Capítulo 6 |Una historia|

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Después de salir de la universidad me fuí directo a casa de mis padres. Después de haber hablado la otra anoche con Liam me fuí a mi habitación para dormir y no pensar en llorar.

Al estar enfrente de la puerta no me decidía entre tocar el timbre o irme... Al final decidí tocar el timbre. —Emili...— dijo mi madre borrando la sonrisa de su cara al verme. Hizo un gesto con la cabeza para pedirme que entre. La seguí hasta la sala donde estaba mis dos hermanas; Natalia y Isabell, y mi padre. Todos me miraron, mi padre con arrepentimiento, Natalia con su mirada de superioridad y Isabell con arrepentimiento.—Toma asiento.— dijo mi padre levantándose. Miré a mi madre que salió de detrás de mi poniendo en blanco los ojos.

—Estoy bien así...— dije cruzandome de brazos con una expresión seria. —¿De qué quieren hablar?— pregunté fingiendo desinterés.

—Eres una malagradecida... En cuanto tuviste la oportunidad te largaste— dijo mi madre sonriendo de lado con burla. —¿A quién le abriste las piernas para conseguir ese trabajo?— dijo también cruzandose de brazos, si había algo en que mi madre y yo nos parecíamos era en el duro carácter.

—¿Eso es todo?— pregunté indignada. —¿Me hiciste venir aquí para eso?— me estaba empezando a enojar.

—Siempre has sido igual...— sonrió arrogante mi madre.

—Por tú culpa tu madre está muerta.— dijo mi madre, yo la miré con el ceño fruncido.

Liam.

—¿Sabes dónde está Emili?— dijo mi madre moviendose rápidamente en su oficina buscando algo.

—No, no tengo la menor idea.— respondí dándome la vuelta para mirarla, ya que estaba a mis espaldas mientras buscaba lo que sea que esté buscando.

Sonrió al abrir su bolso, sacó una tarjeta de crédito y se acercó a mi extendiendomela. —Dasela a Emili y acompañala a hacer el mercado.— dijo mientras yo la tomaba. Comenzamos a salir de su despacho. Mi madre detuvo a pensar. —Sabes que, mejor voy con ustedes.— dijo asintiendo con una expresión de disgusto.

—No me voy a acostar con ella si es lo que te preocupa.— Le di una mirada cansada.

Emili.

Al entrar en la mansión vi a la señora Mery, y a Liam bajando las escaleras. —Ah... Emili ahí está. Necesito me acompañes a mi, Liam y Daniela a hacer mercado.— dijo mientras llegaban abajo.

La miré muy cansada, no estaba de humor para nada. —Bien, solo tengo que darme una ducha.— respondí yendome a mi habitación sin importarme su respuesta.

——⚫——

Estamos entrando al supermercado, después de ducharme me puse una camiseta negra, una pantalón ajustado y negro, y un abrigo holgado. —Emili, este fin de semana Liam dará una fiesta en la piscina.— dijo la señora Mery. —Y tienes que asistir...— me miró de arriba abajo con disgusto mientras tomaba una lata de un estante. —Yo elegiré tu traje de baño.— asentí sin poner objeción alguna, no estaba de humor para discutir ahora.

Dimos vueltas y vueltas por los pasillos, compramos desde vegetales a frutas. Y desde pescado a rez. Durante ese tiempo la señora solo se estaba concentrando en comprar, mientras Liam no me quitaba los ojos de encima y yo sólo miraba hacia delante con los brazos cruzados absorta en mis sentimientos. Se estaba haciendo de noche. Liam sacó su teléfono y comenzó a hacer llamada. —Jack necesito que vengas a buscar a mamá al supermercado.— dijo una vez respondieron, tanto su madre cómo yo fruncimos el ceño. —Gracias.— le respondió luego de un breve silencio.

Mi negro Corazón.©[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora