Capítulo 3

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Un viernes en la noche es aburrido, pero la fiesta que hizo Momotaro esta lleno de bellezas, así eso ayuda con el aburrimiento.

-- Vamos Kojiro, bésame guapo. -- Dijo la chica que estaba sentada en mis piernas, la casa estaba llena de personas, todos bebiendo, todos besándose, pero nada me satisfacía de verdad, tomé en cuenta la sugerencia de la chica en mis piernas y la bese. Parecía que estaba completamente drogada o estaba muy caliente la muy zorra, a penas y podía seguir el ritmo del beso, su lengua entro bruscamente en mi boca y en cuanto sentí como me mordía, como si quisiera romperme el labio; la aparté de mi.

-- Agh, aléjate perra.

-- No, espera. 

No hice caso a como me llamaba gritando, incluso parecía que la música paro y que la gente se quedo callada por sus gritos, pero me importo una mierda, busque a mis hermanos y vi como Momotaro estaba con su novia encima, prácticamente teniendo sexo con la ropa puesta. -- Oye, estoy aburrido, vamos a otra parte. -- Dije y este dejo lado a su novia.

-- Princesa quítate, me estorbas.

-- ¡Ay! Vamo MOmotaro... Quédate cONmigo AmOr... -- Dijo estirando sus labios para volver a besar a mi hermano pero el solo hizo una mueca con la boca y hablo.

-- Cállate zorra. -- Dio unos pasos para después voltear y dar sus ultimas palabras. -- Ah por si no quedo claro, ya no me sirves para nada, así que terminamos. Adiós. -- Princesa se quedo en shock por un momento y después reacciono, comenzando a llorar, seguí a mi hermano ignorando los llantos de bebé de Princesa. -- Oye, busquemos a Miyachiro, esta en su habitación con dos de nuestras compañeras de clase, creo que será divertido sorprenderlo con los pantalones abajo jaja. Apostemos, apuesto 100 si ya tiene los pantalones abajo. -- Dijo mi hermano mayor llegando hacía mi, la apuesta me dio risa y asentí. Ambos subimos al segundo piso de la casa donde también había un caos total, pero peor que abajo, aquí había gente drogándose y fumando hierba. Cuando llegamos a la habitación de mi hermano menor entramos a la fuerza y lo encontramos con una chica encima sin camisa y otra a su lado ya casi desnuda. JAJA, Miyachiro estaba aún vestido. Le mostré mi mano a Momotaro y este me dio el billete de 100. 

-- Oye hermano, vamos a otra parte, la fiesta esta aburrida.

-- Bueno, vamos. -- Mi hermano hizo caso omiso a la chica ya desnuda a su lado y después le habla a la chica encima de él. -- Quítate preciosa, te prometo que el lunes te recompensaré. -- Dijo para tomar la cara de la chica y darle un beso.

-- ¡Oye! ¡es para hoy!

-- ¡Ya voy imbécil! -- Miyachiro termino de poner su polerón y nos fuimos de la casa, no me importa si en la casa la fiesta dura hasta la siguiente semana, se que papá sacará a todos de la casa.

Caminamos por las calles y Miyachiro trajo un skate para entretenernos. Mientras Momotaro intentaba hacer unos trucos no se dio cuenta de que venía un auto y casi lo atropella.

-- JAJA ¡QUE HIJO DE PUTA CASI TE MATAN! JAJA. -- La risa se apoderó totalmente de mi y no pude parar de reírme, eso hasta que sentí el golpe en mi nuca. -- ¡Oye! dolió.

-- Parecías un payaso. -- Dijo Miyachiro con una sonrisa en los labios. -- Jaja, Momotaro ten más cuidado.

-- Si, si, ríanse malnacidos.

Seguimos caminando por las calles de la ciudad cuando de pronto vi el letrero del bar "The Baby Bonnies" el bar de las conejitas, sería interesante asomarse un viernes por la noche a ver bellezas a ese bar, y después de todo, no es que seamos clientes extraños, puedes tener de todo si eres hijo del dueño de los bares de Saltadilla. -- Oigan perdedores, ¿Qué les parece ir a disfrutas de unos buenos tragos y alegrar la vista en el bar de las conejitas? ¿Eh?. -- Dije alzando una ceja y abrazando a mis hermanos por los hombros, vi una sonrisa en ambos que tome como un "si", así que los 3 entramos al bar saludando a los guardias que nos recibieron muy bien. Entramos y la vista era perfecta, un montón de bellas muchachas con sus trajes de conejitas y esos colas de conejo que tanto me fascinan cuando caminan.

-- ¡Hola muchachos! Hace bástate tiempo que no los veía por aquí. -- Escuchamos una vez femenina acercándose.

-- ¡Miren nada más!, si no es la mesera más sexi de este bar, la bella ¡María!. -- Grito Momotaro al ver a nuestra amiga llegar con unos tragos para nosotros.

-- ¿Cómo ha estado la cosa por aquí Mari? ¿El negocio va bien?. -- Tomé uno de los vasos que María nos ofreció para tomar el licor que había en el.

-- Va de maravilla, han llegado nuevas chicas al lugar y eso, a hecho que el negocio crezca, ¿ o por qué creen que sus traseros están tan cómodos en casa? JAJAJA. -- Todos una fuerte risa en cuanto María terminó su chiste. 

-- Y ¿Qué nuevas bellezas hay para esta noche en el escenario?.

-- ¡Llegan justo a tiempo malcriados!. -- María corrió hacía el escenario, y tomo el micrófono que daba sonido a todos los parlantes del bar, para anunciar el espectáculo. -- Justo ahora, y en este momento, se va a presentar el número más popular del ultimo mes, ¡El número dee Jessica Rabbit! Interpretado por nuestra más reciente conejita, la señorita ¡Bellota!

En cuanto María termino de presentar el show, de entre las cortinas se asomó una hermosa pierna pálida, sin ningún bello y pareciera que tiene un tacto tan suave. Después de eso se comenzó a escucharse la delicada voz de una chica al rededor del escenario y no paso mucho tiempo para que yo y mis hermanos nos sentemos en la mesa más cercana al escenario para ver a la enorme belleza que salió de entre las cortinas. Era una chica vestida como Jessica Rabbit, dando una gran semejanza por la palidez de su piel, sus preciosas curvas y su cuerpo delgado con unos pechos enormes. Definitivamente, quiero a esta chica entre mis sabanas para hoy. La chica siguió su numero paseando delicadamente por el escenario hasta que por alguna razón hicimos contacto visual, tiene unos ojos verde claro tan coquetos que me hacen desearla aun más, provocando que la erección que escondo en mi pantalón ahora comience a dolor. Llegó un momento en que la chica bajo del escenario para comenzar a coquetear entre los hombres del bar hasta llegar a la mesa de nosotros, Y para mi suerte, ¡SE SENTÓ EN MIS PIERNAS!. Jamás pensé tener tan grande preciosura en frente de mi, ella comenzó a acercarse y alejarse de mi rostro, llegando a ilusionarme en ocasiones que sus rojos labios me besarían.

Pero antes de que lo haga comenzó a levantarse de mis piernas, pero no la dejé, completamente controlado por el deseo le dije. -- Dame un besito belleza, y te dejo en paz. La chica intento seducirme para que la suelte pero eso solo hacía que la sujetara más fuerte, fue hasta que pareciera que se rindió cuando empezó a acercarse a mi lentamente, sus rojos y los míos estaban a punto de tocarse, pero alguien la jalo del brazo y la sacó de mis piernas. Era un viejo canoso y con barba claramente enojado y grito. -- Oye mocoso, ¿¡Quién te crees que eres para tomar a mi conejita favorita!?. -- No me dejó ni responder cuando se subió encima de mi para golpearme en la cara. No me costó mucho tomar la ventaja después y comenzar a golpearlo yo, muchas personas se nos acercaron para separarnos pero solo los guardias y el que dirige el lugar lo lograron. Terminaron echando del lugar al tipo que se despidió de mi chica lanzándole un beso, quería volver a golpearlo pero ya  fue suficiente escandalo por hoy.

-- ¿Hermano qué fue eso?

-- ¿Una pelea?. --Contesté lamiendo mi labio inferior del que goteaba sangre. Vi como el jefe de aquí le dijo a mi chica que se puede ir, quería ir tras ella, pero me vería como un imbécil enamorado según mis hermanos.

-- Lo-lo siento mucho señor Kojiro, le pagaremos la ida al hospital para compensar los daños. -- Dijo el jefe de aquí bastante nervioso, pero yo no estaba enojado, al contrario, estaba feliz.

-- Amigo, ¡cálmate!. -- Dije dando un suave golpe en su hombro, no quería que siguiera preocupado, y el parecía ahora bastante sorprendido. -- No pasa nada, de hecho, ¡estoy feliz amigo! Lograron hacer que mi viernes sea mejor de lo que esperaba. Vi a una mujer preciosa y sensual de cerca, me pelee en el bar con un anciano, ¿¡Qué más podría pedir viejo!?. -- Tomé su mano para estrecharla y agradecerle. -- Gracias amigo, de verdad ¡Gracias!, chicos, ¿Qué tal si volvemos a casa?. -- Mis hermanos asintieron con la cabeza y antes de irme, le entregue mil dólares al jefe. -- Fue la mejor noche de todas amigo, adiós.

Me fui del lugar junto con mis hermanos, todo el trayecto hasta la casa fue en silencio. Yo solo pensaba en aquella chica, pesaba en su sensual cuerpo, en el tamaño de sus pechos, fantaseaba en tenerla debajo de mi gimiendo de placer o ella encima de mi. No dejaba de pensar sus ojos verdes... Sin darme cuenta estaba en mi habitación y la casa que estaba hecha un desastre ahora volvió a ser la misma adinerada y limpia de siempre. Me dormí pensando en aquella preciosura de mujer y preguntándome. 

-- ¿Cuándo será la vez que puedas estar entre mis sabanas primor?

Cartas de verano (Bellota X Butch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora