Extra 2 - Nuestro Amor para Siempre

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Hace aproximadamente quince minutos Roseanne pidió que la dejaran sola en el estudio. No se estaba sintiendo muy bien.

—¿Que mierda me pasa?—se preguntó.

Nunca había sido de las personas que se enfermaban, tampoco de las que se debilitaban de la nada. Así que comió un chocolate que había en su bolso y cerró los ojos.

Cuando los abrió tenía muy cerca a su amiga de flequillo y ojos marrones.

—Liceee.—y se echó para atrás de golpe haciéndola reír.

—Vine porque me dijeron que te sentías mal—y la peinó con sus manos—. ¿Será el sobre trabajo de nuevo? Te estas pasando un poco con el nuevo comeback.

La rubia resopló.

—Teddy Oppa se retiró, ahora parece que debo trabajar el doble.

Y dio una arcada de repente, Lisa entró en acción y buscó lo más rápido que pudo una papelera para que Rosé vaciara su estómago en ella.

—¿Quieres agua?—Rosé asintió—, ten, Rosie. ¿Quieres ir al medico..? Ohhh...

Lisa conectó los puntos mientras veía a su amiga limpiarse la boca. Se sentó en el piso y empezó a reír.

Rosé inmediatamente la miró con el ceño fruncido.

—¿De qué te ríes, idiota?

Pero ella seguía riendo, e incluso tenía los ojos un poco cristalizados.

—Oh, Rosie Posie... estas embarazada.

¿Qué? Se preguntó.

Hace algunos meses Jisoo y ella intentaron por segunda vez el tratamiento para quedar embarazada, pero... ¿había funcionado esta vez? Se había deprimido mucho cuando no dio resultados, pasó al menos dos meses en casa antes de darse cuenta que tenía que seguir intentándolo.

Ellas empezaron a intentarlo un año después de casarse. De todos modos, Jisoo ya tenía treinta años y quería seguir joven cuando sus hijos crecieran.

Por eso el corazón de Rosé empezó a latir más rápido, y buscó su teléfono.

—¡Amor! ¿Sucede algo?—escuchó al otro lado de la línea.

Y no pudo evitar sonreír.

—Nada, solo quería decirte que te amo y que seguramente llegaré algo tarde para cenar, no te comas todo el kimchi antes de que llegue.

Jisoo rió.

—Esta bien, bebé, solo haré la cena un poco más tarde, no te esfuercez demasiado o también le deberás explicaciones a Hank.

Rosé negó con la cabeza, imaginando si es cierto lo que pensó Lisa. Si es así, será una cena especial esta noche.

—Nos vemos en la noche, te amo.

—Yo más, Chaengnie.

Lisa se le quedó viendo expectante toda la conversación, hasta que Rosé la miró.

—Vamos al médico.

Y Lisa se levantó como un rayo, tomó las cosas de Rosé y fueron en su auto.

Cuando llegaron a la clínica, varías enfermeras ya la conocían. Había visitado el lugar muchas veces ya, y algunas eran fans de la música que escribía y producía.

Finalmente se hizo el examen de sangre recibiendo muchos ánimos del equipo de salud y fue con Lisa a comer helado mientras pasaba la hora.

—¿Crees que si estés esperando un mini Kim?—le preguntó Lisa.

So Sweet | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora