16: ¿Quien es ella?

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Hwang Hyunjin
Un escalofrío penetrante recorrió mi cuerpo, obligándome a mover la cabeza lentamente, despertándome. El agotamiento, combinado con todo el estrés que había experimentado, hizo que el simple acto de abrir los ojos fuera la tarea más dura. Mientras pensaba sobre esto y reunía valor, empecé a tomar conciencia de la situación y finalmente sentí un peso en mi hombro y un perfume que deleitaba mis sentidos.

Tan pronto como logré abrir mis ojos, me encontré con el cuerpo desnudo de Jeongin a mi lado. Su cabeza reposaba en mi hombro y una pequeña parte de mi pecho, mientras que su pierna estaba sobre la mía, revelando las hermosas curvas de su cuerpo. Mi brazo envolvía su cuerpo y mi mano descansaba en su cintura.

Con mi otra mano, le agarré la nuca y sostuve su cabeza hasta que pude mover a Jeongin de mi brazo, colocando una almohada bajo su cabeza.

Cuando intenté levantarme por completo, sentí que mi camisa estaba atrapada. Me gire y la ví debajo de su cintura. La retiré con lentitud hasta que finalmente la liberé por completo.

Me dediqué a mirarlo de pies a cabeza, tenía unas piernas hermosas. Subí la vista más y me encontré con el lugar de mis placeres y sentí como mi miembro empezaba a despertarse nuevamente. Su abdomen era plano pero lo que me sorprendió fue ver una herida cicatrizada en su cintura. No era muy grande pero tampoco tan pequeña como para no notarla.

Esa noche, mis deseos de besarlo estaban a punto de desbordarse, todavía no entiendo cómo logré contenerme.

-Jeongin- susurre su nombre mientras le acariciaba la pierna y lo movía lentamente, intentando despertarlo de esta manera, pero él no mostró  la menor reacción.

Me acerqué de nuevo a él, quedando de rodillas, apoyándome con los brazos y teniéndolo debajo de mi cuerpo.

Sus largas pestañas proyectaban una sombra en sus mejillas, sus labios estaban juntos y su rostro parecía relajado. Era la primera vez que lo miraba de esta manera.

Aparte el mechón de cabello que cubría su frente y le acaricie el rostro con ternura, a lo que él respondió con un suspiro profundo, como un acto de reflejo.

Acerqué más y más mi rostro hacia el suyo hasta que pude sentir la delicadeza de sus labios uniéndose con los míos. Un acto simple que logró provocar una descarga eléctrica en todo el cuerpo. Presione más mis labios contra los suyos, abriendo lentamente la boca y lamiéndole los labios despacio. Casi me reclame a mí mismo en el momento que los separe, quería despertarlo, agarrarlo de la cabeza y fundirnos en un beso extremadamente apasionado.

-¿Qué me estás haciendo?- pregunte en un hilo de voz mirándolo.

Aún sentía el sabor de sus labios, las fines de su piel y el deseo de volver a besarlo y hacerlo mío una vez más. Ahí y en ese lugar. Fue una tortura separarme de Jeongin, era como una droga y yo un adicto sin remedio.

Me retiré y me acaricie el rostro, quedándome de pie mientras lo observaba. Sentía por Jeongin algo nuevo, una atracción que nunca antes había experimentado.

Me quité la camisa y cubrí su cuerpo con ella.

Cerré la cremallera de mi pantalón mientras caminaba hacia el armario, de donde saqué una nueva camisa y me dirigí a la cabina. Faltaban menos de tres horas para llegar a Roma.

-¿Todo bien?- preguntó Taemin en cuanto me escucho entrar.

-Me quedé dormido- respondí mientras caminaba hacia el borde, sentándome a su lado.

-Menos mal que descansaste un poco, ¿y el joven Jeongin?- sentí un nudo en el estómago en el momento que escuché su nombre.

-Sigue dormido- sonreí recordando la imagen de Jeongin con mi camisa sobre su cuerpo desnudo.

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