Capítulo 4 |Bola de idiotas|

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Me desperté y antes de ducharme hice el desayuno. Una vez de servirlo y desayunar yo también, me fuí a mi habitación, me duché y vestí. Tomé mi nueva mochila y me dirigí a la parte de enfrente, dónde me esperaban Daniela; con su uniforme de colegio: que era muy parecido al mío, pero con la falda en tono verde y más holgado. Y Liam. Con un uniforme igual al mío, pero con pantalón.

Uniforme que se le veía muy sexy...

—Buenos días.— dije al llegar hasta ellos.

—Buenos días Emili.— dijo Daniela abrazandome con emoción, yo le devolví el abrazo y ambas subimos al auto después de su hermano.

Daniela me hizo, subir adelante y ella atrás. Primero la dejamos en su colegio y antes de bajarse del auto se despidió. —Chao.— dijo y se fue cerrando la puerta.

—Bueno, tengo que recoger a dos personas y no me importa si te molesta.— dijo Liam antes de arrancar.

—Bien.— dije bajandome del auto y subiendo en la parte de atrás.

Dimos unas vueltas hasta llegar a una muy bonita casa. De dónde salió una chica que ví cerca de él en la fiesta. —Hola Liam...— dijo ella subiendo en la parte de atrás. Al verme su sonrisa se esfumó pero al instante volvió. Mientras Liam arrancó el auto. —¿Tú eres la chica que tiró a Lion a la piscina en la fiesta?— preguntó emocionada. Yo le asentí. Ella extendió su mano. —Soy Rebeca Ford.— dijo y yo tome su mano.

—Emili Williams.— respondí sin interés.

—Bueno Emili, no te conozco mucho, pero te ví anoche y me agradaste, así que considerame una amiga.— dijo ella con entusiasmo y siendo sincera.

—Bien... Amiga.— respondí encogiéndome de hombros.

—¿Eso es todo?— cuestionó Liam dando otra vuelta. —Te dice que le caíste bien ¿Y ya eres su amiga?— preguntó frunciendo el ceño.

—Es que ella no se portó cómo una idiota conmigo.— le respondí y este se paró enfrente de otra casa. 

—Te comprendo, él siempre se comporta como un idiota.— dijo Rebeca sacándome una sonrisa genuina.

La puerta de adelante se abre y sube la misma chica a la cuál llamé perra ayer por intentar humillarme y en mi cara se formó una sonrisa de lado al instante.

Ella se acercó a Liam y le comió la boca. —Eh, eh, estamos aquí Natasha.— dijo Rebeca. 

La chica se separó de Liam y miró a Rebeca y luego a mi volviendo a su lugar. —¿Qué hace esta perra aquí?— cuestionó enojada.

—La única perra aquí eres tú.— dije y ella se levantó para intentar tocarme, pero Liam la detuvo.

—Eh, eh, eh. Tranquilízate Natasha...— le dijo y ella se volvió a sentar. —Está en nuestra universidad y a partir de hoy se va con nosotros.— le dijo y ella se sentó enojada.

—Ni creas que porque te irás conmigo y estarás en mi uni seremos amigas.— dijo como una niña pequeña y tanto Rebeca como, Liam pusieron atención a la discusión. Y yo sonreí de lado antes de comenzar a soltar mi veneno.

—Prefiero volver a tener novio a ser amiga de una zorra como tú.— dije con mi frente muy en alto. La mandíbula de todos en el auto casi cae al piso.

Y Natasha me miró como si no creyera lo que acabo de decir. En ese momento llegamos a la universidad y antes de que ella respondiera salí del auto dejando a punto de decir algo. Rebeca salió conmigo y me tomó del brazo para llevar a la secretaria.

—Cada día me caes mejor.— Dijo Rebeca una vez se terminó la fila para recoger un horario y mi número de taquilla.

Ella se despidió de mi y se fué. Fuí a mi taquilla dónde estaba todo lo necesario para la carrera que estoy estudiando; Arquitectura. Mientras sacaba lo que necesitaba y guardaba mi mochila escuché la voz de un chico.

Mi negro Corazón.©[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora