Autocontrol (Senku x Gen)

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El sonido del segundero del reloj se iba amplificando en su cabeza como si el objeto se hiciera más y más grande e invadiera su mente impidiéndole que continuara con su trabajo. Se llevó dos de sus dedos a masajear su sien formando círculos, presionando suavemente la zona aún sabiendo que eso no calmaría su malestar. Porque no tenía ninguna patología.

La presión arterial en aumento, las pupilas dilatadas, sudoración en la palma de sus manos, temperatura cercana a la fiebre.

Senku se encontraba en la zona del laboratorio examinando y revisando algunas fórmulas que había ideado con la esperanza de crear una píldora que controlara por completo los celos, puesto que los supresores eran algunas veces deficientes, sobre todo en la temporada de apareamiento dónde las feromonas en el aire exterior eran un caos y necesitaban utilizar cubrebocas.

El científico suspiró, molesto consigo mismo, con sus deseos personales. Cuando era joven la temporada de apareamiento le parecía un evento aislado pese a ser un alfa, como un festival de música que veía a la distancia, que podía elegir si curiosear o no, que hasta se había jactado de poder estudiar ese fenómeno que provocaba que la gran mayoría de la población se dejara arrastrar por sus bajos instintos.

Pero todo había cambiado desde que conoció a Gen.

No lo supo desde el inicio, mas bien fue gradual, pero cuando finalmente se dio cuenta ya se encontraba en el ojo del huracán, imposibilitado de poder escapar de aquella tormenta de sentimientos.

Estaba claro que la forma de hablar y actuar adversa estaba guionada por ser un mentalista y actual embajador de Japón, pero el de ojos rojos había visto un poco más allá de lo que sus compañeros del reino científico fueron testigos.

Ese chico estaba alerta la mayor parte del tiempo, observando y recolectando información, sin embargo cuando estaban ambos solos... se dormía profundamente. Y al dormir era cuando finalmente podía observarlo sin el muro que el de ojos claros ponía.

Gen parecía reacio a los abrazos y muestras de afecto físicas, pero en aquel observatorio durmió con Chrome y él sin pensarlo mucho. Más de una vez el frío los había juntado a los del viejo mundo que estaban acostumbrado a la calefacción y pudieron compartir esa calidez sin mediar palabra.

Recordarlo era aceptar que lo extrañaba.

Para tomar un breve descanso, Senku fue al área de comedor donde había varias mesas y una cocina equipada pues la mayoría de personas que allí trabajaban estaban todo el día, motivo por el cual también había salas de descansos y duchas.

Un grifo se encontraba abierto, se acercó a cerrarlo y miró hacia la heladera que estaba abierta con alguien allí buscando seguramente comida.

— Ey, intenta no desperdiciar así el agua...

La persona se puso erguida asomando la cabeza por la heladera con un gesto asustado por haber sido atrapado en el acto.

— No le digas a Sai que probé de su comida...

Senku abrió sus ojos de par en par, allí mismo estaba Gen, ese omega que tanto los había ayudado con el reino científico incluso hasta el día de hoy y que se había robado más que la comida del matemático, el propio corazón de Senku.

— No sabía que vendrías... creí que aún debías quedarte unos días en Estados unidos...

— Mhn... Sí, sí... —Movió su mano descuidadamente y se rió.— Xeno me dio un descanso, dijo que si no regresaba para ésta época luego me arrepentiría...

"Ah, ese tipo..."

— Entonces, mentalista... ¿Por qué no viniste a saludar?

Gen se recargó contra la mesada y le sonrió mientras abría la barra de chocolate.— Quería darte una sorpresa pero a la vez no iba a interrumpir tu trabajo...

— Así que te escabulliste como una rata en la cocina...

— ¡Respétame! — Exigió sin enojarse o regañarlo, más bien fingiendo haber sido herido.— Senku-chan es muy duro conmigo~

Si no estuvieran en época de apareamiento esas palabras no hubieran significado nada más que un intercambio de sonrisas cómplices, pero el alfa sentía como la testosterona iba subiendo, acalorándolo. Lo peor fue mantener la distancia mientras el de cabello bicolor comía el chocolate, la realidad es que su accionar era de lo más normal, era la mente de Senku quién estaba sexualizando cada movimiento impropio.

Las imágenes que él veía estaban con un filtro de feromonas en medio, la sensualidad con la que acomodó su cabello detrás de su oreja y deslizó la dura barra de chocolate hacia su boca, apretando con los labios y dando un suave gemido de placer.

Eso último si que no se lo imaginó.

— Ah~ hacía tanto que no comía éste chocolate...

Divisó como la lengua del mayor se deslizaba por sus tersos labios, relamiéndose para no desperdiciar ni la más mínima molécula de cacao.

Si fuera un robot... estaría sobrecalentando sus circuitos, pero no era un robot ¡Tampoco un animal salvaje! ¡Debía controlarse!

Desvió la atención a la cafetera mientras nombraba todos los elementos de la tabla periódica con su número atómico, poniendo a funcionar el aparato, distrayendo su cerebro.

— Intenta tener una alimentación sana...

— La tengo~ pero cada tanto a uno se le debe permitir pecar ¿No, Se-n-ku-cha-n~?

Hablo entrecortado haciendo énfasis en su nombre mientras le sonreía travieso, metió el último bocado de chocolate en su boca y se chupó los dedos.

Sus orbes rubí trataban de no ver siquiera por su visión periférica, más no hacerlo hacía que los sonidos fueran peor, sus orejas se pusieron rojas imaginando al Omega entre sus piernas, besándole el miembro.

Era una tortura, él solo buscó un descanso de su trabajo para no pensar en la época de apareamiento y ahora estaba luchando consigo mismo para no liberar feromonas y tomar a Gen sobre esa mesa en contra de su voluntad.

— ¿Qué tal va el trabajo? ¿Avanzaste con las píldoras?

¡Eso! Si hablaba de sus investigaciones la conversación se tornaría sería.

— La industria farmacéutica es un poco más complicada de lo que pensé, sobre todo porque las pruebas no suenan agradables hacerlas con animales... tardaremos un poco más para pasar a las pruebas en la población...

— Eso se escucha muy complicado...

Senku le dió una tasa de café a Gen y se sirvió otra, de inmediato fue a sentarse esperando que el adverso tomara el lugar frente a sí para mantener la distancia.

El científico tenía la vista fija en el café pensando en beberlo deprisa y huir de allí, ¿En qué había pensado Xeno para enviarlo de regreso? ¡Seguramente solo quería estar con Stanley sin que nadie pululara por el sitio!

— Ay... me quemé... está muy caliente...

"No es lo único que está caliente" pensó. Suspiró y bebió un sorbo antes de escuchar un ruido metálico que lo llevó a desviar su mirada. Al ver sus nalgas en alto el alfa se ahogó y comenzó a toser.

— ¡Ay no! ¡Te dije que estaba caliente!

Estaba luchando por respirar mientras el diplomático le palmeaba la espalda, lo que servía solo para calentarlo aún más.

Gen tan solo se había agachado a levantar la cuchara que se le cayó pues él endulzaba el café a diferencia de Senku.

— Estás actuando muy raro... ¿Será que la temporada de apareamiento sí afecta al pequeño Senku~?

El mentalista habló coqueto y le acarició el cuello para probar su teoría, lo que no esperó es que el científico reaccionara como cualquier alfa lo haría, poniéndose de pie y empujándolo contra una de las paredes para arrinconarlo.

— Sí... ¿Tienes algún problema?

— P-problema... n-no...

Una de las características que más le gustaban de Gen era que parecía no conocer ciertas consecuencias de algunos actos, como si olvidara que Senku era un alfa, mejor dicho, aún lo trataba como a un niño.

— ... pero... tengo una reunión en media hora...

— ...

— ...

— ... ¿Estás bromeando?

Gen negó, tenía los pómulos rosados y sus ojos brillando.

— ¿Vendrás a casa en la noche?

El de cabello bicolor asintió.

Suspiró frustrado, se tapó el rostro con una mano y luego volvió a verlo, sujetó su mano y dejó un suave beso sobre el dorso de esta.

— Bien, aguantaré hasta tarde... ahora bebamos el café juntos... ¿Te parece bien?

— Me parece estupendo...

Senku le sonrió y unió sus narices en un gesto suave, lo amaba demasiado, había aguantado tantos deseos cuando Gen estaba a la distancia que soportar unas horas más por respeto a él y todo lo que había trabajado era lo mínimo que podía hacer.

— Senku... te amo...

— Mentalista, no te pongas sentimentalmente culposo, luego te cobraré todos estos engaños juntos...

— ¡No! Solo soy un indefenso y débil Omega que vino de visita sin tener dobles intenciones...

El de cabello largo se rió, ahora comprendía que tal vez no había sexualizado su accionar sino que Gen lo había hecho adrede para saber si esa época lo afectaba o no.

El alfa se sentó nuevamente— Guarda esas palabras de convencimiento para cuando debas pedir clemencia...

— Ay pobre de mi~ — El de cabello bicolor fue por la taza que dejó en la mesada.

— También te amo...

— ¿Nhm?

Gen se volteó, pero Senku estaba escondiendo su rostro tras la taza, se sonrió complacido de escuchar aquellas palabras y se unió a él a beber café.

Algunas veces se demostraban amor con no hacer cosas, el autocontrol era una de ellas. 

Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora