Las manillas del reloj parecían haberse detenido, el ruido de las gotas de lluvia al estrellarse contra el techo del instituto era demasiado fuerte, las últimas semanas, solo han habido tormentas y ventiscas fuertes, muchos compañeros de clase han decidido faltar y otros, como mis hermanos y yo, decidimos seguir asistiendo. Es aburrido quedarse en casa sin hacer nada, a demás, papá esta en casa y no podemos hacer alguna fiesta para divertirnos. La señorita Keane hablaba mientras apuntaba con una regla unos ejercicios de matemáticas, pero a mi me daba igual, solo estaba recostada en mi asiento y golpeaba levemente la mesa con el lápiz que tenia en mano. Mis parpados comenzaban a sentirse más pesados cada que los cerraba, ni siquiera me di cuenta cuándo se cerraron por completo... No paso mucho para que despertara de mi pequeña siesta, y más si a mi alrededor escucho un montón de risitas.
-- ¡Sh!, ¡Lo van a despertar!
-- Se ve tan lindo.
-- Tómale una foto.
-- Sabía que era igual de guapo dormido. -- Todas esas voces intentaban susurrar para que no me despertara, pero al final, fue lo que terminaron haciendo. A un costado de mí sentí el calor de un cuerpo y en mi cabello sentí unos dedos que lo tocaban. Eso provocó que dejara de fingir y tomara por la cintura a la chica que me quería tocar el cabello.
-- Vaya, vaya, ¿Qué se les ofrece grupo de hermosas jovencitas?. -- Mire a la chica que hice que se sentara en mis piernas unos segundos, tenía su rostro totalmente rojo y entre mis brazos sentía como su pequeño cuerpo temblaba. Solo fueron unos segundos de analizar su rostro para después ver al resto de chicas, todas parecían de primer año, tenían sus caras de niñas y sus cabellos teñidos de diferentes colores, la que más me llamo la atención fue una chica de cabello azul y con lentes del mismo color. -- Bueno, no tienes por qué asustarte linda, es solo que no podía evitar escuchar unas voces tan hermosas. -- Todas las chicas se sonrojaron y la mayoría se fue corriendo en cuanto me levante de mi asiento, todas excepto la chica en mis brazos, quien estaba igual de colorada que sus amigas, pero parece que la sorpresa ya se le pasó. -- ¿Por qué no te fuiste con tus amigas?.
-- Lo siento, es solo que, quería aprovechar la oportunidad. -- Esta chica mantenía una mirada coqueta al mirarme mientras se mordía el labio inferior.
-- Mira, aún que quisiera, tengo una única regla para acostarme con cualquier chica, y es que no sean menores que yo.
-- Pero... Yo no soy menor que tú... -- Dijo al caminar hacía el escritorio de la señorita Keane y sentándose en este.
-- Entonces ¿Qué? ¿Repetiste un año?.
-- Mm, no... Digamos que mi trabajo no me deja seguir con el instituto, de todas formas es aburrido, así que, solo me concentré en mi trabajo para poder tenerte cerca. -- Sus ojos no dejaban de mirarme, aún que quisiera romper el contacto visual, es como si sus ojos me mantuvieran en transe, no quería dejar de verlos, y digamos que no era muy fea esta chica. -- Ay por favor, ¿Qué no me recuerdas?. -- Puso su mano en su cabeza y retiro de esta lo que aparentemente era una peluca, dejándome ver quien era esta chica extraña, tenía su cabello corto y era de color negro, su corto cabello dejaba ver todas sus perforaciones en ambos orejas, y comenzó a sacarse parte de la ropa que tenía.
-- Oye, no creo que sea buena idea hacerlo aquí. digamos que estamos en... No sé, un puto instituto.
-- Créeme lindo, vine con el único propósito de acariciar ese cuerpo de atleta que cargas, pero soy totalmente consciente de en donde estamos. No te desesperes, ya me veras desnuda, solo déjame quitarme estas mierdas de niñita. -- A su lado había una pequeña mochila en donde guardo el suéter rosa y la camisa que traía puestos, junto con la peluca que se había sacado, de la misma mochila saco una camisa de tirantes blanca, algo rota y desgastada, que se puso y así tapo sus pequeños senos, haciendo que esta resalte su figura delgada pero muy sexi. De la misma mochila saco todo tipo de brazaletes con púas y calaveras, y por ultimo, puso al rededor de su cuello una gargantilla con púas y un collar con la inicial "B".
-- ¿Ya puedes reconocerme lindo?. -- Dijo alzando una ceja y sonriendo de lado. Ese estil punk ya lo había visto antes...
-- Tú... ¿Eres la chica del bar?
-- ¡La misma dulzura!
-- Así que... ¿Te colaste en el instituto para buscarme?
