tu objetivo es Katsuki Bakugou. Quiero que al segundo de verlo acabes con él.

La criatura no hizo ningún movimiento ante sus palabras.

—Por tu bien espero que lo hayas entendido. —dio la vuelta para salir del laboratorio.

—¿Sigue... siendo ella?

—No. Su mente fue modificada por completo al igual que su cuerpo. Ya no es la niña a quien le dabas clases en casa.

Sakuya se acercó a ella. Con su mano rozo el rostro de la gran criatura, el Nomu no hizo movimiento alguno ante el tacto de la pelinegra.

—Suki...

—La mantendré en observación unas horas más. Para ver si todo está en orden, ya puedes irte.

La mayor asintió. Se dirigió fuera de la gran habitación oscura. Vio de reojo una última vez al Nomu.

(...)

Su cerebro solo grababa las órdenes que Tachibana le daba. No tenía conciencia propia, no sabía ni lo básico que debía saber una persona.

Solo fue creada para seguir ordenes y matar.

Según las órdenes de ahora, debía acabar con cada héroe que se metiera en el camino. Y eso estaba haciendo. Abrió su mandíbula liberando el cuerpo de un héroe, lo dejó caer al suelo y observo su alrededor.

Aun quedaban demasiados.

—¿Que haces ahí? —volteo hacia Tachibana— No pierdas el tiempo y sigue peleando. Quiero encontrar rápido a Bakugou.

Ella no asistió. Solo siguió atacando, explosiones salieron de sus manos arrasando con varios de ellos. Hizo uso de su cola para derribar a los que intentaban ponerse en pie.

El moreno mostró una sonrisa ante ello. La sangre se estaba esparciendo por el suelo como un río. Una mano en su hombro lo hizo voltear.

—¡Amor! Me alegra verte intacta. ¿Te gusta el espectáculo? —apunto a Suki acabar con la vida de mucha gente.

Sakuya apretó los labios. Aún no podía creer que la niña a quien le daba clases, quien le hacía dibujos cada que iba a su casa, la niña que pedía una cara feliz como calificación, fuera la criatura que ahora peleaba contra héroes sin piedad.

𝐻𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑜𝑠 𝐵𝑎𝑘𝑢𝑔𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora