Historias de Exes

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El camino a la pista de hielo fue un tortura para Jisoo. Jennie no dejaba de recortarle como le daba besitos a Rosé y le decía que le diera más.

Ella estaba roja de la vergüenza, escondida entre los brazos de su novia, quien la miraba con dulzura y orgullo. Le gustaba ser ella quien ponía a Jisoo en ese lugar. Ser la única persona a la que podrían imaginar a Jisoo abrazada a su cintura y su cabeza escondida en su cuello mientra le acariciaban la espalda.

—No puedo dejar de imaginar—y Jennie rompía a reír otra vez.

Rosé le dio una mirada de reprimenda cuando Jisoo tapó su rostro en el cuello de la rubia muriendo de vergüenza.

—Chu—le susurró—, no dejes que Jen te atormente, sabes que solo te molesta porque es tu amiga.

Jisoo gruñó.

—Ya llegamos, por si Jisoonie esta muy perdida en Rosé—habló Lisa—, parece que se fuera a fundir con ella.—murmuró eso último.

Llegaron a la pista de hielo y luego de un par de palabras de Rosé, Jisoo mejoró su estado de ánimo.

La pista de hielo era al aire libre, estaba iluminada por luces de navidad y decoraciones de pinos. Todos envueltos en capaz y capaz de ropa por el frío que empezaba salvaje está temporada.

Habían muchos niños y familias, el ambiente era agradable.

Se pusieron los patines y entraron a la pista. Rosé y Jisoo eran bastante buenas patinando, en cambio Jennie y Lisa...

—Mi pantalón esta todo mojado.—se quejó Jennie.

—Bueno, pero fue tu idea.—replicó Lisa sonriendo.

Jennie resopló.

—¿Y por qué me haces caso? No me gusta patinar.

Y Lisa negó riendo mientras acompañaba a Jennie en el piso.

Por otro lado, la pelinegra se había dado cuenta que el teléfono de Rosé no paraba de sonar, y veía como la rubia nerviosamente colgaba y bloqueaba el número.

Debería preocuparse si eran muchas personas llamando o una sola persona que cambiaba de número. Pero decidió no decir nada por el momento. Aún no se sentía del todo bien por su vergüenza con Jennie.

Por un momento, se dio cuenta que Rosé no estaba a su lado porque se había quedado hablando con alguien en la pista. Una chica. Su rostro se veía algo incómodo, así que rápidamente llegó hasta ella.

—¿Pasa algo?—le preguntó.

Rosé se veía algo nerviosa.

—Ah... no, no. Es que...

—Me encontré a Rosie después de unos meses sin vernos—terminó la otra chica—. Es un placer volver a verla.

Rosé quedó congelada como el hielo bajo sus pies.

—Ah, que bueno...

La rubia se aclaró la garganta.

—Ella es Eme, también es letrista y la conocí en...—no lo recuerdo, mierda.

—La fiesta de Columbia—Rosé asintió, como si de verdad la recordara—, Rosie me cayó muy bien desde ese día y fuimos como amigas un tiempo.

Como amigas, resonó en la cabeza de Jisoo.

—Si, claro.—Rosé se aclaró la garganta— Bueno, Eme, ella es Jisoo, mi novia.

Jisoo tembló al escuchar como era la primera vez que la presentaba así, y así no se percató que Eme abrió los ojos en sorpresa cuando escuchó su nombre.

So Sweet | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora