12 | Princesa Irene

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Luka

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Luka

Una alarma hizo que me despertara de golpe, bufé totalmente cansado, apagando a ciegas el móvil. Son las ocho y dos minutos de la mañana, solté un quejido al tener que levantarme. Por favor, que es sábado.

Me levanté, y me quedé mirando al vacío, intentando reconectar mis neuronas. Solté un bostezo y me dirigí al baño para cambiarme. Me puse una camiseta nueva, los mismos pantalones que ayer y las deportivas de siempre.

Volví a pillar a Yael comiéndose mis cereales, se llevó un susto debido al zape que le metí. ¡Mis cereales no los toca nadie!

—¡Auch! ¡Eres un bestia!

Estaba sentado en la barra con la tele encendida, llevaba solo puesto un pantalón de pijama y menudo nido tenía en la cabeza. Creo que nunca ha tocado un peine.

—¿Cuántas veces te he dicho que no cojas mis cereales?—le quité la caja de un tirón.

—No encontraba otra cosa—murmuró molesto mientras se sobaba la nuca.

—Prepárate unas tostadas, yo que sé.

—Uy vale, joder como te levantas.

—Pues hasta los huevos, como te puedes imaginar.

Se calló y yo me callé, desayunamos en silencio y luego cogí mi mochila para irme al garaje. Estaba nublado y si llovía quizá me mandase para casa, hoy sólo tenía que hacer fotos afuera. Y la dichosa parejita quería unas fotitos en la playa. Revise el tiempo antes de encender el coche y por ahora había sol.

Cuándo llegué ya estaba nublado, respiré profundo, listo para las quejas. Agarré mi cámara, comprobé si estaba el microSD y creo que por el momento no necesitaría nada más.
Bajé el portón trasero y cerré el coche, oí el click y comprobé intentando abrir la puerta. Perfecto, ahora sí. Recibí un mensaje de la mujer, diciéndome que estaba llegando.

Por mientras tanto fui barriendo la zona. Pasé por un camino hecho de madera algo debilitada, la verdad es que tenía miedo de si se rompiera. Para distraerme, fui observando el paisaje que había pero ninguno era favorecedor. Llegué a la zona de la playa y joder, transmitía una calma el cielo nublado con el sonido de ls olas. Como no, hice fotos. Y grabé un poco aprovechando el silencio. Es precioso, pensé. Sentí mi móvil vibrar, y miré quién era. Hemos llegado, era el mensaje de la chica.

—Hola, ¿qué tal?

—Muy bien.

Nos dimos los besos en las mejillas y la chica me ofreció un café, no me lo esperaba y se lo agradecí de corazón. Me contaron un poco lo que querían al principio pero por la falta de sol, cambiaron de planes.

Eran unas fotos por el embarazo de la pareja, esperaban un precioso niño, me contaron. Con una pequeña sonrisa en la cara, fui haciendo las fotos.

—Coloca tus manos bajo su panza, como si estuvieras agarrándola y um..—pensé, barajando ideas— No, mejor aún. Forma un corazón con tus manos y déjalo en delante de su panza—Asintió e hizo lo pedido.

Hicimos unas cuántas más hasta que dimos por finalizada la sesión cuando comenzó a chispear seguidamente.

—Muchísimas gracias por esto.

—No hay de qué, ¡nos vemos para la última sesión!

—¡Vale!

Cero quejas, cero opiniones y todo con educación. Sin duda este iba a ser mi día. A la vuelta estuve un poco metidos en mis pensamientos, y de pronto me llegó la conservación que tuve con ellos. El padre me contó mientras que su mujer se cambiaba, que su bebé era arcoíris debido al aborto que tuvieron con el primero. Tenía miedo de que volvieran a haber complicaciones. Me di cuenta de que hay padres que anhelan serlos y otros que no les importaba la responsabilidad que conlleva, lastimando a los niños. Eso era demasiado injusto. Les deseé lo mejor para ellos y que todo saliese bien.

Con un rugido fuerte en el estómago entré a casa y no había nadie. Preparé algo de comida y me fui al salón. Me puse mi serie y minutos más tarde, me quedé dormido.

No sabía qué hora era, ni si era de día o ya había anochecido. Un toqueteo constante en mi mejilla me despertó, giré la cabeza lentamente y era Yael con una sonrisa que daba miedo, estaba arrodillado. Suspiré pesadamente y estiré mi cuerpo, gimiendo gustosamente. Me senté aún con la ropa de esta mañana.

—Adivina.

—¿Qué pasa?—mi voz salió ronca.

—Hay una fiesta en casa de Dani, y nos han invitado.

—¿Es necesario ir?

—¡Oh, vamos! ¿Hace cuánto que no vamos a una fiesta?

—No sé tú pero yo diría que veinte años.

—Mira que eres soso—se levantó con un quejido.

—Nunca me han gustado ese tipo de ambientes.

—Será divertido, por favor—suplicó.

Suspiré, con un gruñido. Iba a ser imposible hacerle cambiar de opinión.

—Valee.

—¡Yey!—dio un brinco, cosa que me hizo reír un poco—Pues empieza a prepararte que enseguida nos vamos.

—¿Qué hora es?

—Las siete y media

Joder, abrí los ojos ante eso, quedándome quieto. Sí que he dormido mucho.

Recuperé la compostura y me fui a la habitación para intentar arreglarme. Como mucho me cambié la camiseta a una camiseta blanca y ya. Bebí agua mientras esperaba a Yael, según él, quería ir muy sexy. Yo sospechaba de que quería liarse con alguien y bueno, quién soy yo para impedírselo. Se dignó a salir de la habitación, dio un giro para que viese lo que llevaba puesto y tras halagarle, nos fuimos.

Era obvio que ya era de noche cuando llegamos, ya había algo de ambiente y así que nos fuimos a coger alguna bebida. Me tope con mis colegas y nos pusimos a charlar, llevábamos casi un año sin vernos debido a lo ocupados que estábamos. Mikel nos contó que por fin había conseguido un trabajo tras dos años buscando uno, Lucas se comprometió con su mujer, Miguel adoptó un gatito nuevo que recogió de la calle y Luis sigue sigue sobreviviendo en la universidad de medicina. Y yo bueno, no había avanzado mucho la verdad, lo único bueno es que me mude con mi primo y ahí se acabó mi parte.

Poco a poco la fiesta se fue animando, estos se retaron a ver quien era capaz de beber un buen vaso de Whisky y dar varias vueltas sin marearse. Uno de ellos acabó yendo al baño a vomitar y el otro directamente andaba como un zombie, solté una carcajada al verlo intentándolo. Les obligué a beber agua para que le quitasen los mareos y funcionó. Estábamos ya en la cocina, hablando aún, cuando quise coger la única comida que quedaba, patatas fritas, o eso intenté cuando sentí otra mano y me giré a ver quién era.

Dale a la estrella porfis<3

Sueños blancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora