Capítulo 9 |¡Pequeña!|

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Emili.

Pensé que como siempre me interesé en la arquitectura esto sería divertido.

Pero aquí estoy... En la primera clase del día... Intentando no dormirme en esta aburrida clase.

El profesor solo habla y habla de cosas que  hace muchísimo tiempo ya sé y lo único que quiero es que se acabe pronto mi sufrimiento...

Que apenas empieza.

Unos 45 minutos después... Que sinceramente se sintieron como una eternidad. Suena la campana de receso.

Me levanto con un suspiro cansado y maldigo internamente mientras tomo mis libros... Rebeca no vino hoy y será un día aburrido.

Pasa el día entre.

Idiotas...

Clases aburridas... Recesos aburridos.

Más y más idiotas... En serio no entiendo a las personas. En la salida, mi lado sentimental sale a flote y siento —después de mucho tiempo— nervios.

Hoy solo estamos Liam y yo en su coche y desde lo de la otra vez —donde tuvimos una deliciosa sesión de sexo—no hemos hablado.

Será un largo camino...

Cuando llego a su auto el ya está ahí y con todo la incomodidad del mundo subo en los asientos traseros.

¿Por qué mierda estás incómoda?

Digo, ya lo viste desnudo...

Bajo la cabeza con un suspiro cansado ante mis estúpidos pensamientos que no ayudan mucho.

—Emili... Me harías el gran favor de subir adelante.— escucho la calmada voz de Liam.

—Estoy bien aquí.— Suspira cansado.

—Tenemos que hablar de lo que pasó el otro día.— toca exactamente el tema del que no quiero hablar.

Con mi hermoso aire de molestia le respondo. —Deberías de poner el auto en marcha...— cruzo mis brazos y lo miro con desganas. —El otro día no pasó nada...— me encojo de hombros y miro al frente. —Solo tuvimos sexo.— un muy buen sexo por cierto.

—Te propongo algo...— enciende el auto y comienza a salir del estacionamiento mientras habla. —Tengamos sexo... Cada vez que tú quieras, sin ningún compromiso. Usame.— lo miro sin podermelo creer.

Sonrió de lado con malicia —¿Qué?... ¿Te gustó hacer "el amor" conmigo?— meto la cara entre los asientos para mirarlo. Tiene la vista al frente pero puedo ver el brillo de excitación en sus dilatada pupilas.

Rio nerviosamente. —¿En serio me estás haciendo la propuesta de, "Será solo sexo", "Nada de amor"?...— vuelvo a reir mientras el mantiene su cara totalmente seria. —Oye, solo tuvimos sexo una, pero por el gran amiguito que tienes— señalo su pene —puede de que lo piense.— agradezco que ya llegamos a la casa porque por alguna extraña razón estoy demasiado nerviosa. Aunque no lo muestre.

Antes de que pueda bajar del auto su voz me detiene. —¿Eso es un "sí"?— pregunta con un tono de esperanza, que pregunta más ridícula.

—Es un "Puede que lo piense"— y esta vez solo salgo de su auto y entro a la casa.

——⚫——

Escucho ruido en despacho de la señora Mery, y se me hace extraño ya que es un viernes y son casi las 11 de la noche. Me acerco a la puerta y escucho una discusión.

—Mamá algún día se va a enterar.— esa es la voz de Daniela a través de la puerta.

—No voy a ser el asme reír de todo este maldito pueblo.— la señora María se escucha muy enojada.

Mi negro Corazón.©[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora