Las locuras que hace un grupo de ebrias es algo que jamás creí ver en mi vida, especialmente porque no suelo ir a fiestas en donde haya cantidades enfermas de alcohol… aunque tampoco en esta fiesta había mucho alcohol que digamos, simplemente las chicas eran pésimas para beber y por eso terminaron de esta forma
Star continuaba riendo estruendosamenre mientras estaba en el suelo, al cual cayó hace varios minutos por reírse del mismo chiste sin gracia que ella había provocado.
Por el otro lado, Karma se había quedado completamente dormida en el suelo, roncando estruendosamente con cierta tranquilidad qué envidiaba, después de todo, Rakkun ebria era la cosa más melosa qué haya existido nunca.
–Jejeje, eres tan lindo cuando te sonrojas –decía con una voz que claramente era de una ebria.
Claro que estaría sonrojado, despues de todo Rakkun me abrazaba con fuerza para evitar que me alejara de ella, al mismo tiempo que pegaba su pecho contra mi brazo, dejándome sentir lo suaves que eran.
Y tampoco podía separarme de ella, ya que en el minuto en el que me suelta comienza a llorar descontroladamente, algo que preferiría evitar en estos momentos.
–Eres mio y de nadie más, mio mio miomiomio… meow meow –dijo antes de comenzar a actuar como un gato.
Estaba seguro de que pronto se cansaría y que se quedaría dormida al igual que Karma, tan solo debía esperar a que su energía de ebria se acabara.
Mire a Star en el suelo, mientras poco a poco su voz se callaba hasta convertirse en ronquidos igual o más estruendosos que los de Karma, sintiéndome aliviado de que no tenía que preocuparme de ellas.
Pero el mayor problema estaba justo al lado mío, tocándome de tal forma que dejaban ver sus negras intenciones.
–Haa haa, sa-sabes, ahora que estas dos están dormidas, tu y yo podemos, ya sabes –dijo mientras acariciaba mi pierna.
Estaba completamente seguro de que era lo que quería hacer, pero a pesar de que estaba preparado mentalmente desde hace tiempo, el verla así de ebria hacía que mi mente estuviera más fría qué una nevera.
No sería un bastardo qué se aprovecha de las chicas cuando están ebrias, incluso si esa chica era mi pareja, e incluso si esa chica está tocando mi entrepierna nada disimulada.
–Tu también quieres hacerlo, ¿no? Pues podemos, solo tienes que quitarte esos pantalones y podemos hacerlo –dijo soltando finalmente mi brazo para tomar la bragueta de mi pantalon.
–E-espera, n-no podemos hacerlo –dije tratando de detenerla.
–¡¿Eh, y por que no?! ¡¿Acaso ya no te gusto?! –dije al borde de las lágrimas de forma muy dramática.
–N-no, y baja la voz, vas a despertarlas –dije apuntando a sus ebrias amigas que no parecían despertar pronto.
–Ohh, eso no importa, te aseguro de que no haré nada de ruido –dijo una clara mentira.
Me era imposible quitarle esa idea de la mente a Rakkun, y estoy seguro de que si la detengo usando algo de fuerza, entonces ella comenzaría a hacer un berrinche qué me haría ver como el malo del cuento.
–Va-vamos, y-ya lo haremos mañana cuando no estés ebria –dije dando a conocer mi motivo principal.
–No estoy ebria, además, ya no creo poder aguantar más –dijo cambiando su tono de voz, haciéndola sonar sumamente erotica.
Soy solamente un chico, y el simple hecho de sentir las manos de una linda chica tocando mi entrepierna, esta claro que voy a reaccionar a ello de forma natural.
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Conociendo a Rakkun.
Fiksi PenggemarCarmesí se encuentra con Rakkun después de que fuera a Perú para tomar unas vacaciones, pero jamás creyó que podría encontrarse con una chica algo peculiar, de la cual descubrió un secreto que podría perjudicará a ella.