Capítulo 1

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Domingo, 9 AM

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Domingo, 9 AM.

NAYEON'S POV:

Sin importar lo que haga, a mis padres no les interesa que yo quiera subirme a un escenario y cantar. Mi sueño siempre ha sido ese, convertirme en una gran cantante, reconocida por todo el mundo y adorada por muchos. Ellos tienen otros planes para mí, pese a que les he dicho un par de veces que la medicina no me apasiona, insisten en que eso es lo que debo estudiar. No lo intenté una tercera, ya que me amenazaron con no dejarme salir con mis amigas durante tres meses. Y sé que son capaces de ello e incluso más.

Han controlado hasta mi vida amorosa. Por ser la mayor –por diecisiete minutos exactos– quieren que yo sea la primera en presentarles una pareja, y como eso no ha sucedido desde que nos dieron el permiso de tener novio, ellos me presentarán a alguien. Un chico de la iglesia, a quien conozco por el sobrenombre que mi hermana y yo le hemos puesto hace cinco años atrás, «San Christopher».

He accedido simplemente porque sino se pondrán insoportables, los conozco muy bien como para saber a qué punto llegarían solo para que le dé una oportunidad a ese chico. No quiero ni saber qué ocurriría si se llegasen a enterar de que no tengo interés en ningún hombre y que jamás lo tendré. Al igual que mi hermana.

A Jihyo la cuido tanto como si fuese un perrito bebé que viene delicado de salud, no me gusta verla sufrir y mucho menos por culpa de nuestros progenitores. Es por tal razón que siempre la cubro en ocasiones desafortunadas. Mi hermana es un tanto mujeriega, suele traer mujeres a casa cuando nuestros padres se encuentran de viaje –afortunadamente no han puesto cámaras en casa– o va a sus viviendas para tener aventuras de una sola noche. Una única vez conocí a una novia oficial, y le duró seis meses.

Somos bastante unidas desde pequeñas, mamá nos cuidó hasta los cinco años, cuando retomó su puesto como científica. Jamás compartimos habitación, ya que en nuestra casa incluso sobran éstas, pero aún así, durante las noches nos escabullíamos para dormir juntas. Cuando alguno de nuestros padres nos veía en la mañana, siempre nos excusábamos con que teníamos pesadillas.

— Nayeon~ah, ¿en qué piensas tanto? —Jihyo interrumpió mis pensamientos, moviendo una de sus manos en frente de mis ojos.

— ¿Tienes algo que hacer por la tarde? —susurré, tratando de no llamar la atención.

— Mamá quiere que leamos juntas el versículo que nos quedó pendiente la vez pasada.

Asentí, tratando de idear alguna excusa que sirva para poder sacar a mi hermana de allí. Usualmente, es más fácil que nos den permiso para salir si vamos juntas, así se aseguran de que no acabemos en la cama de algún extraño. Aunque eso no funciona con mucha eficacia, ya que siempre que pedimos permiso para ir juntas, alguna acaba haciendo algo que no tenemos permitido. Nos cubrimos la espalda de una manera en que nadie podría sospechar que estamos haciendo algo en contra de todos los principios de nuestra familia.

our parents; 2yeon, sahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora