Trolls #6

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Espero que les guste~

Nota: Encontrar canciones que puedan encajar con ciertas situaciones es difícil T-T

-¿Qué?- Poppy parpadea, luciendo como si estuviera intentando entender del todo lo que él le había dicho pero al mismo tiempo, negándose a creerlo. -Eso seria imposible- bufo, intentando restarle importancia, aunque ahora, había múltiples dudas resonando en su mente. -Papá no dejaría que los atraparan-

-Ella los encontró, estoy seguro de que ya sabe donde están- el sobreviviente se cruzo de brazos, enarcando una ceja hacia la princesa que parece no querer enfrentar del todo la realidad pero entonces, algo suena, llamando su atención y pronto, hay alguien que habla por un sistema de tuberías de algún tipo que parecen funcionar para comunicarse desde lejos.

-¡Pequeña holgazana!- la voz de la chef resuena por el pequeño cuarto, haciendo estremecer a todos los presentes, incluyendo a la berteno que luce aterrada mientras retuerce sus dedos. -¡Más te vale que vengas aquí y traigas la jaula, es hora de poner a esos troll con los demás para esta noche!- y eso termina de confirmar la teoría de Branch, quien deja escapar un suspiro de cansancio mientras sus hermanos hacer una mueca.

-Oh no...- Poppy siente que su corazón se detiene, cayendo de rodillas, al fin dándose cuenta de lo seria y peligrosa que era la situación. Chef solo dijo "los demás", no fue especifica, pero tiene la sensación de se refiere a su pueblo y siente pánico, porque eso no se suponía que debía suceder. Ella solo tenía que rescatar a sus amigos y luego volver para buscar otro lugar seguro pero en cambio, lo arruino todo.

-Ay, mamá- Smidge jadea con esa voz gruesa que aun toma a los hermanos por sorpresa. 

-Todos moriremos- DJ Suki se deja caer de manera dramática, plantando su rostro contra la mesa en la que están parados, dejando escapar un largo gemido.

-Estoy es malo, esto es muy malo- Cooper se acurruca, cubriéndose el rostro, como si eso pudiera sacarlo de allí de alguna manera. Las gemelas solo se mantienen en silencio, apoyando suavemente una mano cada una sobre el lomo ajeno en un triste intento de consuelo, luciendo casi al borde de llorar.

-¿Qué hacemos ahora?- Biggie acuna a su mascota entre sus brazos, ansioso y nervioso. Los hermano solo pueden mirarlos, tristes al verlo decaer en animo tan rápido, pero sin poder decirles nada, aunque hay uno que mantiene la vista apartada.

-¿Bitty B?- JD nota la expresión pensativa de su hermano menor, ya teniendo una sensación de lo que esta cruzando por su cabeza. -¿Tienes un plan?- eso llama la atención y pronto, todos están mirando al sobreviviente, quien se sobresalta y se remueve incómodamente en su lugar.

-Algo así- se mueve y Creek no duda en ayudarlo a levantarse, él y los hermanos preocupados al notar que se tambaleaba un poco peor el sobreviviente es terco y de obliga a si mismo a recomponerse. Aun no puede descansar, sin importar lo cansado que estuviera. -Lo primero que necesitamos es saber donde están los demás y para eso...- mira de reojo al grupo, sintiendo una punzada por lo que les iba a decir. -...necesitamos que vuelvan a la jaula- ellos se estremecen pero asienten rígidamente, poco dispuestos a discutir con quien quiere ayudarlos por esta vez. Incluso la princesa se quedo callado por esta vez, escuchando.

-¿Y yo?- la berteno se acerca en ese momento, luciendo incomoda y tímida, aunque con algo decisivo brillando en sus ojos. -¿Puedo ayudar en algo?- es tentativa y suave, amable de una manera que toma al menor de los hermano por sorpresa.

-En realidad, puedes- Branch aun no confía en ella, no cree que pueda en un corto plazo, pero no puede negar que la necesita en ese momento. -Necesito que sigas las ordenes de chef, tu nos guiaras hasta donde estén los demás, mientras nosotros de seguiremos- la berteno asiente, luciendo entusiasmada de poder aportar algo de su parte, volteándose para traer la jaula y el candado. -En cuanto los encontremos, idearemos una forma de escapar todos juntos pero si ustedes pueden hablar con ellos...- mira a Creek de reojo, quien parece atento ante sus palabras. -...díganles que vayan al Árbol Troll en la primer oportunidad que tengan, usaremos lo que queda de los viejos túneles para escapar- los presentes asintieron y Poppy, quien no luce del todo contenta, los abraza con fuerza, sin querer soltarlos pero teniendo que hacerlo.

-Aquí esta- la berteno, o Bridget recuerda vagamente, deja la jaula cerca de ellos y la abre. El grupo luce aprensivo pero termina por avanzar con paso lento para adentrarse, aunque Creek se queda por un segundo al lado de su amigo.

-Estaremos cerca- el sobreviviente le asegura y el gurú le sonríe ligeramente, dándole un rápido abrazo antes de alejarse y adentrarse junto a los demás. Bridget les muestra una suave sonrisa, disculpándose entre susurros mientras asegura el candado en su lugar y sobre la jaula con una manta como la primera vez, sujetándola entre sus manos con notable nerviosismo.

-Te seguimos- JD le sonrío y ella le devolvió el gesto, respirando profundo antes de salir, caminando por los pasillos, sintiendo su corazón acelerado. Los trolls la siguen tan rápido como pueden, yendo de candelabro en candelabro, agradeciendo la poca presencia de guardias por la zona y llegando hasta lo que parecía ser la cocina de gran tamaño, extrañamente vacía. Solo esta chef allí, con una olla colocada sobre una pequeña mesa con ruedas y sujetando un par de riñoneras

-Bien, los trajiste- su sonrisa es aterradora y llena de satisfacción, haciendo un gesto para que la otra se acercara. 

-Como lo pidió, chef- las manos de Bridget tiemblan mientras sostiene la jaula la jaula, los trolls en el mueble más cercano que pudieron en contra, escondidos pero atentos, casi conteniendo el aliento.

-Esto será el mayor banquete de todos- abre el cierre de una de las riñoneras y lo voltea sobre la olla, gritos de miedo sonando mientras el montón de trolls caen dentro, la sonrisa ajena solo agrandándose de alguna manera. Repite el proceso hasta que todas las riñoneras están vacías, luciendo satisfecha ante la cantidad de trolls en pánico que se retuercen en el interior. Le arrebata la jaula a la sirvienta, quien traga en seco, abriendo el candado con la llave que había estando guardando y dejando caer los últimos trolls. Bridget se mantiene apartada, luciendo aterrada, las manos entrelazadas con fuerza para no delatar lo mucho que esta temblando. -Tu...- los ojos de Poppy se abren con alarma cuando logra que notar que a quien sostiene chef es a su padre, quien se retuerce en un vano intento de liberarse. -...serás un bocadillo muy especial- lo acerca lentamente a su boca abierta, luciendo dispuesta a comérselo en ese mismo instante, y es entonces cuando la princesa no puede soportarlo.

-¡Papá!- sale de su escondite sin pensar, esquivando el intento de los hermanos por mantenerla allí y lanzándose, arrebatando a su padre de las manos de aquella berteno, aterrizando sobre la mesa. -¿Estás bien?- lo miro con preocupación, ignorante de la gran figura que se alzaba por encima de ellos.

-Oh, mi querida Poppy...- Peppy tenía la decencia de lucir triste y desesperado pero antes de que pudieran decir algo, ambos sujetados y levantados, la troll rosa temblando ante la sonrisa siniestra en el rostro ajeno.

-Ya sabía yo que la princesa no podía estar muy lejos de su padre- lucia superior, dejándolos caer con los demás, pero mirando de reojo el lugar desde donde la vio salir. -Y supongo que hay más intrusos...- se lanza y los hermanos apenas puedes pueden reacción, siendo atrapados, luchando por liberarse. -...pero en cuantos más haya, mejor-

-¡Eres más fea de cerca!- JD gruño, maldiciendo entre dientes y ella frunce el ceño, luciendo como si quiera apretarlo hasta aplastarlo y eso hace que el sobreviviente reaccione.

-¡Suéltanos, horrible ser!- Branch saca una de las tantas estacas que esconde en su cabello y no duda en clavarla en la mano de quien lo sujeta, satisfecho ante el grito de dolor que logra obtener pero pronto, esta jadeando cuando el agarre a su alrededor se aprieta hasta el punto de ser difícil respirar.

-¡Maldita criatura!- chef estaba furiosa, logrando que la pobre y pequeña berteno que estaba allí se encogiera con miedo, luchando contra las lagrimas de terror y culpa, pero quedándose muy quieta en su lugar. -Disfrutare mucho de comerte- y lo tiro bruscamente al interior de la gran cacerola, casi sonriendo al escucharlo quejarse antes de cerrar con seguro la tapa. -Vigílalos y llévalos al salón principal cuando te de la orden- ella asiente torpemente, observándola irse, y solo cuando se queda sola, se acerca a la gran olla, sintiendo su corazón estrujarse por los pequeños seres que allí están encerrados.

Te TengoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora