Capítulo 11: Cicatrices

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♔︎ 11: Cicatrices ♔︎

Advertencia: Este capítulo contiene escenas que abordan temas sensibles como el abuso emocional y la violencia. Te recomiendo discreción al leer y considerar tu bienestar en caso de que estos temas sean detonantes para ti. Gracias.

THEODORE KINGSTON

La noche cae y Aurora sigue sin aparecer.

Me encuentro sentado en las escaleras de la entrada del palacio, observando el jardín con la esperanza de ver su silueta en cualquier momento. Sin embargo, los minutos pasan y nada sucede.

Estoy en blanco. Todavía no entiendo cómo ni por qué. No sé qué pensar ni qué esperar. Sólo sé que quiero que Aurora regrese…

No me sorprendo cuando Clare se acerca y se sienta a mi lado. Puedo escuchar el sonido de su nariz congestionada y deduzco que ha estado llorando. La miro y noto sus mejillas y nariz enrojecidas.

—¿Henry ya te contó? —pregunto, porque en este momento, la pregunta clásica de "¿estás bien?" no parece adecuada, sobre todo cuando su rostro demuestra la respuesta.

—Sí... y no puedo creerlo. Mi papá no entiende cómo es posible, porque al igual que con las brujas de luz, se supone que es hereditario. Y su madre no era una bruja de la oscuridad —Se queda unos segundos en silencio, como si pensara algo. No le insisto, espero a que ella esté lista para continuar—. Por lo general, los síntomas se manifiestan de inmediato, no de forma gradual como le está sucediendo a Aurora. No sé... —Suspira, visiblemente agotada—. En este momento, lo único que me importa es que ella vuelva.

—A mí también —respondo—. No se llevó su celular, así que no podemos contactarla... Tal vez esté en casa.

Puede ser posible, ¿no? Tal vez necesita espacio y no estar en este palacio. Tal vez necesita un lugar más familiar para ella donde sentirse más segura. Su propia habitación, propia cama, un lugar conocido.

—No está allí —La respuesta de Clare evapora todas mis esperanzas—. Mi padre tiene un sistema de seguridad que le avisa cuando alguien entra o sale de la casa, además de una cámara en la entrada. Lo revisó y no hay señales de que Aurora haya estado allí.

A pesar de que la reina Evangeline me quitó ciertas emociones, estas han vuelto y no tengo la energía suficiente como para hacer un comentario sarcástico sobre el hecho de que Aurora y yo no teníamos idea de la existencia de ese sistema.

—Ella va a llegar —afirmo.

—¿Y si no lo hace?

—Entonces le pasó algo malo —respondo, mirándola a los ojos. Es como contemplar las estrellas en el cielo—. Aurora no desaparecería por horas aunque le resulte difícil enfrentar algo.

AURORA STONE

Despierto de inmediato, solo para encontrarme con mi entorno sumido en total oscuridad. La luz del sol no se cuela por la ventana pequeña, lo que significa que es de noche. La sensación fría y dura del suelo me recuerda la cruel realidad que vivo en estos momentos.

Doy un sobresalto cuando la luz parpadea y se enciende, revelando la figura de Rylan. Su presencia, aunque no tan aterradora como la de mi padre, provoca que mi cuerpo se tense automáticamente. Se acerca con pasos suaves mientras sostiene una bandeja de plástico. Se sienta en el suelo, frente a mí, con las piernas cruzadas. Visualizo que tiene comida: un trozo de pan y un vaso de agua.

—Tienes que comer —murmura, extendiendo el pan hacia mí.

Aparto la cabeza rápidamente, rechazando la comida con desdén.

La caza del vampiro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora