So Sweet | Chaesoo

Chica mala y chica buena

Jisoo llegó al edificio dando saltitos y cegando a todos con una hermosa sonrisa. Al entrar en la oficina ya dejo de saltar, no soportaría los comentarios. Aun así, caminó muy feliz, guiñandole el ojo al recepcionista y dando los buenos días a quien se le cruzara

Hoy son muy buenos días.

Recordaba la sesión de besos de esta mañana, preparar el desayuno con Chae abrazándola por detrás y hablar sobre lo mucho que se necesitaban.

Con todo eso, no podía dejar de sonreír.

Jennie se cruzó en su camino y se detuvo con curiosidad.

—Pero que buen ánimo tienes.

Jisoo la miró divertida, negando con la cabeza.

—Hoy es un buen día.—dijo enseñando sus dientes.

Jennie le dio una sonrisa de gato.

—Si... ya veo.—la analizó— Puedo reconocer cuando unos labios han sido besados toda la noche.

La mayor iba a continuar caminando y Jennie se le puso al frente con una mirada muy pícara. La castaña estaba disfrutando eso.

Nayeon llegó al ver la sonrisa de Jisoo.

—Mira estos labios, Nayeon.—y Jisoo se cruzó de brazos.

Cuando Jennie los fue tocar, la mayor hizo como si estuviera espantando para evitarla y la menor se echó a reír.

—¡Perdón! Cierto que ya tienen dueña...

—¡QUE!—Nayeon dejó caer su papeles y Jennie no podía parar de reír.

—¡JENNIE!

—Tranquilaaa, no te volveré a molestaaar.—la menor sostenía su estamos riéndose— No quiero que tu chica venga y me ataque.

Jisoo rodó los ojos y empezó a caminar.

—¡Chae no haría eso!—dio un pisotón.

Jennie se puso roja de la risa mientras Jisoo roja de la vergüenza. Entró en su oficina... y estalló de risas. Las cuales tapó con sus manos.

Cuando vio su teléfono, tenía un mensaje de Chae.

Chaengnie 🐿🩷

Avísame cuando llegues ¡ten un buen día!

Jisoo sonrió, y comenzó a escribir.

Ya estoy en mi oficina, y si, es un buen día, gracias a ti.

El día fluyó normal, hasta que Jennie irrumpió en la oficina de Jisoo como era de esperarse para invitarla a cenar, y aunque ella no quisiera, iba a terminar soltando el té de Chae y su cena.

A regañadientes, siguió a una Jennie parlanchina caminando hacia el comedor de la empresa.

Cuando Jisoo saco su almuerzo, tenía una nota en el, la que vio confundida y Jennie la miró con atención.

¡Recuerda comer! (O no habrá besos)

—JAJAJAJA—Jennie empezó a reír.

Quería sentirse avergonzada... pero la verdad es que mando todo a la mierda. Tomó la nota entre sus manos y sonrió para guardarla en su libreta.

—Necesito que me cuentes aunque todo sea muy obvio.

Jisoo se encogió de hombros.

—Tuvimos una cena, nos confesamos, nos besamos y ya.

Y comenzó a comer.

Jennie la miraba con el ceño fruncido.

—Me voy a buscar otra mejor amiga si no me cuentas tus avances románticos, Kim Jisoo.