Cartas de verano (Bellota X Butch)

Capítulo 17

Que desagradable, ¡Agh! ¡Que asco!, la loca de Brute acostándose con ese imbécil, me lo sacará en cara todos los días que vaya a trabajar, esa perra sigue creyendo que me gusta, y para peor, ese imbécil me va a seguir exigiendo acostarme con él, ¡Ah! Que horrible. 

-- Oye, ¿Crees que debería cortarme el cabello? -- Bardo y yo caminábamos por los pasillos del instituto, intentaba mantener atención en nuestra conversación, pero no se me dejaba de reproducir esa escena horrenda en mi cabeza, agh, Brute encima de Butch y besándose, así ese imbécil quiere besarme y hasta acostarse conmigo, que asco. -- Quizá así me vea más masculino. -- Bardo intento levantar sus brazos y así mostrar sus músculos, pero sus brazos seguían igual de flacos, lo que me causo gracia. 

-- Jajaja, ¿Tú masculino? Vamos Bardo, ambos sabemos que eres del otro bando.

-- ¡Shh! No dejemos que el resto sepa... -- Puso un dedo sobre mis labios para hacerme callar, pero al final ambos terminamos riendo. 

-- Oye, ¿Quieres acompañarme mañana a ver un grupo debutar? El otro día uno de sus integrantes me entrego un panfleto de en donde tocarán y no quiero ir sola. -- Saqué de mi bolso el panfleto y se lo mostré a Bardo, a quien le brillaron los ojos al volver a verme. 

-- ¡Por supuesto! Mamá y papá estarán fuera de casa este fin de semana y mi prima trabaja en la noche, así que podrías quedarte en mi casa. 

-- De acuerdo, mis hermanas también trabajan hasta tarde y yo tengo esta herida, así que puedo faltar al trabajo, ¿Nos vemos fuera del bar?

-- ¡Claro!. -- Bardo y seguimos caminando un poco más hasta que un chico rubio de cabello corto y rubio se nos acerco, tenía los ojos de un color azul cielo, como los de Miyako, pero su manera de hablar, ers muy hostil. 

-- Oye Shou, Hibiki dice que vengas, tenemos que estudiar para el proyecto de historia. Hola linda. -- Después de hablar con Bardo se giró hacía mí y me guiñó el ojo al terminar de "saludarme". Yo solo alcé una ceja ante eso. 

-- Oye, no se llama Shou, es Bardo genio. 

-- No no Kauro bonita, mi nombre real es Shou Midorizaki, con mis amigos nos ponemos apodos y el mío es "Bardo" ¿No te lo había dicho?. Y fui yo el que dio los apodos. -- Al finalizar Bardo mostro una enorme sonrisa, como de costumbre. 

-- Así que la que esta mal eres tú, Genia. -- El chico se acercó un poco a mí, invadiendo mi espacio personal, así que puse mi mano en su cara y lo alejé un poco.

-- No te pases de listo.

-- Cierto, ¿No que Benny quería terminar el proyecto solo?.

-- Sí, pero ahora quiere hablar con nosotros para mejorarlo, dice que quiere que tú y yo vayamos a comprar algunas cosas después de clases y después ir a su casa. No lo sé, ven rápido para que hablemos con él. -- Una vez más el chico se giro a verme, esta vez para lanzarme un beso y guiñarme un ojo, Dios, que molesto.

-- Oye, tengo que ir con mis hermanas, sigue hablando con tu amigo, ¿Nos vemos fuera del bar?

-- ¡Si! Adiós Kauro. -- Caminé por los pasillos mientras en mi camino escuchaba fragmentos de conversaciones ajenas. La campana había sonado, pero no me importó mucho, seguí caminando a mi ritmo, al cruzar hacia un pasillo éste estaba ya vacío, algunos alumnos estaban entrando a sus aulas antes de que los profesores cerrarán. Mire al fondo las puertas para salir a la cancha de fútbol, caminé en dirección a la salida mientras miraba las paredes, el piso o mis botas, algo gastadas y llenas de rayones que yo le hice, faltaba poco para alcanzar la puerta, pero mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, alguien me mando un mensaje, era de Kuki Sanban, una chica de mi clase, no se mucho de ella, solo me he dado cuenta en clases y en los recreos que tiene un grupito de amigos, son muy cool, creo que se hacen llamar... Algo como KND... Algo así. El mensaje de  Kuki me decía que la clase se haría en el laboratorio de ciencias, la escalera estaba justo a un costado mío, así que subí los escalones mientras respondía su mensaje, para después guardar mi teléfono en mi bolsillo. Cada vez se me hacen aún más infinita esta bendita escalera, pero al menos ya estaba llegando al segundo  piso, podía ver el largo pasillo asomarse mientras subía, pero después de llegar al segundo, mi teléfono volvió a vibrar, saqué este una vez más de mi bolsillo, y en la pantalla podía leer  el nombre "saco de pulgas" y un mensaje de voz, pero ni me moleste en desbloquear mi teléfono. Las ya estaba por llegar al segundo piso cuando sentí como alguien me tomo del brazo y me jalo. Me costó un poco ver en donde estaba, pero conforme mi vista se ajustaba a la oscuridad pude deducir que se trataba de un aula, una bastante olvidada, ya que en el piso se notaba a todas luces que estaba polvoriento y sucio.