Cartas de verano (Bellota X Butch)

Capítulo 18

Después de salir del baño corrí por los pasillos del intocable para correr a casa, mientras salía saque de mi bolso mi teléfono para hablar con mis hermanas y decirles que me fui antes del insti.  

                                                                                              -- La del culo más grande.

                                                                                    Oigan, salí del insti sin avisar. 

                                                                                  Porfa díganle a la señorita Keane que me dolía mucho el brazo por lo de mi herida.

-- Bubbles.

¡Que! Pero, ¿Estás bien?  TT~TT.

                                                                                              -- La del culo más grande.

                                                                                           Si, no te preocupes,  solo comenzó a molestarme un poco el vendaje, y sabes que la enfermera del insti no cae muy bien.

                                                                                            Así que mejor me fui a casa a descasar y después arreglarme para salir con Bardo.

-- Momoko. 

¿Estás segura qué es por eso?

¿O nos ocultas algo?

Me quede mirando el teléfono detenidamente, en el teclado de la pantalla estaba apunto de escribir lo que en verdad pasaba, pero después Momoko alivio mis nervios.

-- Momoko.

¡BROMII! JAJA, Ve a casa y descansa Kau.

Nosotras te cubrimos 😼❣️

Solté un respiro al leer el mensaje de mi hermana, para después guardar mi teléfono y correr a la estación del autobús, no aguanto estar otro segundo aquí, tengo que irme. Para mi suerte el autobús ya estaba en la parada, por lo que corrí cruzando en la zalle donde muchos autos frenaron en seco para no atropellarme, logre llegar final mente al autobús y pague mi pasaje. 

-- Ten cuidado hija, no queremos que por escapar unas horas del insti te nos mueras. -- Dijo el conductor mientras tomaba el billete y continuaba manejando. 

-- Si, bueno, tengo que llegar a casa a cuidar a mi hermanito, mamá tiene que ir a trabajar. -- Una pequeña mentira no le hace daño a nadie. 

-- Bueno, ve a sentarte hija, que en cualquier momento acelero y no quiero que te me caigas. 

Caminé hasta el final del autobús, que estaba vacío, no quería sentarme junto a nadie así que me quedé en el final del autobús. Desde hace un tiempo que siento que he excedido mis límites, no dormir bien, trabajar de más, acostarme con un perdedor, estresarme por el insti, fumar como loca, ja... A este paso voy a terminar con cáncer de pulmón a final de año. Mientras el autobús avanzaba más me costaba mantener los ojos abiertos y no caer rendida al sueño. De pronto sentí como alguien se sentaba a mi lado, al principio no le tome mucha importancia, supongo que el resto de los asientos ya están ocupados. El sueño ya estaba acabando conmigo, ya no podía mantenerme despierta, hasta que escuche una voz...

-- ¿Intentaste escapar de mí gatita?

Mis ojos se abrieron de par en par cuando escuche esa voz, a mi lado estaba Kojiro, con esos asquerosos que siempre me miran con deseo. -- ¿Qué mierda haces aquí? -- Dije reincorporándome para mirarlo fijamente.