our parents; 2yeon, sahyo

Capítulo 11

NAYEON'S POV:

Todo se fue a la mierda en un par de horas, comienzo a creer que mis padres odian verme feliz y libre. De todas formas, creo que es mejor que esto me esté ocurriendo a mí en lugar de a Jihyo; sería muy difícil para ella decir que no, y probablemente terminaría accediendo a hacer lo que nuestros padres dicen. Por mi parte, ya estoy harta de todo esto, y si ellos deciden que no quieren aceptarme, están obligados por el gobierno a mantener a sus hijos hasta que éstos sean mayores de edad.

Suerte que faltan un par de meses para mi cumpleaños.

Aun así, no dije nada en cuanto Christopher se arrodilló delante de mí para proponerme matrimonio. No me vi capaz de enfrentarlos en una situación así, no en este momento. No cuando tuve un día maravilloso con Jeong.

Con Jihyo estuvimos en la cena hasta el final de la velada, pero yo no dije otra palabra, y no terminé de comer mi postre. El solo pensar en que debo de responderle en un par de días hace que mi estómago se cierre. Luego de que los invitados se fueron, mi hermana y yo nos encerramos en mi habitación a hacer pulseras. Mis padres no intervinieron ni dijeron algo más, tan solo sonreían y me veían orgullosos, como si fuese a decir que sí a la propuesta.

En este instante, quiero reírme en sus caras, porque no van a tener en dónde esconderse cuando le diga que no a Christopher y les mencione en ese mismo lugar que soy lesbiana. Porque eso es lo que planeo hacer.

Y pese a todo, estoy asustada. Porque aunque yo quiera ser libre y actualmente ignoro lo que mis padres piensen u opinen, sigo teniendo el mismo miedo de cuando era pequeña; miedo a que me rechacen o me apunten con un dedo por algo que hice mal, el ser castigada u obligada a ir a la iglesia a confesar mis pecados. Tengo miedo del castigo con el que me han amenazado algunas veces, la humillación pública a voz del pastor.

No es que ese hombre me importe, pero sí que le tengo miedo al rechazo social. Creo que es un poco imposible no tenerlo al haber crecido en una familia como la mía.

Observo a Jihyo concentrada en su pulsera y sonrío, mi hermana es la única persona con quien siempre he contado realmente, siempre intento protegerla de todo, y que esta vez ella lo haya hecho por mí me hace sentir afortunada de tenerla. Amo a Jihyo con toda mi alma, y adoro tenerla conmigo desde que nacimos, porque ella siempre ha sido el mayor apoyo y motivación que he tenido para seguir.

— ¿Qué me ves tanto? Que yo sepa no te debo dinero —dijo ella, despegando la mirada de su pulsera.

Río, sabiendo que se hace la dura solo para ser graciosa.

— Solo quiero que sepas, Jih, que te amo mucho —dejo mi pulsera a un lado para abrazarla, sin importarme mucho que ella esté con la suya en mano.

Ella me devuelve el abrazo fuertemente, apoyando su mentón en mi hombro. La siento llorar después de un rato.

— ¿Te vas a mudar? ¿Por eso me dices esto? No me digas que vas a aceptar la proposición, Nay.

— No lo haré, tranquila.