El cielo estaba pintado por una fina capa de blanco con tonos grises y algún que otro tono oscuro, una bandada flota por la altura, mostrando aquella belleza ante los mortales quienes están soñando. Suaves acordes suenan en un cálido prado de tulipa...
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Luka
Sus labios eran demasiados suaves y adictivos que solo quería seguir saboreandolos, la otra mano llegó hasta su cuello, acariciando la piel y dejando un mordisco en el labio antes de separarse, el oxígeno le costaba entrar.
Le miraba de forma inexplicable, quizá llena de paz pero no estaba seguro. Draken comenzó a acariciarme la mejilla mientras que yo solo quería seguir besándole, y eso hice. Pero esta vez más tranquilo, picoteé varias veces, escuchando los chasquidos y volví a separarme.
Duré solo un segundo mirándole los ojos antes de sonrojarme y me escondiese entre la almohada.
—Esto es vergonzoso—murmuré.
—¿El qué?—preguntó tranquilamente.
Solté un largo suspiro antes de responder.
—El dichoso cosquilleo del estómago.
—¿Tan enamorado estás?—bromeó.
—Si...,te amo demasiado.
Aquello lo calló, tomándose unos minutos procesarlo. Sentí un tirón en mi cuello, sacándome de mi escondite.
Murmuró «yo te amo un poco más»
—Pues yo te amo hasta la luna y más allá.
—Cursi—sonrió tontamente.
—Este cursi te ama—acerqué su rostro al mío.
—Deja de ser tan idiota y cómeme la boca.
Cogí su nuca y volvíamos a juntar nuestras bocas, saboreandolo un rato más.
Abrí la puerta con varios besos húmedos en mi nuca, mi primo se había largado así que teníamos el salón libre. Una risita solté debido a las cosquillas que sentía.
—Para ya, pesado.
Un gruñido escuché antes de separarse de mí.
—Malo—murmuró.
Cogió el mando antes de tumbarse en el sofá.
—Tú como en tu casa, eh—le obligué a moverse, dejándome un hueco, tras sentarme, suspirando de alivio, me dolía muchísimo la espalda. Él aprovechó para apoyar su cabeza en mi pecho, como si lo hiciéramos siempre.
Encontró su película favorita y la empezó. No sé cuantas veces se la habrá visto pero sé el motivo del por qué la ama tanto. Pedí comida a domicilio mientras que la buscaba, unas hamburguesas y patatas fritas.
Un último beso me dejó antes de concentrarse en la película, y no sé por qué pero me trajo recuerdos, unos muy malos.
Durante el beso, tan...tan...joder, nunca había sentido nada de esto. Me di cuenta de que mi miembro se había despertado y me avergoncé porque mierda, soy hetero. Y bueno, nunca se me pasó por la cabeza la posibilidad de que me gustase un chico.
Una voz nos interrumpió y el sonrojo de Draken, desapareció. Se volvió completamente pálido
Susurró que corriese e hice caso. Huyendo. Pero antes de tan siquiera llegar a la puerta principal, escuché un grito desgarrador. E iba a subir, lo habría hecho sino fuera por un hombre alto y mayor, que apestaba a alcohol, viniendo en mi dirección y..tuve el presentimiento de que me iba a golpear así que corrí.
Habría llamado a la policía o a alguien que pudiera hacer algo, pero luego recordé no harían nada.
Volví a casa andando, hacía bastante viento y había un silencio abrumador.
No dormí nada.
Y cuando fui en busca de respuestas, no me libré de un buen golpe. Probablemente también tenía un corazón roto pero en ese momento estaba confundido.
Ya de madrugada, habían pasado varios días de lo ocurrido. Varios en las que lloraba porque no entendía nada. Estaba tan confuso y perdido que me daba miedo no saber regresar.
Mi hermana estaba ocupada en el trabajo y no quise molestarla. Pero tampoco podía hablar con mi madre porque no me sentía cómodo. Investigue a escondidas, mirando si podía averiguar algo. Tras miles de páginas de webs, un par de videos explicativos y varias historias personales, quizá lo haya encontrado pero ya era por la mañana muy temprano.
Tardé un año en aceptarme. Fue una tortura que me hice a mí mismo por miedo y cuando pude entender que es algo normal, nunca me había sentido tan liberado.
Todo esto comenzó por un beso, uno en el que cambió mi vida.
Volviendo a la realidad, la película había avanzado bastante, comimos la cena hace rato pero Draken debía estar tan cansado pues se quedó dormido. Roncando y muy acurrucado hacia a mí. Apagué la televisión y lo acomodé para que no se cayera.
No me acuerdo cuando me quedé dormido pero lo último que recuerdo es que esto es nuevo para ambos.
