Mi negro Corazón.©[En Edición]

Capítulo 13 |¿Quién será mi padre?|

Ha pasado un mes desde mí pelea, por ende hace un mes que ví a Carter, y gracias a Dios no lo e vuelto a ver. No lo quiero de regreso en mi vida de ninguna manera. Él... Es una de las pocas personas que puede decir que me ha echo de verdad daño. Y eso no es algo que me guste mucho admitir.

Desde hace un mes solo salgo a la universidad y de regreso a la casa. Me pueden llamar paranoica. Pero no me gustaría volver a verlo. Para que entiendan un poco, les voy a hablar de Carter Blake. Mi primer novio.

Después de mi primer intento de suicidio... A los 11 años. No sólo conocí a Fox, si no que al entrar al mundo de las peleas conocí más personas, buenas y malas.

Sí, bla bla bla.

Era muy pequeña para entrar a ese mundo, pero fue lo único que encontré para escaparme de mi vida.

En fin, conocí a Carter en el gimnasio. Cuando llegue a ese gimnasio los únicos que tuvieron fe en mí, fueron Carter y Lee.

Lee me entrenó hasta hacerme una de las mejores, pero Carter. Carter era diferente, era atento, siempre estaba pendiente de mí... Siempre me apoyó en cada pelea.

Era algo mágico... Me hacía sentir viva, me hacía sentir amada y feliz. En ese juego duramos 4 años. Las personas que me consolaban cuando pasaba algo en mi casa eran Fox y Carter.

Con Fox me sentía bien. Me sentía querida, pero siempre lo vi como un hermano mayor. Pero con Carter... A Blake lo veía con otros ojos. Y se que el también me veía así.

Qué imbécil fuí...

En mi cumpleaños número 15, al salir de la preparatoria, Carter me estaba esperando afuera de la escuela y yo como tonta corrí a sus brazos y lo besé.

Si lo besé con todo mi ser. Para ese entonces no éramos pareja, pero nos tratábamos como tal. Carter era dos años mayor que yo, este me llevó en su auto a una cabaña en el bosque, no muy lejos de mi casa.

La cabaña del amor. Esa noche fue la mejor de mi vida, pensaba yo. Me regaló un precioso collar. Esa noche lamentablemente le entregué mi pureza.

Me entregué a él en cuerpo y alma. Y al final de la noche me pidió ser su novia y yo como buena tonta enamorado que era. Caí, y acepté con mucho gusto.

Una de las trampas que me puso la vida... Y como saben no soy muy pasandolas.

Yo pensaba que esa noche dormiriamos juntos, pero no fue así. Carter decidió, mejor dicho, se excusó diciendo que si no dormía en mi casa mis padres se iban a molestar.

Cosa que no era cierto. Ya que al cumplir los 13 les dejó de importar si llegaba a casa o no.

No sé cómo pero al final el muy galán me logró convencer. Ja, creo que ser su novia fue una de las peores decisiones que tomé. Las semanas fueron pasando y tuvimos mucho sexo, pero al final de este siempre terminaba sintiendome vacía.

Las cosas entre nosotros empezaron a dar un cambio muy drástico. Ya no era atento, y solo podía sentir que se aburría de mi a cada día que pasaba, y eso me estaba matando. Eso me dolía en el alma. Ya que cómo sabrán no tuve una buena estabilidad emocional y creo que el se aprovechó de eso.

Creo no. Lo sé.

Ya casi nos nos veíamos, y cuando lo hacíamos solo era sexo. Ya no era detallista, era frío.

Sí, lo sé, tuve una niñez muy linda. Nótese el sarcasmo.

Un día estaba en mi casa, encerrada en mi habitación porque sentía que ese era mi lugar seguro. Mi padre, o bueno mi abuelo. Es policía y tiene un gran apego a la literatura. Y aunque no lo crean yo también.

Me encantan los libros de fantasía, me ayudan a escapar de la realidad.

El caso es que una noche salí de mi refugio y me dirijo a la pequeña biblioteca que queda en el segundo piso. Después de la habitación de Natalia. Y escucho un conversación que quisiera olvidar.

—...ya me estoy aburriendo de tu hermana.— escucho la voz de Carter a través de la puerta de mí hermana.

—solo unos meses más.— dice Natalia y lo siguiente que escucho es un beso.

Mi corazón se estruja en mi pecho y siento las lágrimas en mis ojos.

No otra vez...

—además.— agrega Natalia. —sabes que te puedo compensar lo que ella no sabe hace.— dice y por primera vez me atrevo a mirar dentro del cuarto, ya que la puerta no está cerrada.

Los que veo estruja más mi corazón.

Natalia encima de mi novio, mientras el tiene sus manos en su trasero y puedo ver claramente como están desnudos.

Lo siguiente que veo es como mi hermana comienza a moverse encima de Carter y como ambos comienzan a gemir de placer.

No puedo ver más, no voy a ver más. Esto no me duele.

Me quiero engañar a mi misma pero no puedo. Mi corazón está destrozado y hago un esfuerzo por no llorar.

Vuelvo a mi habitación llena de rabia.

¿Por qué otra vez?

Maldición.

Me calmo y respiro muy profundo. Nadie me va a volver a ver llorar. Nunca. Después de un rato salgo de nuevo para ir con todo mi orgullo a buscar un libro.

En el camino veo a mi "novio" y a mi hermana salir de su habitación. Puedo ver el rostro de Carter palidecer al instante. Yo solo pongo la cara más fría que puedo.

—Esto n-no-no es lo que parece.— dice Carter nervioso, Natalia solo porta su cara de que nadie la puede tocar.

Sonrío de lado, aunque por dentro me estoy derrumbando. —¿Y qué es lo que parece?— pregunto, pero ya se los que pasó, y no quiero saber más. —Sabes que. No me interesa saber, que pasen linda noche.— digo para después pasar por su lado para ir a la biblioteca.

Quiero ser fuerte.

No más debilidad.

No más llanto.

Soy fuerte.

Carter sostiene mi brazo parando mi huida. —¿Eso es todo?— me pregunta indignado por mi reacción.

Miro directo a sus ojos. —¿No estabas aburrido de mí?— le pregunto desafiante. —Solo te estoy haciendo un favor.— suelto mi brazo y llevo mis manos a mi cuello y con toda la calma del mundo desabrocho el collar que me dió por mi cumpleaños.

Miro a mi hermana con una sonrisa. Le extiendo el collar. —Creo que esto te pertenece.— la muy descarada lo toma con una sonrisa. Sonrisa que le devuelvo, para luego seguir mi camino hacia la biblioteca.

Cuando vuelvo de ella los encuentro en el mismo lugar que los dejé, pero esta vez están discutiendo. No me importa y solo los dejo atrás.

Sí señores y señoras. Mi hermana lo volvió a hacer, ella tiene un fetiche con quitarme a cada hombre que pasa por mí vida. Incluso me sorprende que se haya demorado tanto en acostarse con Liam.

Liam.

Un imbécil que a puesto mi vida de cabeza. Muy bueno en la cama también.

Alejo esos pensamientos de mi cabeza y entro al aula donde me darán uno de los tantos exámenes antes de vacaciones. Solo agradezco haber tenido tiempo de estudiar. 

Esta noche Rebeca va a a hablar tanto con su familiar, cómo con su novio sobre el embarazo, y así como su presencia en cada pelea me gusta y me da seguridad, también voy a estar ahí para ella.

Aunque admito que no quiero estar serca de su hermano Lion. Si una chica tan dulce y hermosa es hermana del tremendo patán de Lion. Qué vueltas da la vida.

La vida da muchas vueltas...

A mi mente llega mi madre. No Meredith. Si no Amaya. A ella no la conocí, solo ví alguna fotografía viejas de ella, pero tampoco se mucho sobre ella.

¿Quién será mi padre?...