Cuello (Inui x Kokonoi)

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— Ese beta no sé si es estúpido o le gusta las controversias...

Kokonoi escuchó las palabras que decían los tipos que estaban a su lado y podía darles la razón con facilidad.

Inui era un beta más del montón, sin embargo tenía características físicas y de personalidad que atraían las miradas hacia él.

Era un pandillero que siempre iba bien vestido, que se lo escuchaba llegar debido a sus tacones, dotado de una belleza gélida y como si fuera poco, llevaba su cuello al descubierto.

— Esa zorrita va provocando por ahí...

— Deberíamos darle lo que está pidiendo...

Exponer de esa manera tan vulgar esa zona que era excitante para los alfas daba como resultado que aunque no fuera un omega, quisieran doblegar su voluntad.

Todos los que estaban en aquel callejón haciendo negocios entre sí bajo la mirada cuidadosa de Koko para controlar los números se fueron hacia el rubio buscando amedrentarlo en grupo, sin embargo no funcionó.

El rubio intentó pasar pero los alfas le cortaron el paso e intentaron tocar su cuello, en ese momento, como si tuviera un interruptor que cambiaba en un segundo de perro de compañía a perro de ataque el chico tomó una barra de metal para defenderse.

El de ojos felinos siguió al chico con su mirada fija, expectante, vio como los fue golpeando, bloqueando, arrojando al suelo hasta que solo un hombre había quedado en pie.

Finalmente esa mirada clara se cruzó con sus pupilas oscuras y caminó hacia él limpiándose la sangre de su mejilla con sus nudillos raspados. Se reclinó un poco para apoyar la frente contra el hombro impropio.

— Hueles muy bien...

Kokonoi alzó una mano para acariciarle el cabello suave que tenía el chico, Inui no podía oler sus feromonas pero si perfumes por ello había enviado a hacer una fragancia especial que se pareciera a sus feromonas para que su beta pudiera sentirlo.

— Vámonos al coche...

El omega sentía la humedad en su trasero, verlo pelear siempre lo ponía cachondo, quería hacerlo en ese instante pero debía resistirse, después de todo era un juego suyo que Inui fuera por la vida con esas vestimentas y buscando pelea.

A Koko le gustaba exponer y poner al alcance de la mano ese cuello que nadie podría marcar ni tocar, sabiendo que era solo suyo.

— ¡Ah!

El de pelo negro se sorprendió al ser cargado en brazos, se había quedado perdido en sus pensamientos e Inui no era una persona paciente, además había tomado la orden de ir al coche como que él debía llevarlo.

Mientras caminaban se aferró a sus hombros y se puso a ver el cuello delgado y pálido impropio, como omega no tenía el instinto de morderlo, sin embargo pensar que un alfa podía dejar marcas en esa zona le hizo sentir inseguro, acercó su boca y le propinó una mordida que abarcaba mucha de esa piel, con fuerza, hincando sus dientes de omega lo más que pudo.

El rubio jadeó y se subió a la parte trasera del coche, cuidando de no golpear a Koko que mantuvo sentado sobre su regazo de lado, le acarició las piernas pero enseguida vio su cara de decepción.

— ¿Te sientes mal?

— Mis colmillos no son tan afilados... — Murmuró acariciando la mordida dada, un alfa haría más daño.— ... si fuera un alfa la mordida duraría meses... pero está solo estará hasta el amanecer...

— Mejor, me gusta más así...

— ¿No quieres que se sepa que estamos juntos?

Inui le sonrió, acarició despacio su labio inferior y luego el superior para exponer uno de esos colmillos tan bonitos que Koko tenía.

— Prefiero que tengas que morderme a diario para dejar una marca porque eso significa que estaré todos los días a tu lado...

El omega no esperaba un ataque así por lo que se sintió avergonzado y lo abrazó escondiendo el rostro contra él.

— Koko, te ves bonito cuando te apenas...

— Cállate y házmelo...

— Solo si me muerdes más fuerte...

El omega se sentía afortunado de tener un perro que pensará como Inui, el amor podía ser complicado en sociedades con castas tan marcadas, pero junto a ese beta sentía que podía ir contra el mundo.

Sin dudarlo Inui comenzó a manosearlo y Koko expuso sus colmillos abriendo su boca grande para dar una buena mordida en el mismo sitio buscando que ese cuello fuera suyo y solo suyo.

Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora