Parche (Hanma x Kazutora)

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La mañana llegó húmeda y calurosa, alzó sus párpados observando la habitación que aún olía a sexo, las feromonas de Hanma y suyas todavía estaban mezcladas haciendo que el aire fuera difícil de soportar.

Se recompuso sintiendo un fuerte dolor en su cadera, en sus esfínteres, como pudo, a movimientos pequeños se levantó de la cama para ir hacia el ventanal y abrió la ventana, de esa forma el aire fresco barrió el aroma de la habitación de hotel y finalmente el Omega pudo respirar con calma.

— No sabía que odiabas tanto mis feromonas...

Kazutora volteó a ver a Hanma, un alfa que había conocido en el bar de ese hotel y que las cosas habían ido muy deprisa, todo lo que pudo salir mal salió. No, al menos no hubo nudo.

— No estoy acostumbrado a lo fuertes que son en alfas dominantes...

Lo dijo con una sonrisa suave, bajó la mirada a las manos adversas viendo que tenía un botiquín, eso le estrujó un poco el corazón, tanto que se llevó la mano a su cuello.

De un lado tenía un tatuaje de tigre y del otro una mordida fresca, con sangre seca y que aún dolía, pero lo que más le deprimía era lo que esa atadura conllevaba.

El alfa se sentó en la cama y palmeó a su lado.

— Ven, déjame curarte...

El joven de lunar cerca de su ojo le hizo caso y mientras Hanma lo curaba, él se hundía en sus pensamientos fatalistas.

Ese año había sido una auténtica locura, para mal. En el transcurso de seis meses su vida se había vuelto un infierno, su pareja lo engañó, perdió su trabajo, sus padres no querían saber de él y recientemente lo habían echado sin razón alguna de la casa que alquilaba, motivo por el cual había salido a alcoholizarse y ahora tenía una mordida de un tipo que no conocía.

Agachó la cabeza, aguantando las lágrimas. La mordida debía ser algo especial y en una noche de sexo toda su vida terminó por irse por la borda, estaba seguro de que aunque habían sido bastante calientes, ninguno estaba en celo o tan desquiciado como para atarse así el uno al otro... pero su mala suerte lo perseguía.

Las primeras lágrimas cayeron cuando Hanma colocó el parche curativo sobre su mordida. En silencio le acarició el cuello y luego su mejilla.

— No te sientas triste, tomaré responsabilidad de lo que hice y te daré una buena vida...

Kazutora se sorprendió demasiado de sus palabras, lo abrazó rompiendo en llanto, descargando la frustración e irá que sentía de todos los hechos que habían ocurrido ese año, creyó que ahora sería un omega que debería ocultar la mordida, que no podría conseguir pareja porque los omegas marcados y abandonados no los quería nadie y también que en base a eso tendría problemas de salud.

Pero no, ese alfa desconocido resultó ser mucho mejor persona de lo que creyó, tal vez no inmediatamente pero estaba seguro de que a su lado podía ser feliz.

— Gracias... en verdad... este año... fue horrible... si tan solo supieras lo que sufrí... gracias...

— Lo sé, cariño, lo sé... pero ahora estarás conmigo y nadie se atrevería a lastimarte.

Las palabras de consuelo eran ciertas, desde que lo vió quiso cuidarlo, Hanma sabía de buena mano todo lo malo que le había sucedido a Kazutora esos meses porque fue su plan para dejarlo solo y desesperado y ahora tenerlo solo para él.

Fue amor a primera vista y el trabajo de esos meses finalmente dió sus frutos, ahora ese omega con su parche podía exponerlo con orgullo.

Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora