Capítulo 2

262 36 5
                                    

JIHYO'S POV:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JIHYO'S POV:

La escuela se ha vuelto un refugio para mí, honestamente. Es mil veces mejor venir aquí que quedarme en casa y soportar el tener que leer y repasar un versículo con mi madre. A Nayeon la deja en paz en ese sentido, porque al ser pequeñas, ella aprobó nuestra clase de religión hasta con felicitaciones de parte de nuestro profesor. Pero yo una vez me equivoqué en contestar una pregunta sobre Moisés y uno de los 10 mandamientos, desde entonces, he sido condenada a leer un versículo cada día, por suerte; mi madre se ha dado cuenta de que aprendí la lección y ahora es algo semanal.

La escuela me ha servido para conocer muchas chicas, una de ellas; la única novia que he tenido en mi vida. Fue una relación de corta duración porque ella decidió que no quería estar con alguien que debe ocultarse de sus padres. No la juzgo, no sé si yo podría soportarlo tampoco. Sufrí por ella durante meses, no tenía ánimos de hacer lo que debía en casa, pero no tenía otra opción que pretender estar bien, para no llamar la atención de mis padres. La única que me apoyó en todo fue Nayeon.

Mi sueño siempre ha sido ser bailarina, pero también cocinera. Desde pequeña aprendí a cocinar, ya que si quiero ser una "buena esposa" debo saber hacerlo. No lo tomé como algo malo, sino como algo que me ayudaría en momentos demasiado estresantes. Es así como lo utilizo ahora, cuando quiero relajarme, me dirijo a la cocina y hago mi magia.

Me gusta pensar que, a pesar de todo, nuestra casa no está tan mal. Hablando sobre el ámbito familiar.

Tenemos una buena mesada, libertad para elegir en qué gastar nuestro dinero, habitaciones propias, tiempo a solas y generalmente tenemos permiso de salir con amigas. De vez en cuando, en raras ocasiones, también recibimos palabras cariñosas y alentadoras de nuestros padres, es mucho más común verlo en mamá, pero de todas formas, no es algo de todos los días. 

A pesar de luego recuerdar todo lo que tenemos prohibido, las cosas que estamos obligadas a hacer, las palabras desagradables que recibimos muchas veces y las cosas que debemos hacer para poder aislar las malas emociones generadas por nuestro hogar, quiero ser positiva.

Hemos vivido 17 años de esta manera, supongo que el acostumbrarse solo hace que el deseo por pensar en positivo crezca.

Me encuentro sentada en un banco del salón de clases, esperando a que Nayeon vuelva del baño. Siento a alguien sentándose a mi lado, me giro, pensando que mi hermana por fin ha llegado, pero me sorprendo al ver a mi ex novia.

— Momo...

— No digas nada, por favor —me interrumpió, tomando mi mano—. Solo quería pedirte perdón, estoy muy arrepentida por cómo se dieron las cosas entre nosotras.

Tan solo vi la unión de nuestras manos y asentí.

— No te preocupes, entiendo tus razones.

— Pero no fue una buena razón, Hyo, no fui tolerante contigo.

our parents; 2yeon, sahyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora