El cielo estaba pintado por una fina capa de blanco con tonos grises y algún que otro tono oscuro, una bandada flota por la altura, mostrando aquella belleza ante los mortales quienes están soñando. Suaves acordes suenan en un cálido prado de tulipa...
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Draken
I've been having a hard time adjusting
Me volví a remover totalmente incómodo en la silla, esta terapia no me esta gustando, pensé refunfuñando.
Lo hacen por tú bien
Estoy perfectamente
Ajam, y por eso siempre acabas solo
Bufé enfadado, esa dichosa vocecita le estaba empezando a tocar las narices.
Un carraspeo hizo que volviese a prestar atención, había terminado de leer un escrito que hice hace años.
Hacía ya mucho que dejé de escribir pues siempre me decían que era una perdida de tiempo e hice caso sumiso. No veía el talento así que ¿de qué iba a servir?
—Me sorprende que hayas obedecido unas órdenes—dejó el papel en la mesa y se acomodó en su asiento, se la veía bastante decepcionada.
Me encogí de hombros, sin saber qué responder.
They told me all of my cages were mental
So I got wasted like all my potential
—¿De verdad crees que no tienes potencial?
Dudé unos segundos.
Asentí, algo avergonzado.
No quería hablar y ella lo comprendió.
—Draken, te han menospreciado durante toda tu vida, pero tu padre intentó evitar eso, ¿verdad?
Asentí.
—Por el momento aplazaremos este tema, pues no te veo muy cómodo, ¿vale?
Tragué saliva y me removió, con un escalofrío recorriendo por mi cuerpo.
Intuía el siguiente tema.
Se quedó callada, intentando saber cómo preguntármelo.
Sentía ya esas ganas de irme, y evitar esa pregunta de nuevo.
—¿Qué tal van tus cicatrices? ¿Las vas curando cómo te aconsejó la doctora?—sonrió a medias, con una preocupación notable.
Suspiré, sabiendo que tenía que hablar.
—Bien.
—¿Bien?—se la veía sorprendida.
Miré de reojo por unos segundos mientras me encogía de hombros, afirmando.
Caminé rápido, intentando llegar a casa ya.
Maldita sesión, por qué hay que remover esas heridas.
¿Quizá por qué no se han curado?
Cierra el pico.
Subí por las escaleras y abrí la puerta, estaba tan exhausto y quería llorar por la presión en el pecho pero no había manera.