-- Claro que sí... -- Se levantó del escritorio y se comenzó a acercarse a mí, no me aparté, creo que ya me esta tentando esta chica con su jueguito inicial de misterio. -- No sabes como provocas que me moje cada que te veo, lo único que quiero es sentir estos fuertes brazos sujetándome mientras me partes en dos. -- Mierda, esta chica es directa. Ella siguió susurrando todas las fantasías que tenía conmigo mientras sus manos tocaban mis brazos y parte de mi pecho. -- Ah, cada que te veo quiero correr directo a ti para besarte y llevarte a cualquier cuarto del bar, y gritaría como loca tú nombre mientras tú me embistes brutalmente. -- Sus manos subieron de mis brazos a mi cuello me envolvió con estas, no tuvo que hacer mucho esfuerzo para que nuestros rostros se acerquen, haciendo que por instinto mis manos tomaran sus caderas. -- ¿No te gustaría volver esas fantasías realidad?. -- Su mirada no se alejaba de la mía, y embistió mis labios con los suyos... no me aparté, jamás me he acostado con una chica brusca... Será interesante...
Sus labios se movían rápido sobre los míos en ocasiones mordía y relamía mis labios, causando que me excitará cada vez más. Después de unos diez minutos de succionar, morder y relamer nuestros labios, ella rompió el beso y apartó mis brazos de sus caderas, me dio la espalda y caminó hacía la puerta del aula. Estaba apunto de hacer un alegato, pero solo giro el cerrojo de la perilla y volvió hacía mí, esta vez besándome con más intensidad. Estaba tan excitado que ya ni pensaba en lo que hacía, la agarré desde sus delgados muslos y la cargué, para después sentarme en uno de los pupitres de l aula. Ella no perdió el tiempo y comenzó a mover sus caderas de enfrente hacía atrás, haciendo que el rose de nuestras intimidades junto con la ropa provocó un repentino placer en mí... Y parece que en ella también... Había comenzado a gemir entre mis brazos y cada vez lo hacía más alto, era algo totalmente placentero escucharla, pero aún que lo disfrutará, puse mi mano en su boca, para acallar sus gemidos, y parece que eso le gusto, ya que sus ojos me miraban aún más deseosamente.
Paró su movimiento de caderas encima de mí bajo de la mesa, para después agacharse he hincarse de rodillas, y con una gran rapidez desabrochó mi cinturón y bajo el cierre de mi pantalón, bajando este junto con mi bóxer, dejando al aire mi contento miembro. Sus ojos brillaron al verlo y de pronto... Magia... Este había desaparecido, y ahora se encuentra en la tibia y húmeda boca de esta chica... Ella succionaba y remojaba hábilmente mi pene mientras movía si mano de arriba hacia abajo al mismo ritmo de como lamía y succionaba mi pene.
La chica dejo de lado lo que hacía para después comenzar a desvestirse, bajo sus pantalones por sobre sus delgadas piernas y se quito la camisa de tirantes que hace no mucho se había puesto, podía sentir como sus delgadas manos se dirigieron a mi pecho para después bajar hacia el borde de mi playera y quitarla por encima de mi cabeza. Yo me dedique a acariciar sus hombros y viajar desde estos hacia su cintura, y durante este recorrido podía sentir los huesos de su columna vertebral, es muy delgada, pero debo decir que eso le da un toque sexi a su cuerpo. Una de mis manos subía nuevamente a su hombro mientras yo besaba y lamía un poco éste, y mi otra mano se posiciono en si pecho para masajearlo y apretarlo, mientras mis dedos se deslizaban por la tela de su sostén, y pude piñizcar un poco su pezón.
Ella volvió a mover sus caderas sensualmente mientras yo disfrutaba de esto. Pero ese placer se vio interrumpido, ya que alguien intentó abrir la puerta del aula, la chica y yo nos detuvimos y miramos hacía la puerta, a través de la pequeña ventana de esta pude ver un rostro familiar... Era Kauro... Nuestros ojos se encontraron... Ella solo rodeo los ojos y se fue.
-- Ignórala cielo, no es importante. -- Tomo en sus manos mi rostro y fue dejando besos por mis labios y mejillas para bajar hacía mi cuello. Mientras ella seguía con el juego, yo me quede como una estatua, no hacía caso de sus estímulos hacía mí, me quedé en blanco por unos segundos. -- ¿Qué te pasa?. -- Ella se había detenido y se quedo mirándome fijamente.
-- ... Nada nena, sigamos. -- La tome de la cintura y plante un beso en sus labios para seguir con la acción pero... ¿Por qué me quedé así al verla?...
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Cartas de verano (Bellota X Butch)
FanfictionKauro y sus hermanas Momoko y Miyako, son unas jóvenes marginadas de la ciudad de Saltadilla, asisten al instituto como ciudadanas ejemplares de su edad, y en las tardes, cada una tiene su respectivo trabajo, sin embargo, estas jóvenes de aparienci...