Capítulo 1

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Ya han pasado varias semanas desde que llegué al nuevo instituto con mis hermanas, y esos estúpidos perdedores siguen molestando, y no, no me refiero a los admiradores de Burbuja, me refiero a los hermanos Him. Recuerdo como empezó todo, justo en nuestro primer día aquí...

"-- ¡Oye ten cuidado hijo de puta! -- Dije aún en el piso.

Me quedé unos segundos en el piso para recuperarme de la caída, que me hizo doler mucho el trasero, pero segundos más tarde de permanecer en el piso el chico con el que choque se arrodilla en frente de mi. Era un chico pelirrojo, con una gorra roja y unos ojos... Rojo intenso, como un zafiro, tenia pecas en mis mejillas y el cabello largo, parece, mi hermana mayor. Era casi igual a Momoko. Mantenía el fruncido mientras miraba este extraño chico, pero no pude seguir viéndolo, el muy imbécil comenzó a hablar.

-- Vaya, vaya, vaya, ¿Qué tengo aquí? Una nueva preciosura. -- Dijo tratando de tomar mi mentón, pero antes de que pueda siquiera rozar mi mentón quite su mano bruscamente cerca de mi. -- Vaya, Vaya, Vaya, una gatita salvaje tal parece. -- Entes de que siquiera pueda volver a hablar golpeé al imbécil en la cara con toda mi fuerza y me levanté.

-- Nadie, escúchame bien pedazo de imbécil, ¡Nadie! Me llama gatita. -- Dije acercándome para volver a golpearlo, pero, antes de seguir avanzando mis hermanas me toman de ambos brazos para detenerme, y comencé un forcejeo, quería matar ese imbécil mientras más gente comenzó a agruparse cerca de nosotros para ver el pleito.

-- ¡SEÑORITA KAURO!

Detuve mi forcejeo con mis hermanas para girar en dirección De dónde provino ese grito, mis ojos se encontraron con un hombre adulto que caminaba hacía nosotras, tenía el cabello oscuro y peinado hacia atrás, tenia lentes cuadrados y estaba vestido con una bata de laboratorio y mantenía una mirada sería.

-- Señorita Kauro, venga conmigo a mi oficina por favor, señor Momotaro, sígame también. El resto de los alumnos vayan a sus clases-- El hombre comenzó a caminar, lo seguí, sin antes ver como mi contrincante era levantado del piso por un chico rubio. El tipo tenía la nariz sangrando. Mientras seguía al señor notaba como las chicas del lugar me miraban con todo el odio posible del mundo, era como sentir que me quemaban viva con sus ojos, pero me dio igual, seguí caminando.

Llegamos hasta la oficina del hombre y vi que en su escritorio estaba escrito el nombre "Utonium" e intuí que ese era su apellido. El hombre tomo asiento y me miró fijamente, para después ver al idiota, en ambos caso, nunca cambió su rostro, totalmente serio.

-- Señorita Kauro, en esta escuela, mantenemos una tolerancia cero con la violencia escolar. Castigamos severamente a nuestros estudiantes, más sin embargo, no los expulsamos, en esta escuela creemos firmemente en que los estudiantes pueden corregir su conducta agresiva, y si no pueden por si mismos, nosotros los ayudamos, con nuestros castigos. -- El hombre se levanta de la silla de su escritorio, para caminar hacía la ventana, dando la espalda y cruzando los brazos tras su espalda. -- Me apellido Utonium, como mi honorable padre, quién fue un hombre de ciencia y respetable científico, así como mi padre, seguí el camino del conocimiento de las ciencias, más tras finalizar mis estudios, nunca logré realizar grandes descubrimientos que realzarán mi nombre, como mi padre, así que, con mis conocimientos sobre las ciencias, opté por un trabajo como profesor, donde me di a conocer como "Profesor Utonium". Escalé desde lo más bajo hasta lo más alto, demostrando intachablemente mis dotes, por eso llegué a este puesto. -- No me costó mucho entender que este hombre nos esta dando un sermón, que provocó en mi que giré mis ojos para distraerme. ¡Esto es tan aburrido!. -- Logré convertirme en director de este instituto, sin dejar de lado mi carrera de profesor, por lo tanto, señorita Kauro, nos veremos muchas veces, definitivamente en muchas más ocasiones que en los pasillos. Señorita Kauro, quiero que usted, me prometa, que este tipo de incidentes se verán limitados por parte de usted. -- Dijo tomando asiento, y mirándome otra vez. -- Ya que, debido al expediente de su instituto anterior he visto que ha tenido muchos incidentes de este tipo no puedo pedirle que simplemente dejé de ser así, pero le advierto señorita, que si vuelve a cometer estos actos, no quiere decir que será libre de sanciones, cada acto de violencia será reprimido y si es necesario, la suspenderemos. Así que, señorita Kauro, ¿Lo promete? -- Dijo mirándome esta vez a los ojos.

Cartas de verano (Bellota X Butch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora