Capítulo 22: Atención

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El cuerpo femenino se movió como montones de bultos por debajo de las sábanas blancas. Hizo un enorme esfuerzo hasta que por fin pudo safarse de la prisión de tela fina y refinada, presionando los ojos con fuerza y tapándose la cara con ambas manos para sobarlos. La luz del sol entraba por los espacios de las cortinas oscuras y eso le causó una leve punzada en el cerebro.

Cuando por fin logró abrir los ojos del todo, movió la vista al costado y su corazón latía con fuerza al ver el cuerpo masculino envuelto en las mismas sabanas que el suyo. Sasuke estaba profundamente dormido y su rostro se veía completamente angelical, relajado. El sonrojo subió a sus mejillas y Sakura se movió con muchísimo cuidado para salir de la cama sin despertarlo.

El chico estaba casi abrazando su almohada y su torso desnudo estaba tapado apenas hasta la mitad de la espalda, dejando a la vista sus fuertes omóplatos que en ese momento no se veían haciendo la fuerza que la noche anterior.

El sonrojo se intensificó al recordar los sucesos de la noche, y más aún cuando se dió cuenta que sin la sábanas no tenía nada que cubriera su desnudes. Rápidamente fue en busca de su celular puesto sobre la mesita de luz del chico y vio la hora... aún había tiempo para darse una ducha antes de irse a la escuela.

La fémina se acercó para darle pequeños toque en el hombro a Sasuke y este no tardó más que unos segundos en abrir los ojos con sorpresa. Subió la mirada hasta Sakura y se incorporó con mucha pereza sobre el colchón. Hizo el mismo acto de frotarse los ojos y miro a Sakura con los ojos entrecerrados.

Él realmente se veía como un ángel.

—¿Qué hora es? —cuestionó con una voz mucho más ronca de lo normal.

—No es muy tarde pero quiero darme una ducha antes de ir a la escuela... y para ellos si se está haciendo tarde —explicó y el no tardó más de dos segundos en levantarse y colocarse unos boxer para dirigirse al baño de su cuarto.

Unos segundos más tarde el volvió con una ceja elevada y los brazos cruzados delante de su pecho.

—Sakura ¿has traído ropa como para darte una ducha?

La nombrada abrió los ojos con sorpresa, recordando ese pequeño pero no menor hecho. No, no había llevado más que su vestido de dos piezas y una chaqueta.

—No, no he traído nada... Pero si falto mis padres me van a matar. Con suerte convencí a mi madre por mensaje de que me iba a quedar a dormir en casa de Ino. No sé cómo voy a explicarles esto.

—¿Ino es tu amiga? —cuestionó con interés. El azabache recordaba a aquella rubia de cabello largo y ojos azules. Era la que vió una vez charlar con Sakura cuando esta le mostró alegre su nota en el examen. La única vez en su vida que la vio estar alegre con algún ser femenino.

—En realidad no... —respondió con algo de tristeza, sintiéndose avergonzada—. Solo es mi compañera pero nos llevamos bien. Y mi mamá si me creyó que es mi amiga... aunque costó mucho trabajo hacerle creer que estoy tomando confianza de vuelta con alguien en la escuela.

—Entiendo —dice con simpleza, dirigiéndose nuevamente hacia el cuarto de baño—. Ven a lavarte. Te prestaré algo de ropa y luego en el camino pasamos por un local de calzado. Te compraré unas zapatillas.

La pelirrosa abrió los ojos desconmensuradamente y se levantó, usando la remera de Sasuke que encontró en el suelo para tapar su torso. La prenda le quedaba hasta los muslos.

—No tienes que hacer eso. No lo quiero.

—No creo que quieras asistir a clases con los zapatos que usaste anoche —Su voz sonó desafiante, apareciendo devuelta por la entrada al baño, con el cepillo de dientes en su mano y una toalla colgando de su otro brazo—. No es para tanto... solo son zapatos.

THE LINE | +18 | Sasusaku  [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora