Cartas de verano (Bellota X Butch)

Capítulo 13

-- ¿Así que ya no quieres vivir? -- Preguntó Bardo a un lado de mi. Ambos estábamos sentados en las gradas al frente de la cancha de futbol. En definitiva, los exámenes de esta semana han acabado por completo con mi vida, si no fuera por la ayuda de Bardo y Momoko, estoy segura de que ya habría reprobado todas las materias. Mientras yo desahogaba mis penas con Bardo, él permanecía tranquilo escuchando todo lo que yo le dijera, mientras comía un paquete de galletas con chispas de chocolates, que claro, no compartió conmigo, mientras más conocía a Bardo, más me di cuenta de que es muy tacaño con la comida. Yo solo permanecía con la cabeza agachada, intentando recuperar las fuerzas que gaste al dar el examen de historia, que de hecho, fue hace menos de una hora. -- Vamos mujer, no es difícil. -- Menciono totalmente relajado, para después devorar por completo la galleta en su mano.

-- ¡Claro! Lo dices como si no fuera difícil intentar aprobar todo ¡Claro! ¡Como al señorito todo le es tan fácil! -- Dije indignada al reincorporarme. 

-- No es que sea fácil, simplemente es cosa de estudiar, y - ya. -- Dijo dándole un mordico a su galletas. -- Sabes, me sorprende que te canse dar unos simples exámenes, y que no te mates al entrenar en el equipo de futbol, me sorprende el que sigas viva mujer. -- Ambos estábamos viendo un mini juego de futbol que los chicos del equipo organizaron, me invitaron a jugar, pero los exámenes acabaron conmigo. Jugaban tan brusco como un los entrenamientos, en los que en más de una ocasión, me han causado un moretón de lo lindo Mientras avanzaba el juego, me di el tiempo de ver a todos los jugadores, entre esos obviamente estaba Mitch. Desde el fracaso de nuestra primera y única cita, se ha convertido en un chico diferente, ahora es más serio y frío, y hasta, digamos que se convirtió en un idiota, tal y como los hermanos Him. Todo el tiempo esta coqueteando con diferentes chicas, en más de una ocasión lo he visto besuqueándose con las chicas que antes eran catalogadas como "Propiedad de los Him", ya que siempre se acostaban con ellos.

Seguí mirando el partido y a los jugadores, hasta que mi mirada se cruzo con la de... Kojito, quien, sin escrúpulos me lanzó un beso flotante, que hijo de puta, ¿No le importa lo que dirá el resto?, en cuanto lanzo su besito de porquería mire hacía otro lado, pero para mi desgracia, Bardo ya se había dado cuenta del detalle. -- ¿Qué fue eso?. -- Me giré para ver a un Bardo con la mirada clavada en mi, apostaría que el que se oculta bajo su largo mechón de pelo, esta igual o más abierto que el otro.

-- Nha, no es nada, solo a ese imbécil le gusta fastidiarme, eso es todo. 

-- No creo que haya sido solo para fastidiar, te sigue viendo. -- Nop, me reusó a verlo. 

-- No me importa, que vea lo que quiera, verme es gratis. -- Dije inclinando mi cabeza un poco hacía un lado, de manera juguetona, Bardo entre cerro los ojos, como si estuviera rebuscando algún secreto, yo solo intenté despistarlo como pude. -- ¿Qué me vez?. -- Con sutileza.

-- ¿No ha pasado nada entre ustedes?. -- Bardo alzó una ceja al momento de preguntarme, creo que me quiere poner nerviosa.

-- No, imbécil, no ha pasado nada entre nosotros... Salvo que le haya roto la nariz... Un par de veces... -- Bardo mantenía esa mirada que a todas luces decía: "No te creo ni vergas". -- Ach, ¡No me mires así!, vamos a comer algo, verte comer galletas y que no me des una es horrible.

-- Pues lo siento estas son, ¡Mías!

-- Eres un niño. ¡Ya levántate!. -- Tomé del brazo a Bardo, casi arrastrándolo. Bardo y yo caminamos hacía el instituto donde habían algunos estudiantes, el clima afuera era tan agradable que la mayoría disfruta del descanso en el patio de afuera, y más con e partido en juego del equipo, donde todas van a clavar la mirada en los jugadores. 

-- Oye, ¿Qué vas a hacer en la noche?. -- Bardo caminaba a un costado de mi, tenía sus posadas en la nuca de su cabeza, mostrando como siempre esa vibra relajada que posee.