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936 palabras

A la hora de elegir su escuadrón levi no dudó en añadir a la chica de voz armoniosa, no sólo porque tenía algo que le ayudaba a calmarse -que aún no entendía bien, pero lo vería con el tiempo-, sino porque también tenía potencial, sobre todo en el ámbito médico, escucho a Hange lagrimear por su decisión.

—No es justo Erwin, yo la quería en mi escuadrón, le gusta la ciencia como a mi, encajará mejor conmigo que con el enano— replicó la mujer en tono de súplica

—Cállate cuatro ojos, Erwin dijo que yo elegía primero— y eso era verdad, fue la única condición que Levi puso para ser capitán

El único rubio en la sala asintió dando razón a Levi quién con su escuadrón ya elegido caminó hacia la salida, pero se detuvo al escuchar a voz de la mujer

—A mi no me engañas, esa chica te llamó la atención desde que viste en su entrenamiento como prefirió atender a un herido antes que ser la primera, o a lo mejor incluso estas enamorado de ella en secreto— una risa estruendosa se escapó de los labios de la mujer con gafas. El azabache irritado le dio una patada en la parte trasera de las rodillas haciendo que la mujer cayese de culo al suelo

—que te jodan cuatro ojos de mierda— y sin más se dirigió a la salida.

***

Mientras tanto en la parte de entrenamiento Emma hablaba con Petra las cuales se habían hecho amigas desde el principio.

—¿A qué escuadrón piensas que irás?— pregunto Petra mientras trenzaba el cabello de la pelirroja sentada delante de ella

—Me imagino que al de la capitana Hange, ya que le gusta la ciencia y yo quiero ayudar médicamente en la legión— Petra asintió y suspiró

—Me gustaría que estuviéramos juntas— Emma se dio la vuelta y cogió las manos de la muchacha

—Aunque no estemos juntas en el mismo escuadrón voy a estar molestándote y siempre te cuidaré en las misiones— ambas sonrieron y se abrazaron, Petra sintió como su interior se llenaba de mariposas que solo sentía cuando estaba cerca de la pelirroja y entendió hace tiempo que como el resto de chicos había caído enamorada ella.





***

Pocas horas después  los escuadrones ya estaban formados Emma se llevó una sorpresa al enterarse que pertenecía al equipo del capitán atractivo pero con problemas de ira y de autoestima como ella le había denominado en su mente. Se llevó una decepción porque de verás quería ir en el escuadrón de la científica parecía que en ese escuadrón se entraba  mas la inteligencia que lo físico, sin duda iba a sufrir en el escuadrón del capitán Levi, aunque se alegraba de estar en el mismo equipo que Petra pues la veía como una hermana.

—Bien, si formáis parte de mi escuadrón tendréis que cumplir unas cuantas reglas— todo el equipo estaba frente al capitán más tiesos que palos y con el miedo por las nubes, nadie se atrevía a mirarlo a los ojos, nadie, excepto Emma quien se preguntaba que alimentación habría llevado de pequeño para no superar el metros sesenta, bueno al menos suponía que media eso, a pesar de todo, ella no podía jactarse de la estatura del azabache, porque era al menos 3 centímetros más alto que esta. —La limpieza es primordial, quien no limpie bien le esperará un infierno aquí— muchos empezaron a sudar, excepto, otra vez Emma, quien estaba acostumbrada a limpiar todo porque era alérgica al polvo y trabajaba en un consultorio médico. — A las 6 de la mañana comienza el entrenamiento, no quiero ver vagos ni escorias cansadas y quien llegue tarde limpiará los establos hasta que se pueda comer en el suelo— esta vez Emma quiso morirse allí mismo, solo había dos cosas que odiase, la sociedad y madrugar. —Por último, nada de querer hacerse los héroes seguiréis mis órdenes al pie de la letra antes, mientras y después de salir de los muros ¿Entendido escorias?— finalizó es azabache

—Entendido capitán — repitieron todos llevándose el puño al corazón, sin duda Emma se estaba acostumbrado a ese apodo

—Podéis retiraros, excepto tu mocosa— señaló a Emma y esta sintió un nudo en la garganta mientras todos se adentraba al cuartel.

—¿Puedo ayudarle en algo capitán?— intento que su voz no se quebrara pero el aura que emanaba en hombre frente a ella era puramente aterrador

—Lo de heroísmo va por ti, si tienes a un soldado herido y yo digo que seguimos sin él tu acatarás la orden, ¿ha quedado claro?—

—Pero, eso va en contra de mis valores— reclamó la pelirroja con el ceño fruncido, el azabache cogió la solapa de la muchacha y la acercó a él.

—Me importa una mierda tus valores, aquí tendrás los que yo te enseñe ¿lo has entendido?— La muchacha solo pudo asentir y susurrar un pequeño "si señor", el hombre la dejó bruscamente y se marchó. Emma suspiró y se encaminó hacia su habitación para tranquilizarse.

Mientras tanto el azabache sentía como su corazón latía rápidamente, le sudaban las manos y sus bellos estaban erizados. Odiaba esa sensación, pero sabía lo que era, lo sabía porque lo llevaba sintiendo desde que la escucho cantar ese día, lo sentía desde mucho antes de poder apreciar su rostro y esa cercanía que había tenido con ella solo le había servido para apreciar más de cerca los lunares que tenía cerca del ojo izquierdo y en el pómulo derecho y malditamente eran preciosos, igual que sus ojos verdes y sus finos labios, o su nariz puntiaguda que se levantaba de forma armoniosa y exquisita en su rostro, la odiaba por hacerle sentir eso, pero se odia a sí mismo por permitirse sentir algo así en ese momento.



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Holaa!!! Quería tomarme un momento para informarles que a partir de ahora, estaré publicando nuevos capítulos de esta historia todos los viernes, me emociona compartir más capítulos con todos ustedes. Sus comentarios y mensajes son mi mayor motivación, así que no duden en expresar sus pensamientos y teorías en la sección de comentarios. ¡Me encantaría saber lo que piensan!

Estoy trabajando arduamente para llevar la trama a nuevos y emocionantes lugares. ¡Prepárense para giros inesperados, revelaciones intrigantes y, por supuesto, momentos emocionantes con nuestro amado Levi!

Nos vemos todos los viernes.

MIDNIGHT RAIN. LEVI ACKERMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora