7: Atrevete

178 28 18
                                    

Yang Jeongin
¿Sabes cuál es el error más grande? ¡Limitarte! Si, limitarte a quedarte sentado y mirar tu vida como un simple espectador, buscar motivos para quejarte y evadir respuestas sinceras que vienen de mi interior, pensar que la vida no puede cambiar cuando ella da tantos giros. Menos mal que el destino tiene más fantasía que nosotros.

Escuche vibrar mi celular y al instante empecé a gemir con frustración. Lo agarré de la mesita de noche y lo llevé a mi oído, no tenía la fuerza o la voluntad necesaria para abrir los ojos.

-Mmh- murmuré aún perdido en mi mundo de sueños complejos.

-Tus gemidos son precisamente lo que necesito oír- escuche esa voz masculina que ya reconocía con facilidad.

Abrí los ojos de golpe y mire la pantalla del celular, si, era el hombre de hace poco, el maleducado que ahora me había llamado a las tres de la mañana.

-Son las tres de la mañana- me quejé-. ¿Estás loco?

-No, estoy excitado- contestó en voz agresiva-. Por tu culpa- aclaró poco después.

-¡Ah!- saqué un gemido ahogado sonriendo por mis adentros. Había un no sé qué dentro de mi que disfrutaba saber que lo había torturado. Me da un sentimiento de satisfacción interior.

-¡Abre tus piernas!- ordenó de repente y fruncí el ceño-. Déjame entrar- añadió con voz ronca-. Se que lo deseas, ábrelas- quedé impactado, si, había estado con muchos hombres pero ninguno me despertó con una llamada para decirme tal cosa.

-Me parece...- me interrumpió en unos segundos.

-¿Grande?- preguntó con voz ronca-. Te deseo ahora mismo- su respiración agitada mostraba la gran excitación que llevaba.

<<Deseo>> era una palabra nueva para mi, una de esas que provocan escalofríos más cuando era la primera vez que la escuchaba. Había escuchado de todo <<quiero montarte, follarte, cogerte>> pero nunca  << te deseo >>

-Imagina que tus manos son las mías, deslízalas por tu cuerpo como si estuviera abrazándote, muévelas como si fueran mis labios que te besan- su voz atractiva me hizo cerrar los ojos y deslizar mis manos a través de mi cuerpo.

-Y tú...- me detuve, no sabía nada acerca de sexo a través de la línea telefónica. Noté como todo mi cuerpo se despertaba gracias a su voz sensual que me desvistió y calentó-. ¿Imaginas mis manos y mis labios besándote el pecho?

-Ya lo estoy haciendo, recorro mi cuerpo soñando con tenerte encima de mi, gimiendo con tu dulce voz, jadeando sensualmente, lamiendo mi cuerpo con tu lengua, gozando de mi cuerpo de la forma en la que yo disfruto del tuyo- calor, calor y boxers mojados, me dejé llevar como un inconsciente.

-Pienso en tus labios calientes sobre los míos- dije y saqué un gemido empezando a tocarme el miembro-, tus manos grandes sobre mis pezones, apretándolos con fuerza, comiéndotelos a la vez que los estrujas delicadamente.

-Mientras tus pequeñas manos agarran con fuerza mi nuca, tus dedos se enredan en mi cabello y me acercas a tus labios, me besas despacio y sensual y son tus dientes los que ahora mordisquean mis labios, bajas por mi cuello y lames mi pecho, mientras me gusta miró dónde están tus manos ahora, sospecho que sobre tu miembro caliente, ahora ya húmedo.

<<¡Joder!>>

-Deseo sentirte dentro- tragué saliva incapaz de controlar el efecto que sus palabras tenían sobre mis sensaciones.

-Tranquilo, aún no, percibes mi erección y sientes como mi cuerpo responde a tus caricias, ¿quieres que pare?- preguntó indeciso.

-¡No! Sigue hablándome- adiviné una sonrisa en sus labios.

MILLIONAIRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora