Capítulo 4

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-- Aún no puedo creer que los Him fueron al bar, ¿Qué creen que estarían haciendo ahí?. -- Miyako sigue sin creerse que los tontos fueron al bar, en especial porque no los vio.

-- Si Miyako, si fueron al bar, yo los vi, y también vi como Brute estaba suuper celosa de ti Kauro jaja

-- ¿¡Celosa!? ¿Por qué mierda estaría celosa? Esa jirafa flaca sin nada solo se enojó porque el tonto con el que se acuesta tiene la entrada prohibida.

-- ¡Mentira! Todos saben que Brute te tiene envidia y más si consideramos, que tu sentaste en las piernas del perdedor que le gusta. -- Momoko comenzó a mover sus cejas de arriba hacia abajo, recordándome esa estupidez que tuve que  hacer en el bar. -- Ya confiesa Kauro, ¿ te gustó verdad?

-- ¡Claro! ¡Me gustó tanto un imbécil proxeneta!

-- ¡Ay vamos! ¿Y si el se enamoró de ti y deja de ser un imbécil?

-- See, no creo que eso pasé. -- Momoko y yo miramos a Miyako, vimos que ella apuntó hacía el frente, y vimos como apuntaba a Kojiro, apoyándose sobre un auto mientras hablaba con una chica medio pálida con el cabello café, toda la ropa que traía era morada, otra princesita.

-- Pues, se nota que se enamoró de mi Momoko jaja.

-- Ya cállense perras. -- Después de mirarnos con los ojos más enojados posibles aceleró el paso dejarnos solas.

-- ... ¡JAJAJA¡ -- La risa se apoderó de nosotras por la actitud tan infantil de nuestra hermana mayor. -- ¡Kauro!

-- ¡Ay!. -- Golpeé a mi hermana en el hombro por asustarme. -- No grites niña, estoy a tu lado.

-- Jeje, lo siento, pero necesito preguntarte algo, como no esta Momoko solo me quedas tu. 

-- Gracias. -- Dije fingiendo como su alguien me apuñalara en el corazón. -- ¿Y qué es lo que me quieres decir?

-- Bueno... Hay un chico, que, es muy guapo jaja. -- Puse una mirada seria en cuanto escuche eso y vi como mi hermana reía como una niña. A lo que ella se dio cuenta y volvió a hablar con calma. -- Bueno, bueno, este chico, se llama Cody, es de la otra clase y, el me invitó a una cita jeje. -- Frené en seco al escuchar a mi hermana y quedé con una cara totalmente seria, definitivamente yo no sirvo para esto. -- ¿Qué?

-- See, yo no sirvo para esto, habla con Momoko, ella sabe de chico. -- Seguimos caminando para entrar a la escuela, intentamos buscamos a Momoko en la parte más obvia en donde podría estar, en la cafetería, por desgracia lo primero que vimos no fue nuestra hermana si no la mesa donde estaban los hermanos Him, rodeados de chicas. -- Guau, no puedo creer lo tontas que son las chicas de este instituto.

-- Si, son unas perdedoras. -- Buscamos con la mirada a nuestra hermana hasta que la encontramos, comiendo un pastelillo muy feliz, caminamos hacia ella pero alguien hizo tropezar a Miyako y alguien puso su brazo sobre mi. -- ¡Suéltame!, Miyako, ¿Estás bien?. -- Me agaché para ayudar a Miyako y por suerte nada grabe le había pasado. -- Ten más cuidado idiota.

-- ¿Por qué tendría cuidado? Si quería que se cayera. -- El tímpano de hielo como siempre tan directo. -- A demás, ¿A quién le importa si se cae una zorra como ella?

-- Eres un hijo de puta. -- No hice mucho caso a lo que dijo el tonto, pero cuando vi a mi hermana, vi como de sus ojos azul claro salían lagrimas, vi como mordía su labio inferior para evitar llorar, pero conociéndola, eso solo hacía que llorara más.

-- ¡Miyako!. -- Escuchamos la voz de Momoko llegar y de inmediato vimos como sujetó su mano para que se levantara. -- ¿Estas bien? ¿Te raspaste la rodilla?

Cartas de verano (Bellota X Butch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora