11 | Love me again

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Draken

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Draken

—¿Por qué habré aceptado?—murmuré fastidiado.

—¿Quieres esos brownies?—me miró con una ceja alzada.

Me lo pensé por un momento y finalmente me callé, suspirando pesadamente, resignado.

Estábamos en el coche, a punto de llegar, a lo que sería la famosa fiesta de la que tanto hablaba mi amiga. En mi opinión, no me gustan las fiestas, no es un ambiente en el que me sienta cómodo.

Estacionamos y desde afuera ya se escuchaba el jaleo, Lyra portaba un bonito vestido rojo con unos tenis blancos, en cambio yo, obligado por ella, unos vaqueros azules, mis únicos tenis blancos y una camisa decente.

Llevaba ya varios días sobrio tras el susto y dudaba en poder aguantar, me asfixia seguir respirando ese dolor. Entramos con algún que otro empujón y nos topamos con sus amigas, un saludo cordial a cada una y a escuchar sus conversaciones porque no tengo nada que aportar. Estuve excluido pero no es algo que me importe ya.

Valeria estaba contando cómo es que dos de sus exs la habían engañado con la misma persona, yo sigo sin entender el verdadero propósito de ser infiel a tu pareja, ¿qué ganas?

Mis pensamientos se interrumpieron con el rugido del estómago, susurré a Lyra de que iría a la cocina y ella asintió.

Y bueno, esto era un laberinto porque para encontrar la cocina hacía falta un mapa.

Conseguí localizarla aunque vi como un tío echaba la pota en el baño, joder ya podrían cerrar la puerta. Está habitación estaba más tranquila pero casi sin comida, vi una bolsa de patatas abierta y fui directo a ella, cuando estuve por cogerla, otra mano se interrumpió con el mismo objetivo, al darse cuenta, la alejó con rapidez y el chico me miró de reojo.

Tragué saliva al ver quién era, la mirada se me decayó así que cogí la bolsa y me fui de allí.

Know I've done wrong, left your heart torn

Is that what devils do?

Aún cargo con la culpa de haberle golpeado, de verdad que fui un guilipollas.

Subí por las escaleras y entré a la primera habitación que había, por suerte había balcón y salí, porque de pronto sentía que ya no podía respirar. Apoyé mis brazos en la barandilla para no perder el equilibrio.

Inspiré y exhalé otras veces hasta poder regularlo, algunas lágrimas bajaron y seguí comiendo. Aquí arriba se notaba menos el ruido, hoy había una luna preciosa con nubes esparcidas, ocultando las estrellas. El cielo era tan relajante de ver.

Lo triste es que las personas solo aprecian la luna o las estrellas pero ¿qué pasa con las nubes? Ellas también son algo magnífico, pueden dar formas, volúmenes e incluso tonos diferentes. Lo mejor es que podemos verlo en cualquier momento ya sea de día o de noche, pero siempre estarán allí. Y el significado de la palabra-

Sueños blancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora