« Dos hermanas con una vida ya planificada desde el momento en el que nacieron, pero ambas querían cosas distintas... Y a personas distintas »
tw; homofobia,
problemas parentales,
uso de drogas.
♡ : 2yeon, sahyo.
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JIHYO'S POV:
Nuestra rutina de casa volvió a ser la misma de antes, con la excepción de que teníamos un poco más de libertad y papá no andaba merodeando por ahí. Nayeon pudo tener su amada guitarra en su habitación y comenzar a practicar más seguido, mamá lo permitió si le prometía que no se desviaría de los estudios y «del buen camino». Dahyun tuvo la entrada permitida a casa, mientras que Sejeong aún tenía el paso prohibido. De alguna forma, mi madre aún no tiene sospechas de Sana, por lo que es quien tiene la mayor libertad para venir a verme cuando quiera. Incluso podemos tener pijamadas.
Comienzo a creer que el que mi madre sea quien manda en nuestro hogar es lo mejor que pudo habernos pasado. Es estricta, sí, y aún tiene la religión en niveles altísimos, pero al menos no infunde el terror como papá solía hacerlo. Es incluso hasta más amorosa con nosotras últimamente.
Aun así, ninguna de las dos podemos perdonarle todos los años en los que vivimos limitadas y aterrorizadas, así que las demostraciones de cariño se las tiene que guardar para sí misma muchas veces.
En la escuela todo siguió normal, con la única excepción de que Nayeon y Jeongyeon ahora son más apegadas que nunca, y todos los chicos que solían ser pretendientes de mi hermana se rindieron.
Yo aún tengo que rechazar a algunas chicas que me ofrecen «quitarme el estrés». Aunque eso no me molesta, ya que llegar a la cafetería y ver a Sana en la tarde es lo mejor que me podría pasar. Si tengo que rechazar a mil chicas al día por ella, lo haré.
Por lo que sé, ella también ha tenido que rechazar a gente en su escuela. El baile de graduación es en algunos meses y ya hay gente queriendo invitarla. Para nuestra suerte, en nuestras escuelas se permite invitar a gente de fuera como acompañante.
Sabiendo que ya varios de sus compañeros están tomando la iniciativa con ella, en la cafetería le pediré que venga conmigo a mi baile de graduación. Compré anillos en conjunto que son bastante lindos, a mi punto de vista, fuera de lo común. El suyo tiene una perla de color morada, mientras que la mía es amarilla, pero el resto de diseño es igual, simulando ser una rama de árbol de oro.
Cuando le pedí el dinero a mamá, tan solo le dije que Sana estaba atravesando por un momento difícil y que su fe se vio envuelta en una crisis, por lo que necesitaba una amiga como soporte emocional y que le llevara un poco de alegría. Se lo creyó y me dio incluso más de lo que necesitaba.
Terminando de guardar la cajita dentro de mi bolso, lista para salir de casa, me llegó un mensaje de texto, lo abrí de inmediato, sonriendo al ver de quién se trata.
