Capítulo 3 |Muñequita|

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Emili.

Anoche después de haber hablado con Liam, cené algo rápido, me duche y me puse mi pijama; use ropa corta porque estaba haciendo calor. Después salí a la sala donde había dejado mi abrigo de capucha.

Ya hoy después de haberme duchado y ponerme algo como pero poco revelador, voy a hacer la limpieza. Comencé por hacer el desayuno y servirlo.

—Buenos días.— dijeron Daniela y Jack. La señora Mery se fue al trabajo antes. Por su parte Liam, guardo total silencio.

—Buenos días.— respondí sin molestarme en fingir una sonrisa. Les serví el desayuno a los tres y volví a la cocina.

Iba a empezar por despolvar toda la casa... Tarea fácil para mí. terminé y lo siguiente que hice fue volver a las habitaciones para recoger la ropa sucia. 

Empecé por la de la señora Mery, y fue tarea fácil ya que todo estaba recogido, y antes de salir, organicé para no tener que hacerlo después.

Seguí con la de Jack, luego la de Daniela y por último con la de Liam.

Cuando estoy apunto de entrar, una chica sale echa una furia de su habitación pasando por mi lado sin tocarme. Me di la vuelta a la puerta para dejar de mirar a la chica, es la segunda que veo y solo llevo dos días aquí.

Entro en la habitación viendo a Liam con el torso desnudo, acostado en su cama con las manos detrás de su cabeza y el cabello humedo. Su cuerpo es sexi y se ve aún más sexi post sexo.

—¿Qué le haces a las chicas para que salgan así?— pregunté en forma de burla recogiendo su ropa sucia, que estaba regada en el cuarto, dándole la espalda.

—¿Celosa?...— preguntó con la voz más grave de lo normal y... Mierda...

Creo que el tiempo que llevo sin tener sexo me está afectando, porque me estoy empezando a mojar. Me volteo sin demostrarle nada, con mi torcida sonrisa.

—Nunca.— respondí recogiendo las últimas prendas.

—Voy a organizar una fiesta en la piscina para despedir las vacaciones...— dijo sentandose en la cama. —Y ya que se que no vas a querer participar, me adelanté y mi madre te obligará a ir.— dijo sonriendo triunfante.

—¿Que clase de idiota quiere ir con resaca a la universidad?— pregunté frunciendo el ceño.

—No te puedes...— hizo una pasua y miró a su amiguito. —negar.— terminó de decir bufando y mirando hacia un lado.

Bufando salí de su habitación y me dirigí a la lavandería. Ya ahí comencé a lavar la ropa y mientras la máquina hacia su trabajo, fui haciendo otros que haceres de la casa, terminando todo en eso de las 5 de la tarde.

Estaba a punto de darme una ducha cuando tocaron mi puerta.

—Emili, no se si ya Liam te dijo, pero quiero que participes en la fiesta que el va a dar hoy.— dijo la señora Mery entregando dos bolsas de compras. —La fiesta es en la piscina y quiero que te pongas este bikini y este vestido.— terminó de decir se despidió con la mano y se fué.

—Estupendo... Ahora a vestirme como una niñita.— dije cerrando la puerta.

Liam.

Esta chica está teniendo demasiados efectos en mi...

No puedo creer que aún después de cuatro alocados orgasmos me haya provocado una erección.

Son las seis de la tarde y tanto la piscina como el patio trasero de mi casa está repleta de gente de la universidad. Lastima que ni Marco, ni Ian pudiesen venir.

Mi negro Corazón.©[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora