Capítulo 12

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El día fue aburrido en clases, no tengo nada más que decir, ahora, para terminar mi día, solo tengo que ir a la casa de un idiota para costarme con él... Ugh, y después volver a ese estúpido trabajo de mierda. ¿Alguien mi explica cómo es posible que mi vida vaya cada vez más en decadencia?.

-- Kauro, ¿Te quedarás a practica de futbol entonces?

-- ¿Eh?... Ah si, si, si, me quedaré a practica. 

-- De acuerdo, entonces le diré al jefe que llegaras un poco tarde. -- Mi hermana tomo su bolso y le hizo una señal a Momoko para que ambas se vayan a casa. Las tres estábamos sentadas en una fuente que estaba a la salida del instituto, decidimos quedarnos a hablar un rato antes de que yo vaya a mi "practica de futbol".

-- Pero, sabes que después de la practica voy directo al trabajo. 

-- Lo sé, es para que pases a comer a casa. -- Miyako me giño un ojo juguetonamente, para que después se despida de mi junto con Momoko, ambos se fueron hablando a casa. Yo solo saqué de mi mochila una cajetilla de cigarros, encendí uno, estos días he estado con los pelos de punto y los cigarros me ayudan a relajarme. Mientras fumaba, me giré en para mirar la fuente, el agua fluía tranquilamente desde lo alto, y en el agua se veía mi cara, me veía muy cansada, y no es como para sorprenderse, el trabajo y el instituto acaban conmigo todos los días, y para peor ahora tengo prostituirme con hijito de papi para que no perjudique a mis hermanas, tengo mentirle a mis hermanas, tengo que ocultar esto de todo el mundo, y hasta tengo que cuidarme de los hermanos de este maldito. Siento que voy a morir de cansancio uno de estos días.

-- ¿No tienes otro para mi? -- Miré encima de mi hombro para  ver como arrogantemente caminaba hacía mi Kojiro, tenía sus manos en sus bolsillos y el lazo de su bolso deportivo cruzaba su pecho. Miré de nuevo hacia la fuente ignorando el que me hablara. Él se sentó a mi lado e intentó tomar mi cigarro para fumar, pero fui más rápida e inhalé una ultima vez el humo del cigarro para arrojarlo a la fuente.

-- No, no tengo otro para ti. Ya vámonos, tengo que trabajar después y en definitiva, no tengo ganas de encontrarme con los idiotas de tus hermanos... -- El seguía sentado a las orillas de la fuente. -- ¡Levántate!

-- ¡De acuerdo! ¡Ya voy! No tienes que gritar mocosa. 

-- No soy una mocosa, tenemos la misma edad.

-- ¿Ah en serio?

-- ¡Vamos en el mismo grado imbécil! -- Ambos caminábamos al lado del otro, yo solo lo seguía y resulta que llegamos a su auto, donde lo esperaba una muchacha con la cara llena de lagrimas y con el maquillaje... Escurrido por toda la cara... Que perdedora. Ella se giró en dirección a nosotros y yo rápidamente me escondí detrás de un auto cercano.

-- ¡Butch! ¡¿Cómo puedes hacerme esto?!

-- ¡¿Hacerte qué, Duquesa!?

-- ¡¿En serio me dejaste por mensaje!?. -- Pude ver como ella le mostraba la pantalla de su teléfono encendido, y comenzaba a llorar aún más, una pequeña carcajada se me escapó de entre mis labios, pero por suerte nadie logro a escuchar.

-- ¡Oh vamos Duquesa! ¡Sabes perfectamente que tú y yo no éramos nada!

-- ¡Si éramos algo Kojiro! ¡Teníamos conexión!

-- ¡¿Y qué es esa mierda de conexión!? ¡Sabes perfectamente que solo me servías para una cosa! ¡Y solo una cosa!... Se-xo... ¡Así que deja de joderme la vida y vete! ¡Ya no me sirves para nada!. -- La chica tenía los ojos llenos de lagrimas, parecía que estaba apunto de caer del impacto de las palabras de Kojiro y fue así, lentamente sus piernas se fueron deslizando hasta que su cuerpo toco el piso de cemento. Hasta yo me sorprendí por el gran hijo de puta que puede ser. Siempre pensé que era un idiota con las chicas, pero nunca pensé que sería tan cruel al momento de botarlas. -- Vamos Duquesa... Lárgate, lamento que las cosas terminen así, pero ya no me gustas. -- Él se agachó a la altura de la cara de la chica y esta seguía en estado de shock al parecer. Hasta que se se reincorporo, su cabeza estaba mirando hacía el piso, hasta que miro a Kojiro, con una mirada diferente, esta era de puro odio. Para después alzar su mano y golpear la mejilla de Kojiro con la palma de su mano.

Cartas de verano (Bellota X Butch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora