Capitulo 20: Una Noche Nada Solitaria.

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//Sé que prometí que no habría Lemmon en esta historia, pero lamentablemente la historia lo amerita, así que disfrútenlo, mientras que yo me odio por hacerle esto a Rakkun :'v//

Cuando comencé a salir con Rakkun mi mundo se puso de cabeza, de alguna forma el como me sentía con ella cambio hasta el punto en el que aquello que alguna vez llegó a fastidiarme se convirtió en aquello que adoraba de ella, después de todo, no puedes odiar a alguien por ser ella misma, y no puedes odiar a nadie por ser tan libre que te muestra su amor de la forma más bella y abierta posible.

Rakkun, una chica dulce que me ha causado cientos de problemas por lo descuidada que llega a ser, una chica tan linda que atrae problemas de todos lados sin darse cuenta, una persona a la que me es imposible no amar, una persona cuyo dolor me es compartido y cuando sufre quiero llorar junto con ella.

Pero el problema es que el culpable de su sufrimiento actual soy yo y todo por mi estúpida idea.

Cuando le propuse que tuviera una cita con Karma jamás pensé que llegaría a esto, simplemente pensé que pasarían el día como amigas y Karma entendería que eso es todo lo que llegarían a ser en esta vida, pero estaba completamente equivocado ya que al parecer Rakkun no podía ver a Karma como una amiga nada más.

En el camino a mi cuarto de hotel Rakkun no dijo palabra alguna, tan solo se limito a abrazarme con fuerza mientras ligeros sollozos podían escucharse.

No tardamos mucho en llegar al hotel. Entramos tratando de evitar la vista del público, en especial de la chismosa recepcionista que no ha dejado de darme problemas desde el primer día.

Lo que menos quería en estos momentos es que molestaran a Rakkun de cualquier forma.

Con suerte logramos entrar al cuarto sin mucho problema. Rakkun finalmente levantó la mirada en el momento en el que entramos, un poco sorprendida por ver que el cuarto finalmente no era un desastre.

Me acerque a la ventana y cerré las cortinas para evitar que el sol entrará, prendí una de las lámparas de la habitación y me senté sobre la cama, llamando a Rakkun para que me acompañará.

Ella se sentó a mi lado sin decir nada, tan solo recostó su cabeza sobre mi hombro y respiro profundamente.

No sabía que hacer, no sabía si tenía que decir algo para calmar la situación o si simplemente quedarme callado y esperar a que Rakkun sea la primera en hablar.

Mire a Rakkun por encima de mi hombro, por lo que solo podía ver su cabeza la cual tenía sus pequeñas orejas de Mapache mostrándose decaídas.

Con mi mano, la cual estaba libre, acaricie su cabeza lentamente, ella parecía reaccionar un poco, ya que podía escuchar como sus respiraciones comenzaban a ser más relajadas.

–¿Quieres que hablemos del asunto? –finalmente pregunte.

–No, quiero que nos quedemos un poco más así –dijo con una suave voz, denotándose tranquila.

Rakkun se dejó caer acostándose en la cama, comenzó a estirarse cansada mientras yo no paraba de verla.

Frente a mi se encontraba una chica tan hermosa que no podía evitar sentirme nervioso de lo que podría llegar a pasar. Su blusa se había subido ligeramente por lo que podía ver parte de su estómago, sus brazos estaban sobre su cabeza relajados y sus ojos estaban cerrados de manera que me acerque lentamente a ella.

Sin darme cuenta estaba encima de Rakkun mirándola directamente a los ojos, incluso si estos los tenia cerrados. Poco a poco comenzó a abrir sus ojos, y al verme mostró una dulce sonrisa antes de acariciar mi mejilla con su mano.

Conociendo a Rakkun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora