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1626 palabras

A un día de la primera expedición en la que participaría el primer escuadrón de operaciones especiales se podía observar un aire tenso en el ambiente, tenían miedo, y aunque habían practicado demasiadas veces como trabajarían allí fuera y Levi había sido claro con lo que se esperaba de ellos, no podían evitar sentir terror. A pesar de todo, Emma estaba ansiosa por poder salir fuera, por poder observar el cielo sin que su vista fuera opacada por los muros.

Para Levi no era diferente, aunque no lo mostrase tenía un nudo en el estómago que le evitaba comer, teni claro a quien debía proteger pero su charla de hace unos días con Erwin le venía preocupando, y por todo eso, no había encontrado una mejor manera de expresarse que evitando a la pelirroja, para esta al principio fue extraño, aunque lo dejó pasar, pero luego empezaron los pensamientos intrusión ¿y si le incomodó estar con su madre? ¿Había ido demasiado lejos invitándole a su casa? ¿A lo mejor ya no la quería en su escuadrón? Esos pensamientos se arremolinaban en la cabeza de la muchacha y la impedían pensar en otra respuesta.

Sin embargo, era todo lo contrario al hablar con Erwin Levi entró en razón por las palabras del rubio ‐ Mi deber sería decirte que te olvidases de aquella muchacha, que además es tu subordinada, ¿pero quien soy yo para cuestionar lo que sientes? Te otorgaron el titulo de soldado más fuerte de la humanidad, pero eso no significa que te tengas que definir por ello, si ella te hace sentir bien, adelante, no pierdes nada, cuídala y protege la disfruta de tu vida con ella en este mundo porque al final es con lo único que nos quedamos-

Y por una vez en su vida Levi se permitió sentir, tenía que ordenar todavía sus pensamientos y sin duda alguna no la obligaría a hacer nada, es más, no le iba a decir nada a Emma, prefería quedarse tal y como estaba ahora, como un mero espectador de su sonrisa, aunque no le molestaba la idea de poder entablar una amistad con ella se conformaría de momento con ello, ya que Emma a penas y tenía los 19 años y él acababa de sobrepasar los 25.

***

Al salir de los muros Emma pudo sentir esa sensación ardiente creciendo en su pecho, era un sentimiento que no había experimentado nunca, un sentimientos de libertad, allí fuera el aire parecía más fresco, más puro, los pájaros parecían más libres y la vegetación era mucho más bonita, sin duda utilizaría la parada que hicieran para recolectar algunas plantas que le sirviesen en un futuro como medicina. El aire revolvía sus largos y rojos cabellos creando un espectáculo para muchos, incluso a los ojos de Levi la libertad le sentaba demasiado bien a la menor.

-Mocosos atentos, la primera expedición suele ser una catástrofe, no quiero eso de mi equipo- avisó el pelinegro, Emma volvió de su ensoñación y centró la mirada en el camino.

Habían pasado cerca de 30 minutos cuando aparecieron los primeros titanes, por suerte no eran titanes anormales, se trataban de dos de 3 metros y uno de 8. Así el capitán dio la orden de que Erd y Gunter se dirigieran al primero de 3 metros, mientras que Petra y Auro a irían a por el otro, finalmente Emma ayudaría a Levi a matar al titan de 8 metros. La muchacha se dirigió hacia los talones del titan e hiso un corte profundo en ambos que ayudó a que el mayor cortara la nuca de este sin pestañear, juntos volvieron a posarse en sus caballos y sin más se dirigieron hacia el punto de encuentro que habían acordado.

Una vez se instaló el campamento provisional en un bosque de grandes árboles Levi se permitió felicitar a su manera al equipo. -Para ser vuestra primera expedición no ha estado mal, no os habéis cagado en los pantalones, eso está bien- el escuadrón soltó una risa haciendo que Levi chasquera la lengua y se fuese, no sin antes dar un asentamiento de cabeza dirigido hacia la pelirroja. Después de esto todo el equipo se reunió y empezó a hablar de su experiencia, se habían vuelto muy cercanos, aunque Emma odiase a veces las expresiones de Auro queriendo parecerse al capitán tenía que decir que había formado un gran vínculo con Erd, este la cuidaba como si fuese su hermana pequeña y habían ganado una confianza que no la muchacha no pensó que tendrían nunca, así el rubio ayudaba a la pelirroja a coger algunas plantas para sus experimentos mientras entablaban una animada conversación.

- Solo intenta agarrar esa rama de allí- sugirió la muchacha señalando al árbol

-Es fácil decirlo para ti, mirando desde allí abajo- sugirió el rubio sonriendo a la chica -Ya está- finalmente la consiguió y bajó de aquel árbol ayudándose del equipo de maniobras

-Te debo una- la muchacha le sonrío y ambos volvieron a las tiendas, Erd cargaba la maleta llena de plantas para las investigaciones de su amiga y sonriéndola se retiró para hacer su guardia.

-Mocosa- La voz del capitán hizo eco en los oídos de la joven quién se estremeció de sobremanera 

-¿Si? Capitán- intentó sonar lo menos nerviosa posible, pero llevaba días evitándola, ¿por qué demonios la hablaba ahora? Estaba intentando olvidar todos los sentimientos que la abrumaban cuando le miraba, incluso tuvo que pellizcarse en varias ocasiones en la expedición porque se quedaba como una maldita psicópata mirando su perfil, y debía decir que se veía mucho más atractivo con los rayos del sol golpeando su rostro y el viento agitando su precioso cabello azabache, ¿por qué era tan difícil entender que no podía sentir aquello?.

-¿Te dieron permiso para recoger esas plantas?- Levi quiso golpearse, no quería sonar tan duro en intentó con todas sus fuerzas suavizar su tono de voz, pero no lo consiguió

-Si señor, la capitana Hange habló con el comandante y me dieron luz verde- la muchacha se giró para encararlo aunque se arrepintió al instante ya que los ojos del mayor estaban fijos en ella acelerando su corazón

-Bien- Ambos se quedaron en silencio, Levi intentando pensar en qué más decir y Emma terriblemente incómoda, la muchacha suspiró y prosiguió a hablar acerca de lo que sentía

-Siento mucho si lo incomodé el otro día invitándole a mi casa, no se volverá a repetir señor- La pelirroja habló tan rápido que al mayor le costó entenderla, antes de que él pudiera responder y con el sentimiento de humillación la muchacha se dio la vuelta intentando huir de allí lo antes posible. Pero en azabache era mucho más veloz que ella y antes de que intentará escapar el hombre ya la había llevado a la tienda más cercana y vacía, Emma no sintió en que momento este la había tomado de la mano y mucho menos en que instante se encontraba en esa carpa. 

Levi suspiró y tallándose el puente de la nariz suspiró y comenzó a hablar - tsk, no me has incomodado mocosa, ¿Qué tan idiota puedes ser para pensar eso?- la joven le miró con una ceja alzada e intento guardar las apariencias de las ganas que tenía de responderle a ese insulto, pero sabía que eso sería insubordinación y acabaría limpiando el establo, así que simplemente dijo:

-Pensé que como no me dirigía la palabra le había incomodado estar en mi casa- Levi bufó

-Maldita mocosa he estado ocupado, que no te haya dirigido la palabra no significa que la hayas cagado, tengo más cosas que hacer que estar prestando atención a cómo te sientes- la chica sintió como su corazón se volvía a acelerar pero a diferencia de antes ya no sentía alegría solo dolor, y se sentía una idiota por creer que podría ser correspondida ¿en que maldito momento sintió eso? para ella Levi no tenía sentimientos o al menos no los expresaba, tenía cara de querer matar a cualquiera que pasara frente a él y jamás había visto algún intento de sonrisa en su rostro, era fío y calculador y ni se inmutaba frente a la muerte de los demás soldado, ¿en que cabeza cabía creer que fuese a cambiar por ella? era idiota, todo el mundo le quería y ese era su crimen 

-Entiendo señor, perdone mis ocurrencias- y sin más que decir huyó de lugar a toda prisa para que no viese la lágrima que salió de su ojo izquierdo, aunque la limpió rápidamente, no se permitiría llorar, y menos por un hombre sin emociones, no lo haría, desde pequeña tuvo que entender muchas cosas y una de ellas fue saber que su padre la había abandonado, que ni siquiera había sido capaz de hacerse responsable de sus actos, entendió que los hombres eran inentendibles y que solo buscaban sexo.

Mientras tanto Levi se maldijo a sí mismo, otra vez metía la pata, no la podía haber dicho simplemente que no se preocupara que solo había estado muy ocupado con la expedición, no, el tenía que hacer sufrir a los demás, porque al parecer era la única cosa que se le daba bien. Simplemente era estúpido, no sabía como expresarse y cuando sentía que alguien estaba cerca de llegar a mirar dentro de él, simplemente sus defensas se activaban de manera automática y  procedía a decir algo doloroso, así había sido para él toda la vida, pero sabía que eso no estaba bien, que si quería por lo menos acercarse a la chica tenía que cambiar eso, no podía estar soltando lo primero que se le cruzase por la mente. Suspiró, eso sería difícil pero sin duda estaba decidido a cambiar, y debía empezar pidiendo disculpas, aunque antes de que lo debía ordenar sus sentimientos y pensamientos

MIDNIGHT RAIN. LEVI ACKERMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora