Capítulo 8

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La cabeza me dolía... Al despertar mi cabeza dolía cada vez más, ¿Qué me paso anoche? A penas y podía encontrar con claridad algún recuerdo de anoche, no podía dejar de sentir como si alguien estuviera dándome martillazos en la cabeza, era algo insoportable, jamás en mi vida he tenido una resaca tan fuerte. Comencé a sentir mi cuerpo, y extrañamente sentía un dolor inmenso, mis hombros, mis brazos, mis piernas, en especial... Mi zona baja... Mientras mi cuerpo y yo nos despertábamos era más consiente de donde estaba, el piso era de alfombra roja, definitivamente no es mi habitación... Las paredes son marrón... Había una mesita de noche al lado de la cama...

Había... Ropa... Cerca de la cama... No... No no no no... No... ¡LA PUTA MIERDA QUE ME LLEVA! ¡NO!... Me levanté senté de golpe en la cama y la sabana que estaba encima de cuerpo cayo, dejando en claro el miedo que tenía. La sábano cayo en mi regazo para mostrarme mis senos desnudos, y dejándome en claro que todo mi cuerpo estaba desnudo... El miedo me carcomía, pero ese miedo creció más al ver a la persona a mi lado... Mierda. Solo me levanté de la cama con la sábana que envolvía mi cuerpo para correr a los camerinos y buscar mi ropa, no sé como pude correr hasta allá, tomando en cuenta que todo mi cuerpo me duele, incluso caminar sería agotador. Busque mi ropa revisando si alguien venía... No quiero que nadie me vea, logré cambiarme sin que nadie note mi presencia en el bar, ni siquiera me encontré con el Jefe, salí lo más rápido del lugar, busqué mi teléfono en mi mochila y por suerte lo encontré pero estaba sin batería, caminé lo más rápido que pude a mi casa y en cuanto entre por la puerta vi a mis hermanas en la mesa.

-- ¡Kauro! ¿Qué mierda te pasó anoche? Miyako y yo volvimos a casa después del trabajo y supusimos que tu te habrías ido antes a casa, ¡Cuando llegamos aquí no estabas! Te esperamos toda la noche pero nunca llegaste, ¿Qué te paso?. -- La cara de preocupación de mi hermana era evidente, tomo mi rostro con sus manos y hasta llegué a ver como sus ojos celestes estaban cristalizados, mientras decía sus ultimas palabras su voz se había quebrado. La cara se me caía de la vergüenza, no puedo decirle a mis hermanas que me bebí toda la noche y que hasta allá tenido sexo con una de las personas que más odio en toda la tierra. -- ¿Kauro? ¿Qué paso?

-- ... Nada en especial, solo el Jefe me pidió que atendiera en a un cliente en privado, y bueno, ustedes saben que siempre duermo a mis clientes para no acostarme con ellos, después de dormir a mi cliente sin darme cuenta bebí del mismo vaso y caí inconsciente, no me paso nada chicas, solo fue un descuido y por lo de Mitch. -- Intenté mantener mi actitud de siempre para que mis hermanas crean en mi engaño, la cara de ambas cambió en cuanto terminé de hablar.

-- Ay Kauro... Lamento mucho lo de Mitch, bueno, báñate y vístete rápido, ¡Así y te disculpas con él en el instituto! ¡Vamos!. -- Corrí mi habitación para conectar mi teléfono y así poder cargarlo un poco mientras me bañaba, vi mi reflejo en un espejo a un lado de mí y solo pude una enorme marca en mi cuello, era chupón, ¡No puede ser! Entonces... Si fue eso... Intenté no seguir pensando en lo de anoche y fui a bañarme, el agua tibia recorría mi cuerpo desnudo y mientras esta recorría mi cuerpo podía ver distintas marcas en mi cuerpo, marcas que se quedarán ahí por un tiempo, pero que no se lograrán borrar de mi mente. ¿Cómo mierda pude ser tan débil y beber como loca para ni siquiera poder recordar lo que me pasó anoche? Las señales son claras por desgracia, pero no puedo creer lo imbécil que fui. Salí de la ducha y mientras me vestía seguía viendo esas marcas en mi piel, moretones y rasguños, pareciera que mientras más los veo, más me duele todo mi cuerpo, ponerme la ropa fue una tortura, el agua tibia de la ducha ayudo a relajar mi cuerpo, pero al salir volví a sentir ese dolor. Antes de salir al instituto, disimule un poco el chupón en mi cuello con maquillaje, haciendo que desaparezca a la vista de todos. Por seguridad, llevé una chaqueta que tapaba un poco mi cuello, si es que el maquillaje se corre.

Cartas de verano (Bellota X Butch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora