✝️DANGEL [1° y 2° Parte ]©✔️

3° Parte ✝️

“Alma rota”

DANIELA

Limpio mis lágrimas, Emilia y Nattiel se apartan de mí. Seguimos ahí parados viendo la cruz de Ángel.

—Yo... yo iré a caminar un rato. —les aviso, ellos solo asienten.

Empiezo a caminar lejos de ellos, me abrazo a mí misma. Mis pies me llevan a la orilla de río. Tomo una respiración profunda al ver el lugar. Sigo caminando por el puente hasta que llego a la orilla. Miro mi reflejo en el agua. Volteo viendo a Emilia y a Nattiel, ella lo abraza a él.

Regreso mi vista al río, me quito los zapatos y mis calcetines distintos. Me siento en la orilla del puente y meto mis pies dentro del agua. Empiezo a moverlos y mirar las pequeñas olas que provoco por mis movimientos.

De pronto, mi celular empieza a sonar, lo saco, miro el nombre de Jace en la pantalla, el celular suena varios segundos. Presiono el colgar y lo vuelvo a guardar.

—Daniela. —escucho una voz reconocida y volteo.

—Hola Nattiel

Nattiel se acerca y se queda parado con las manos en su bolsillo viendo el río.

—Aqui solíamos venir a nadar de niños —lo escucho decir.

—Oh, no lo sabía.

Permanecemos en silencio un largo rato.

—Tambien llegué a nadar aquí con él. — hablo de pronto.

—Lo sé, él me contaba todo. Sabes, tenía que aguantar a mí amigo enamorado, hablando las 24 horas de ti. —Nattiel ríe.

—¿Siempre hablaba de mí?

—Desde que te conoció, te lo juro.— responde él.—un día lo llegué a callar y se enojó mucho.

—No lo sabía, creo que él estaba más enamorado que yo.

—Demasiado. —Nattiel deja escapar un suspiro.

—¿Creés que algún día logremos olvidarlo—le pregunto a Nattiel.

—Las personas que realmente nos importan no se olvidan, sé recuerdan.

—Eso sonó...

—¿Raro? —termina la oración Nattiel por mí.

—Si, veo que Emilia te ha cambiado.

—Me burlaba de Ángel por verlo loco de amor por ti y mírame, ahora lo estoy por tu amiga—contesta Nattiel—Un día, él me dijo que cuando lo viviera lo entendería y ahora lo hago, llego Emilia y...

—¿Y estás enamorado de ella?

—¿Se nota?

—Lo bastante

Río sin ánimos

Veo a Nattiel sentarse en la puente, se inclina tomo un poco de agua con sus manos y me la lanza.

—¡Oye idiota! —me quejo.

Empezamos una guerra, él me lanza agua yo se la regreso. Por un momento rio de verdad.

—¡Basta! —levanto mis manos— oye ¿Y Emilia?

—Fue a contestar una llamada. —responde Nattiel. —sabes a estado muy rara conmigo, siento que algo me oculta ¿Tú sabes algo?

—No —contesto

Si supiera igual no se lo diría a menos que Emilia quisiera. Entre las dos hay un pacto, nos contamos todo pero se queda entre nosotras.