Omegacember 2023

Cuidados post (Ayato x Thoma)

El alfa deslizó sus dedos por la espalda foránea de forma delicada, el omega recostado en la cama suspiró y lo vio mover sus pies, frotarlo entre ellos buscando un poco de fuerzas para estarse quieto.

Ayato se sonrió mientras le pasaba cremas y aceites corporales por su espalda, untando cada herida para curarla con cautela.

Las marcas de los latigazos aún estaban rojizas, más no eran heridas descontroladas y de castigo, todo lo contrario, cada golpe era dado en un sitio en particular para que Thoma gimiera de placer bajo su anatomía.

Masajeó los costados de su cuerpo y también sus glúteos ligeramente hinchados por las nalgadas.

— ¿Estás bien? Te noto tenso... ¿Fui muy brusco?

El rubio negó varias veces.— Para nada, solo que sus manos se sienten demasiado bien...

El alfa ladeó una sonrisa maquiavélica que el omega no podía ver al estar boca abajo en la cama.

— Es importante luego de cada cesión cuidar tu cuerpo, es parte de la diversión y responsabilidad del acto ¿Acaso te aburre lo que hago?

Fingió sentirse herido, hacerse la víctima solo para ver cómo Thoma se desesperaba por hacerle saber que todo lo que hacía era de su agrado.

— ¡No, Waka! ¡No dije eso! Yo estoy agradecido por sus enseñanzas y sus cuidados, me hace sentir una persona afortunado de tenerlo...

Mientras él hablaba, Ayato había tomado un ungüento y con sus dedos presionó su ano, lo cual hizo que el omega gimiera.

— ¿W-waka?...

— Solo estoy poniéndote esta pomada para que no se irrite está bonita parte de tu cuerpo~

— S-sí...

Verlo aguantarse sus gemidos lo ponía divertido, acarició su ano de forma superficial con su pulgar y hacía círculos pequeños para esparcir el producto. Luego empujó la falange para acariciar sus esfínteres y se recostó a su lado para ver sus facciones.

Thoma parecía un cachorrito retorciéndose contra la almohada y dándole miradas como si pidiera más atención.

El alfa pasó una mano bajo el cuerpo desnudo impropio para abrazarlo y dejar algunos besitos cortos contra sus labios.

— Thoma... — Movía sus dedos dentro del omega a un ritmo suave.— ... ¿Te apetece hacerlo lento? — Le besó la oreja y empujó más dentro su dedo.— Quiero metértela despacio... pero muy profundo... cogerte suave...

— Waka, puede hacer conmigo lo que usted guste... — Musitó con sus mejillas rojas intentando no mover su cadera para frotarse contra él.

Ayato lo besó, le dió un pico superficial antes de asomar su lengua para lamerle los labios e invitarlo a imitarlo, sus lenguas se unieron y mientras el alfa continuaba moviendo sus falanges dentro del cuerpo de su bonito omega que temblaba por la anticipación de hacer algo más calmado, era que él se sentía muy afortunado de tenerlo como familia.